Sólo mil 800 compañías participan en el programa de auditoría en el tema
Reconoce la Profepa que hay siete mil empresas de alto riesgo ambiental
Reduce requisitos para incorporar en las revisiones a la pequeña y mediana industria
CAROLINA GOMEZ MENA
Con la intención de incorporar a las medianas y pequeñas empresas al Programa Nacional de Auditoría Ambiental, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha "simplificado" el procedimiento y "desincorporó aspectos de orden laboral y sanitario", señaló José Campillo García, titular de la dependencia, quien subrayó que de las 42 mil "grandes empresas", se reconoce que únicamente "7 mil son de alto riesgo".
No obstante, para el funcionario lo relevante es que a poco más de una década de haber comenzado el programa de auditorías ambientales voluntarias, las dos mil 172 empresas que se sumaron al programa han invertido en el mejoramiento del ambiente "15 mil 188 millones de pesos" y el año pasado se concertaron "más de mil 400 millones de pesos en beneficio ambiental".
Pese a que sólo siguen activas en el programa mil 866 empresas debido a que "algunas cerraron, otras salieron voluntariamente y otras fueron expulsadas", lo importante es que en conjunto dichas compañías "representan alrededor de 60 por ciento del PIB industrial", lo que apunta a que gran parte de la industria está sujeta al esquema.
En virtud de lo anterior, para Campillo el desarrollo del programa permite "ver con optimismo el futuro de la operación del sector industrial" en el país, más aún porque la "revisión exhaustiva" a que ha sido sometido en la actual administración no sólo augura un mejor desempeño de las grandes empresas en México, sino que facilitará "poder ir incorporando a pequeñas y medianas industrias".
Para ello, las auditorías también se han "abaratado y se ha abierto el abanico para tener un mejor y mayor acreditamiento de auditores". Asimismo, se amplió el criterio para que no sólo fuera el sector industrial el que se certificara por este medio. "Por eso, creamos el certificado de cumplimiento ambiental, que no es aplicable a la industria, en donde están entrando comercios, servicios, hospitales, hoteles, destinos de playas, municipios, parques industriales y aprovechamientos forestales."
Entrevistado durante la entrega del certificado de industria limpia a la Cámara Nacional de la Industria Cementera, la cual "hace 20 años era considerada una de las más contaminantes", y para algunos grupos ambientalistas sigue siéndolo, Campillo García indicó que "otros esfuerzos que ya se están realizando son que las grandes empresas, que se han certificado, apadrinen a las empresas (más pequeñas) alrededor de ellos, empezando por sus proveedores; entonces les están enseñando a seguir la curva de aprendizaje, que ya hizo la gran empresa, que ya absorbió los costos".
Para enganchar a la mediana y pequeña empresas en las auditorías, la Profepa también estrecha su relación con los estados y municipios "para ir bajando (llevando a la base) el nivel de control de inspección de vigilancia y de promoción de instrumentos de cumplimiento voluntario".