Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 18 de marzo de 2003
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas 
  >

Mundo
VIENTOS DE GUERRA

Censura la UE que Gran Bretaña y España actúen al margen de Los Quince

Dimite ministro británico en protesta por el apoyo de Blair a la guerra de Bush

Francia y Alemania reiteran su rechazo a una intervención militar en Irak

DPA, PLA, AFP Y REUTERS

Londres, 17 de marzo. El ministro británico de Relaciones con el Parlamento, Robin Cook, renunció este lunes por divergencias con la política del primer ministro Tony Blair hacia Irak. Por su parte, la presidencia de la Unión Europea sostuvo que Gran Bretaña y España están actuando en la crisis iraquí fuera del marco de Los Quince. A su vez, Francia y Alemania se pronunciaron una vez más contra la inminente guerra.

Cook notificó a Blair su dimisión en Downing Street, donde éste convocó a los principales ministros a una reunión extraordinaria para hablar sobre la inminente guerra contra Irak, señaló un portavoz oficial.

La dimisión de Cook, quien se opone a una intervención militar en Irak, significa un severo golpe para Blair, quien es cuestionado por los diputados de su formación política, la laborista, y por la opinión pública.

También la ministra de Cooperación Internacional, Clare Short, amenazó durante la reunión de urgencia con dimitir si Gran Bretaña participa en la guerra contra Irak sin el mandato de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Presentarán diputados enmienda "rebelde"

Al término de la reunión, el viceprimer ministro, John Prescott, informó que el martes se llevará a cabo en el Parlamento un debate sobre Irak, durante el cual, dijo el canciller Jack Straw, Blair pedirá a los diputados que apoyen la participación británica en la invasión.

Pero una parte de los diputados llamados a votar la moción del gobierno presentarán mañana una enmienda "rebelde", en la cual consideran que la guerra no es necesaria en este momento, toda vez que aún no se han establecido los argumentos en favor de ella.

Prescott, por su parte, criticó a Francia por su "intransigencia" en la crisis. Afirmó que si el Consejo de Seguridad de la ONU hubiera permanecido unido a Washington y Londres, el presidente iraquí, Saddam Hussein, "habría sido desarmado sin disparar un solo tiro", pero ahora, señaló, sólo quedan dos opciones: "o Saddam se va al exilio o se le desarma por la fuerza".

Straw acusó a Francia de poner el consenso en el Consejo de Seguridad "fuera de alcance", por su amenaza de recurrir al derecho de veto contra toda resolución que incluyera un ultimátum.

Francia advirtió que el uso de la fuerza "corre el riesgo de tener graves consecuencias para la región y para el mundo". En declaración escrita, el ministro de Relaciones Exteriores, Dominique de Villepin, subrayó que "una amplia mayoría" de los miembros del Consejo de Seguridad "sigue dando prioridad, al igual que Francia, al desarme de Irak mediante las inspecciones".

Previamente, en declaraciones a una radiodifusora local, reiteró que Francia "rechaza una decisión que hoy no está justificada. Fiel a sus convicciones, París reitera que en cualquier caso Naciones Unidas, única garante de la legitimidad internacional, debe desempeñar un papel central en la solución de la crisis iraquí".

Insistió en que su país se opone a la solicitud del primer ministro británico, luego de la cumbre tripartita en las Azores -en la que además de Blair participaron el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el jefe del gobierno español, José María Aznar-, de votar una nueva resolución sobre Irak que incluya un ultimátum, porque "nosotros hemos hecho otra propuesta". El canciller se refería al plazo de 30 a 60 días para las inspecciones y a las medidas propuestas para reforzar el trabajo de los inspectores de la ONU.

En Berlín, el canciller federal alemán, Gerhard Schroeder, reiteró la oposición de su país hacia una "resolución que legitime una guerra" contra Irak, poco después de que el presidente Bush concediera a la ONU un plazo de 24 horas para que respalde la intervención militar. "Alemania no apoyará en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que legitime una guerra", declaró Schroeder durante la reunión semanal de la dirección del Partido Social Demócrata.

El canciller federal reiteró la necesidad de que los inspectores de desarme de la ONU continúen sus labores en Irak, al asegurar que las supervisiones ya han tenido éxito. "No abandonamos la esperanza de conseguir el desarme de Irak por medios pacíficos", sostuvo Schroeder.

Otro país que se opone a la guerra y con derecho de veto en el Consejo de Seguridad es China, cuyo nuevo jefe de la diplomacia, Li Zhaoxing, afirmó que la solución del conflicto iraquí es política y debe encontrarse en el marco de la ONU. "Mi primera misión es asegurar la paz y la estabilidad para el desarrollo de China", indicó.

De su lado, el portavoz de la cancillería griega, Panos Beglitis, cuyo país ejerce la presidencia rotativa de la Unión Europea (UE), en reacción a la cumbre en las Azores, sostuvo que Gran Bretaña y España "están alineados junto con Estados Unidos fuera del marco de la UE.

Mientras el primer ministro de Canadá, Jean Chretién, indicó que su país "no participará" en una acción militar contra Irak si no es avalada por la ONU, su homólogo australiano, John Howard, expresó que Camberra participará en una invasión a la nación petrolera al lado de fuerzas estadunidenses y británicas a petición de Bush.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año