VIENTOS DE GUERRA
El gobernante ya tiene teléfono rojo con Washington
Pedirá Izquierda Unida en el Congreso español la renuncia de José María Aznar
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 17 de marzo. La izquierda de España advirtió este lunes al jefe del gobierno, el consevador José María Aznar, sobre las consecuencias de su apoyo a las tesis de Estados Unidos respecto a la crisis en Irak. Izquierda Unida (IU) pedirá este martes en el Congreso la dimisión del gobernante y lo denunciará ante los tribunales si se suma a la guerra.
Aznar "no representa a la mayoría de los españoles", aseguró el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares. Por eso su formación pedirá a Aznar que deje el cargo, durante una comparecencia voluntaria del jefe del gobierno español ante el Congreso de los Diputados, en la que informará sobre la cumbre de las Azores, en la cual ayer participó junto con el presidente estadunidense, George W. Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair.
Llamazares afirmó que "la reunión de las Azores fue lo que esperábamos, el triunvirato de la guerra al margen de todo y de todos", por lo que "pediremos la dimisión de Aznar". El dirigente comunista anunció que exigirá la comparecencia de Aznar "antes de que los señores de la guerra inicien cualquier acción", al sostener que la declaración del domingo, ratificada hoy en Nueva York, significa que "van a la guerra con una interpretación tramposa de la resolución 1441, cuando ésta se firmó porque varios miembros del Consejo de Seguridad dijeron que la apoyaban porque no contendría la amenaza de la guerra".
A su vez, el líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Luis Rodríguez Zapatero, señaló que resulta "inmoral, deplorable y vergonzoso que esos tres mandatarios no acepten la democracia emanada del Consejo de Seguridad de la ONU, que expresó hace días su decisión de dar tiempo a los inspectores para desarrollar su trabajo en busca del desarme de Irak", por lo que "hoy es un día profundamente negativo para el mundo y el orden internacional". Rodríguez Zapatero reiteró el compromiso del PSOE con la "defensa de la justicia internacional y de los principios morales y políticos que han conformado el orden internacional existente".
Al rechazo de la postura de Aznar se sumaron todos los periódicos de circulación nacional, a excepción del ultraderechista La Razón. Señalaron que la política del jefe del gobierno español es de "locura".
El diario El Mundo, que antes del conflicto era simpatizante del gobierno conservador, señaló en su editorial de hoy: "Que eso (la declaración de guerra a Irak) lo haga el presidente mesiánico más conservador y neoimperialista que ha tenido Estados Unidos en muchas décadas, y que un demudado Tony Blair se sienta obligado a acompañarlo en función de los especiales lazos de todo tipo que unen a Estados Unidos con Gran Bretaña, pasa. Pero que en ese camino los acompañe José María Aznar, con más de 90 por ciento de la opinión pública española en contra, sólo puede producir una tremenda decepción y un infinito pasmo".
El País, el periódico más influyente de España, afirmó en su editorial que "George W. Bush y sus dos mejores monaguillos, Tony Blair y José María Aznar, lanzaron ayer desde las Azores un ultimátum no ya a Saddam Hussein, sino al Consejo de Seguridad de la ONU. Hoy llegará la hora de la verdad para el mundo. Y esa verdad es terrible, porque significa la guerra".
Sin embargo, a pesar de las manifestaciones contra la guerra y las críticas, Aznar ratificó su "apoyo político, no militar", al presidente estadunidense.
Aznar, a diferencia de Blair, tiene garantizado el apoyo de su partido y, por ende, de los 183 diputados que sustentan el primer gobierno de ideología derechista con mayoría absoluta. Esto significa que, a pesar de tener a la mayoría de la opinión pública española en contra, podrá hacer lo quiera en este conflicto internacional sin que exista la posibilidad de que se presente una moción de censura en su contra.
Por lo pronto Aznar ya cuenta desde el fin de semana con un teléfono rojo, conectado con Washington y Moscú, que le permitirá hablar de manera segura sobre la crisis en Irak, informaron fuentes oficiales. Se trata de un secráfono, un sistema de videoconferencia que permitirá a Aznar hablar desde el Palacio de la Moncloa con Bush y el presidente ruso, Vladimir Putin. El sistema de comunicación es de alta tecnología y permite total confidencialidad en las conversaciones entre los tres líderes.