VIENTOS DE GUERRA
El gobierno de Duhalde, firme en su postura de "apegarse
a la legalidad de la ONU"
Diputados argentinos rechazan petición británica
de apoyo a la guerra contra Irak
Analistas califican de "vergonzosamente oportunista"
el apoyo de Menem a EU
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 17 de marzo. "Frente a lo que se
viene en el mundo no hay otro destino: o nos alineamos con (George W.)
Bush y vamos a la guerra como quiere (el ex presidente) Carlos Menem o
formamos parte de un eje por la paz con América Latina y construimos
un continente de una nueva democracia con justicia y prosperidad", dijo
hoy la diputada Elisa Carrió, candidata presidencial de Alternativa
para una República de Iguales (ARI), a su llegada a la provincia
de Santa Fe, en el contexto de una indignada tensión pública,
en un país que ya registra 90 por ciento de oposición a la
guerra de Estados Unidos contra Irak.
Gran Bretaña solicitó esta noche al gobierno
argentino que apoye la acción estadunidense, provocando la inmediata
reacción de los diputados que se reunieron en forma urgente para
que se convoque al Mercado Común del Sur (Mercosur) con la finalidad
de asumir una actitud conjunta contra la guerra y el desconocimiento de
la legalidad internacional que supone el ataque a Irak.
Asimismo
el gobierno de Eduardo Duhalde continúa en su posición de
apegarse a la legalidad de la Organización de Naciones Unidas. La
guerra significa un "desastre" para el Mercosur, señalan diversos
analistas. Sólo los equipos que rodean a Menem hacen un planteamiento
en favor de Estados Unidos que ha sido considerado "vergonzosamente oportunista".
Si algo añadió leña al fuego es la posición
oficial de Israel acusando a Irán y a Hezbollah del atentado contra
la sede de la mutual judía AMIA, a pesar de que no existen pruebas
concretas. Esto hizo deducir a varios analistas lo que ya se había
denunciado: que el informe que presentó el jefe del Servicio de
Informaciones del Estado, el menemista Miguel Angel Toma, fue elaborado
con base en "las necesidades de Estados Unidos e Israel y en el plan para
quedarse en la Triple Frontera.
"Desde hace meses que venimos diciendo que no puede haber
ambigüedades, que la lucha por la paz es imprescindible para Argentina
en un mundo que entra en guerra. En este momento no se puede ser neutral,
porque la estrategia de la supervivencia de la nación depende de
esta opción, hay que resistir pacíficamente al imperialismo
unilateral de Bush", añadió Carrió en una posición
diametralmente opuesta a la de Menem.
Temen por la economía
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, advirtió
sobre la gravedad que significará la guerra para un país
que está saliendo endeblemente de la gravísima situación
heredada de más de una década y también para la región.
En todos los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay) y "asociados" como Bolivia y Chile cundían la angustia
y la impotencia. Las radios y las televisoras se vieron invadidas por llamadas
de personas que repudiaban la decisión de Estados Unidos y muchos
homologaron lo vivido en Argentina en 1982, cuando este país se
enfrentó con Gran Bretaña, apoyada por Estados Unidos, haciendo
letra muerta del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca
(TIAR).
Palabras como "los piratas ingleses otra vez juntos con
los imperialistas más violentos de estos siglos" se repitieron varias
veces, tanto como los fuertes insultos contra Bush, Tony Blair y José
María Aznar. De los cinco candidatos a la presidencia con posibilidades
de llegar al gobierno, Carrió, Néstor Kirchner, Adolfo Rodríguez
Saá y Menem (estos tres últimos del peronismo y que van divididos)
y Ricardo López Murphy, de la conservadora Fundación Recrear,
el único que apoya abiertamente a Estados Unidos es Menem. Carrió
recordó que "en abril nadie podrá decir yo no me di cuenta
o hacerse el distraído, ya todos saben quiénes se robaron
el país, quiénes lo saquearon, quiénes nos mienten
y quiénes luchan por la verdad y la justicia".
En tanto, más de cien organizaciones humanitarias,
sociales y políticas preparan una política de resistencia
contra la guerra y llaman a "ganar las calles en todo el mundo", a la vez
que ya están elaborando propuestas para no consumir productos estadunidenses.
"Tenemos que hacer de las plazas y las calles un espacio de unidad y resistencia.
Rodear las embajadas de los países agresores y hacer los escraches
necesarios a los gobiernos cobardes que colaboran con Bush dejando
al mundo en la tragedia" gritaba esta noche un dirigente barrial, lo que
era aprobado por cientos de personas.
La guerra se produce en un momento clave de la política
argentina. El candidato favorito en las encuestas para las presidenciales
del 27 de abril, Néstor Kirchner, advirtió que hay que sujetarse
al derecho internacional y que "esto no significa ser neutral. No hay que
participar en el conflicto". Rodrígez Saá advirtió
que el país no debe ir a una guerra: "No permitiré que nuestros
hijos mueran en un conflicto que para muchos en Argentina no sólo
es ajeno, sino fabricado en pos de intereses". El conservador López
Murphy dijo que "la neutralidad no se justifica si el uso de la fuerza
es autorizado por la comunidad internacional". Menem no sólo está
con Bush, aunque vaya unilateralmente, sino que sus seguidores parecen
justificar "tanto la decisión de destruir Irak, como tomando a la
propia guerra como generadora de oportunidades para Argentina", como señala
un escenario descrito en el periódico Clarín. En esta
noche los artistas argentinos preparan un "artistazo contra la embajada
estadunidense" y en todos lados se advierte el consenso: "no a la guerra".