VIENTOS DE GUERRA
Cree 53% de estadunidenses que se debería
dar más tiempo para el desarme de Irak
En preparación, el discurso de Bush para anunciar
el inicio de la guerra
Llegó la hora de demostrar si los compromisos
con la libertad son ciertos o sólo palabras, fustiga
"Se explorarán todas las posibilidades" en la
cumbre de hoy en las islas Azores: Condoleezza Rice
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 15 de marzo. En medio
de protestas masivas en Es-tados Unidos y en el resto del mun-do contra
su política bélica, los asesores de la Casa Blanca ya están
redactando el discurso para que el presidente George W. Bush anuncie el
comienzo de la guerra contra Irak.
Estas parecen ser las últimas horas de la diplomacia
antes de la agresión. Bush señaló hoy que "hay pocas
razones para esperar que Saddam Hussein se desarme", y con ello indica
que el régimen de Bagdad no podrá evitar un ataque estadunidense.
Una vez más el mandatario retó hoy en su
mensaje semanal por radio a que "los gobiernos de-muestren ahora si sus
declarados compromisos con la libertad y la seguridad son sólo palabras
o convicciones sobre las cuales están preparados para actuar".
Pero las indicaciones extraoficiales, tanto en Nueva York
como en la capital, apuntan a que Estados Unidos ya tiene su respuesta
y está por retirar del Consejo de Seguridad de la Organización
de Naciones Unidas (ONU) la resolución autorizando la guerra.
La cumbre de emergencia que realizarán este domingo
los go-bernantes de Estados Unidos, Gran Bretaña (Tony Blair) y
Es-paña (José María Aznar) en las islas Azores, fue
caracterizada por la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Condoleezza
Rice, como "un último empuje para ver si podemos convencer a la
gente de asumir sus responsabilidades", y como un último intento
para la vía diplomática.
Sin embargo, Rice también indico que en la cumbre
se "explorarán todas las posibilidades", lo que se interpretó
como que se hablará de lanzar la guerra sin contar con el aval de
la ONU.
Cuenta regresiva
Algunos
observadores creen que los tres países podrían ofrecer una
ultima propuesta para una resolución ante el Consejo de Seguridad
de la ONU bajo la amenaza de que si ésta no es aceptada, será
el gatillo de la agresión, para así intentar trasladar la
responsabilidad del fracaso de la vía diplomática a los países
que se han opuesto a la guerra y a las llamadas naciones miembros "indecisas".
Tal vez para defenderse ante tal táctica los gobiernos
de Francia, Alemania y Rusia emitieron hoy un comunicado conjunto en el
que reafirman su posición de que no existe justificación
alguna para una guerra contra Irak, y demandaron una sesión a nivel
ministerial en el Consejo de Seguridad para este próximo martes.
Los tres proponen que los cancilleres de los 15 países
miembros del Consejo de Seguridad discutan un "plazo realista" para el
de-sarme de Saddam Hussein después de escuchar el informe más
reciente de los jefes de inspectores de armas de la ONU en Irak.
"Reafirmamos que nada justifica en las circunstancias
actuales detener al proceso de inspección y recurrir al uso de la
fuerza", declararon en su comunicado.
En Nueva York, fuentes diplomáticas en la ONU han
sugerido que las posibilidades para alcanzar un nuevo acuerdo sobre una
resolución son mínimas, aunque no han descartado una sorpresa
de último momento.
"Esto no está acabado hasta que se acabe", comentó
el secretario general, Kofi Annan.
Pero este sábado no habían reuniones en
las salas y pasillos del edificio de Naciones Unidas, ni dentro de la sede
de su Consejo de Seguridad.
El jefe de los inspectores de armamentos, Hans Blix, llegó
a sus oficinas y comentó que "espero que podremos continuar trabajando"
en Irak. Pero otros aquí creen que éstas sean las últimas
horas de la "diplomacia".
Fuentes del gobierno de Estados Unidos indicaron a la
agencia Ap que si no hay un compromiso y la resolución es retirada
de la ONU, Washington hará un giro hacia la guerra casi de inmediato.
Asesores de la Casa Blanca que están ya redactando
un discurso anunciando la guerra dicen que éste podría ser
pronunciado por Bush tan pronto como el próximo lunes, y que serviría
para establecer un ultimátum final para Saddam Hussein antes de
un ataque militar demoledor.
Bush cuenta con apoyo público en el corto plazo
para lanzar una guerra sin el endoso de la ONU, según las últimas
encuestas.
Pero un sondeo difundido hoy por el semanario Newsweek
en-contró que una mayoría, 53 por ciento, cree que Estados
Unidos debería ofrecer más tiempo para lograr el desarme
de Irak antes de emplear la fuerza.
Sin embargo, un porcentaje casi igual dice que apoyarían
la acción militar de Estados Unidos y uno o dos de sus aliados,
aun sin el apo-yo de la ONU.
Otra encuesta difundida hoy, realizada para la Fundación
de los Veteranos de la Guerra de Vietnam, señala que 47 por ciento
de los estadunidenses apoya la acción militar para remover al presidente
iraquí, Saddam Hussein, aun sin el apoyo de la ONU.
Además, 37 por ciento opina que la guerra debe
ser llevada a cabo sólo con el apoyo pleno de la ONU, mientras que
13 por ciento se opone a toda opción bélica.
Pero los encuestadores señalaron que esto podría
cambiar rápidamente y el apoyo se podría desplomar si la
guerra se alarga de-masiado y sus costos se elevan, o fracasa en sus fines.
Pero tal vez lo más sorprendente de esta última
encuesta es que por un margen de dos a uno los estadunidenses rechazan
la "doctrina" de Bush en favor de los ataques preventivos.
Según el muestreo, los estadunidenses están
por mantener el principio de no atacar a otras naciones a menos de que
el país sea agredido, y así todo el esfuerzo masivo de la
Casa Blanca para promover la "acción preventiva" no parece haber
convencido a muchos.
La Casa Blanca no sólo carece de consenso en su
favor al interior de la ONU, sino tampoco entre su propio pueblo.
VIENTOS DE GUERRA
Dudan que se pueda implantar por largo tiempo un
gobierno "democrático"
Funcionarios de EU cuestionan planes de Bush para la
etapa de posguerra en Irak
Difícil, que el ataque a Bagdad produzca cambios
en regímenes de Medio Oriente
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 15 de marzo. Derrocar a Saddam Hussein
podría ser la parte más fácil. Al preparar la guerra
contra Irak, algunos altos oficiales militares y funcionarios del Departamento
de Estado están cuestionando las descripciones optimistas de un
Irak y Medio Oriente posguerra presentadas por la Casa Blanca.
Un informe secreto del Departamento de Estado filtrado
esta semana a Los Angeles Times sugiere que el establecimiento de
la democracia en Medio Oriente -supuesta meta y justificación de
la política de Bush en torno al conflicto con Irak- podría
ser algo poco deseable para los intereses estadunidenses. La democracia
en Arabia Saudita, por ejemplo, podría llevar a crear un gobierno
religioso fundamentalista, parecido al régimen talibán en
Afganistán, advierte el documento.
Estas extraordinarias críticas a la Casa Blanca
de algunos sectores del gobierno estadunidense están nutriendo inquietudes
entre el Congreso y expertos sobre el manejo de la crisis de Irak y los
peligros que Estados Unidos podría enfrentar en la reconstrucción
política de ese país, especialmente sin el apoyo de la Organización
de Naciones Unidas (ONU). De nuevo estas críticas también
muestran que no existe amplio consenso en la cúpula del gobierno
estadunidense sobre los objetivos políticos y militares expresados
por el mandatario.
No obstante, el presidente George W. Bush, el vicepresidente
Dick Cheney y el secretario de Defensa Donald Rumsfeld han insistido en
que, después de derrocar a Saddam Hussein, Estados Unidos establecerá
un gobierno miliar que preparará a Irak para elecciones y para un
gobierno democrático. Si la ONU no ofrece apoyo para este esfuerzo,
Estados Unidos, insisten, actuará con una "coalición de los
dispuestos" para realizar esa tarea.
¿Qué sigue tras la caída de Hussein?
Pero
varios analistas creen que la fuerza militar de más de 250 mil efectivos
que Bush ha desplegado en Medio Oriente logrará el llamado "cambio
de régimen" en Irak, pero el problema es qué sigue.
Los líderes civiles del Pentágono ya han
seleccionado al general Jay Garner como el mandatario de Irak, que estará
en el puesto hasta que los iraquíes "democráticos" estén
en condiciones de instalar un nuevo gobierno.
Los estrategas estadunidenses también están
considerando emplear a las fuerzas armadas iraquíes y recursos por
la venta de petróleo de Irak para lograr la reconstrucción
de ese país. Ese proceso, insiste Donald Rumsfeld, se podrá
hacer relativamente rápido. Para asistir en ese esfuerzo, el Pentágono
ya ha iniciado negociaciones con empresas estadunidenses como Halliburton
Inc. para la reconstrucción física de Irak. Claro, Halliburton,
industria anteriormente encabezada por el vicepresidente Cheney, continúa
pagándole más de un millón de dólares anuales
como compensación postergada.
Pero todo esto, particularmente si Washington tiene que
hacerlo sin el apoyo de otros aliados y sin el aval de la ONU, podría
resultar muy difícil. Sesenta por ciento de la población
iraquí dependerá totalmente de la asistencia alimentaria.
Por eso el restablecimiento del sistema de distribución de alimentos,
mientras dure la guerra, será una alta prioridad para Estados Unidos.
Bush ha rehusado ofrecer cálculos oficiales sobre
cuánto costará la ocupación de Irak, al tiempo que
Rumsfeld y su segundo, Paul Wolfowitz, han provocado irritación
en el Congreso al no responder preguntas respecto a qué tiempo tendrán
que permanecer las tropas estadunidenses en Irak y cuánto costará
todo a los contribuyentes de esa nación.
Pero no todos son renuentes a hacer cálculos. El
general Eric Shinseki, oficial que encabeza el ejército de Estados
Unidos, declaró en febrero que la ocupación de Irak podría
requerir "cientos de miles" de tropas. Esta cifra fue inmediatamente criticada
por el subsecretario de Defensa, el civil Wolfowitz, quien insistió
en que el general estaba equivocado. Pero Shinseki se ha negado a retractarse
y repitió sus cálculos de que la ocupación podría
implicar la presencia de más de 200 mil soldados durante más
de un año.
Un grupo de trabajo del Council on Foreign Relations,
encabezado por el ex secretario de Defensa republicano James Schlesinger,
estimó recientemente que la invasión militar podría
costar casi 17 mil millones de dólares anuales. Si Estados Unidos
se ve obligado a ocupar el solo Irak, sin el apoyo de Francia y otros países,
este grupo de trabajo del instituto, el más prestigiado sobre política
exterior del país, indicó que Washington tendría que
desplegar por lo menos 75 mil militares, cifra que obligaría a cada
integrante de la infantería estadunidense a dedicar seis meses de
cada dos años al servicio en Irak.
Eso sería una carga difícil de sobrellevar
para Estados Unidos, particularmente cuando Washington tiene que enfrentar
otras crisis en Corea del Norte, Filipinas y, claro, la caza de Osama Bin
Laden.
El Departamento de Estado y el Pentágono también
están cuestionando la sabiduría de establecer regímenes
"democráticos" en Medio Oriente. Según esta política,
fomentada por los principales promotores de la guerra, establecer un régimen
"democrático" en Irak podría generar cambios similares en
otros países del Medio Oriente y eso garantizaría mayor estabilidad.
El propio Bush expresó esta perspectiva en un discurso
ante el American Enterprise Institute hace una semana. "Un nuevo régimen
en Irak serviría de ejemplo dramático e inspirador de la
libertad para otros países en la región", aseveró.
Sus funcionarios han sugerido que gobiernos democráticos podrían
florecer en otros países de la región, empezando por Siria
e Irán, pero también Jordania, Arabia Saudita y Egipto.
Empero, esa conclusión es cuestionada por el informe
secreto del Departamento de Estado. El análisis señala que
65 millones de adultos en Medio Oriente son analfabetos y que 14 millones
son desempleados. En este contexto, sostiene el informe, "la democracia
liberal sería difícil de lograr".
Además, si se realizaran comicios democráticos
en algunos de estos países, el resultado probable serían
gobiernos fundamentalistas islámicos hostiles a Estados Unidos.
Aun en Arabia Saudita, uno de los aliados más cercanos
de Estados Unidos en la región, los resultados no serían
nada parecidos a lo que calcula Bush. "Analistas políticos dicen
que unas elecciones libres en Arabia Saudita probablemente serían
ganadas por musulmanes fundamentalistas hostiles a Estados Unidos, con
lo cual se crearía el riesgo de un surgimiento de antiamericanismo
por las líneas de la revolución islámica de Irán
en 1979", advirtió el Washington Post esta semana.
"Cambios políticos conducentes a una estabilidad
más amplia y duradera en la región serían difíciles
de lograr por mucho tiempo", concluye el informe del Departamento de Estado.
VIENTOS DE GUERRA
Países "indecisos" deben manifestarse ya
En otro intento por obtener apoyo para atacar Irak, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, recordó este sábado el ataque con armas químicas lanzado hace 15 años por el líder iraquí Saddam Hussein contra la ciudad de Halabja, que provocó la muerte de miles de iraquíes kurdos.
Este ataque contra los kurdos, registrado en marzo de 1988, dijo Bush durante su programa semanal de radio, da una idea al mundo de los crímenes que Hussein está dispuesto a cometer y del tipo de amenaza que representa.
"Familias enteras sucumbieron en su intento por huir de las nubes de gas mostaza o neurotóxicos que caían del cielo", y entre los que sobrevivieron hay muchos que todavía padecen las consecuencias, aseveró. Añadió que "Hussein se encuentra entre los dictadores más crueles del mundo y posee armas terroríficas".
Ante esto, afirmó, existen pocas razones para esperar que Saddam Hussein se desarme. Por lo mismo, sostuvo, su administración continúa las negociaciones en Naciones Unidas para forzar al líder iraquí a desarmarse.
"Para el gobierno de Estados Unidos y para la coalición que encabezamos no hay duda. Enfrentamos un peligro creciente para protegernos, para eliminar la protección a los terroristas y para preservar la paz mundial", afirmó.
Instó nuevamente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a actuar frente a la amenaza de Hussein. Explicó que puede citar varios ejemplos, como los de Bosnia, Ruanda o Kosovo, donde la falta de acción del consejo condujo a una tragedia.
Para el mandatario estadunidense, ha llegado el momento de "demostrar si las declaraciones en favor de la libertad y la seguridad son palabras o convicciones que están dispuestas a respetarse".
Así, Bush retó a los países que se han abstenido de manifestarse en favor de un eventual ataque bélico para desarmar a Irak a mostrar sus verdaderos principios. (AFP Y DPA)
VIENTOS DE GUERRA
Divide Bagdad el país en cuatro distritos militares para enfrentar la agresión
Marchan decenas de miles de iraquíes por la paz
Saddam Hussein "coopera cada vez más", dice el Kremlin luego de conocer informe
AFP, DPA, PL Y REUTERS
Bagdad, 15 de marzo. Decenas de miles de iraquíes tomaron hoy las calles de esta capital y de otras ciudades provinciales para manifestar su rechazo a los planes de guerra de Estados Unidos contra su país, con proclamas de "No a la guerra y por la paz" y "No a la guerra por el petróleo".
No obstante, el régimen iraquí entró en pie de guerra al emitir un decreto para dividir al país en cuatro distritos militares bajo mando de Saddam Hussein, al tiempo que invitó a los jefes de inspectores de armas de Naciones Unidas a visitar Bagdad para discutir temas pendientes sobre el desarme.
En la capital hubo enormes embotellamientos ante las manifestaciones convocadas por las ramas locales del gobernante Partido Baaz y por sindicatos, las cuales se ex-tendieron a Najaf y Kerbala, al sur, y Tikrit.
Entre los manifestantes destacaban jóvenes, líderes tribales, estudiantes y militantes armados con uniforme verde, con llamados también de apoyo a Hussein y consignas que rezaban "Con ayuda de Dios venceremos", o "Irak está defendiendo a los árabes en la primera línea de frente y con todos los medios".
También una treintena de mujeres del cuerpo paramilitar de los Fedayines de Saddam, vestidas de negro y con el rostro cubierto por mantos, quienes exhibían cinturones con explosivos alrededor del pecho para mostrar su disposición a cometer atentados suicidas contras las fuerzas estadunidenses.
Al tiempo que Hussein supervisaba los preparativos militares con la promesa de "infligir una derrota" a Washington, Irak emprendió nuevos esfuerzos en favor de la paz al entregar a los inspectores de desarme de la Organización de Naciones Unidas (ONU) otra lista de 183 científicos que trabajaron en el ámbito del armamento químico, confirmó el organismo mundial en Bagdad.
La lista fue entregada a la Comisión de Vi-gilancia, Verificación e Inspección, con 183 nombres, pues el organismo había considerado insuficiente la lista anterior de 132 personas, al subrayar que en sus archivos tiene los nombres de al menos 325 científicos relacionados con esos programas.
Asimismo, Bagdad destruyó otros tres misiles Al Samud 2, una lanzadera y distintos componentes utilizados para su fabricación. Además, los inspectores revisaron seis instalaciones iraquíes, entre ellas una planta en El Qaqaa, 50 kilómetros al sur de la capital, y un depósito farmacéutico en Rashidia.
Destaca la invitación iraquí a los jefes de inspectores de la ONU, Hans Blix y Mohamed el Baradei, para que viajen "tan rápido como sea posible" a Bagdad para dialogar sobre una "aceleración" de la cooperación en el desarme en todas las áreas pendientes.
Blix señaló que el lunes consultarán al Consejo de Seguridad sobre la invitación, haciendo la consideración de que hay "interés" en ello por parte del organismo, y agregó: "No creo que tengamos un panorama firme acerca de dónde se encuentra la invitación en este momento. Estamos estudiando su contenido y discutiéndola".
Por lo demás, Irak también envió una carta al secretario general de la ONU, Kofi Annan, en la que le pide que ese organismo despliegue de nuevo en su frontera con Kuwait a sus observadores, que en los días recientes comenzaron a ser replegados.
Reclamó su intervención para anular la decisión de retirar a los observadores y para que "reanuden su misión fijada por las resoluciones del Consejo de Seguridad, que consiste en impedir las violaciones fronterizas y vigilar cualquier acto de agresión que pudieran cometer las fuerzas estadunidenses concentradas en Kuwait".
Con todo, Hussein decidió dividir el país en cuatro zonas militares dirigidas por co-mandantes a sus órdenes. Por decisión del Consejo de la Revolución, la región central, que incluye Bagdad, quedó bajo el mando del hijo menor del mandatario, Qusai.
La zona norte será dirigida por el número dos del régimen, Ezzat Ibrahim, mientras que el sur estará bajo órdenes de Alm Hasan al Majid, influyente primo de Hussein. La región de Al Furat al Awsat, al sur de Bagdad, estará al mando de Mizban Jader Hadi.
Mientras, Amnistía Internacional estimó que las tropas estadunidenses que invadan Irak serán responsables de impedir un posible "baño de sangre" por luchas de sectas, pues no deberán hacerse de "la vista gorda" ante matanzas entre grupos étnicos y religiosos, considerando las divisiones que hay entre sunnitas, chiítas o kurdos, por ejemplo.
En tanto que Gran Bretaña restó importancia a la invitación iraquí a los jefes de inspectores para redoblar sus labores, e insistió en un ataque contra Irak aun sin una nueva resolución de la ONU, Rusia elogió el informe de Bagdad sobre los agentes químicos neurotóxicos VX como una muestra de que Saddam Hussein "coopera cada vez más".
En otro ámbito, se reportó el presunto suicidio de un infante de marina estadunidense en un campamento militar en el norte de Kuwait, el jueves 13. Las autoridades militares dijeron que investigaban el caso.
VIENTOS DE GUERRA
Euforia popular en la capital de la República
durante la segunda megamarcha por la paz
Miles de personas repudian los planes bélicos
de Estados Unidos
"Vivimos un momento monstruoso": Monsiváis
El acto devino en kermés de la sociedad civil
JAIME AVILES
La ciudad más poblada del mundo produjo ayer, paradójicamente,
una de las manifestaciones más pequeñas en el contexto de
la segunda megamarcha mundial contra la guerra que Estados Unidos y Gran
Bretaña están a punto de iniciar contra Irak. Unas 15 mil
personas, en su gran mayoría jóvenes universitarios, caminaron
desde el Zócalo hasta la glorieta del Angel, donde el acto político
se transformó en agradable kermés de la sociedad civil.
Pero antes de que tal sucediera, tomaron la palabra Carlos
Monsiváis, quien dijo que "vivimos un momento monstruoso y a la
vez estimulante", en tanto que don Samuel Ruiz leyó un mensaje más
bien parco.
En cambio, eufórica, la gente invadió los
prados y escalinatas del monumento porfiriano que glorifica el ideal de
la independencia y colocó decenas de carteles y mensajes en las
vallas de alambre dispuestas por la policía en torno de ese redondel
y frente a la embajada estadunidense, custodiada esta vez por granaderos
forrados de cascos, escudos y toletes, y no por elementos del cuerpo femenil,
como en aquel cercano entonces.
"Fox: te operaron de la columna, no de los güevos.
¡No a la guerra!", decía una cartulina. Otra en italiano repetía:
"Si a la pace, no alla guerra". Varias exigían en inglés:
"No war!". Un dazibao ("periódico mural", en lengua china)
de la Liga Espartaco recomendaba con gravedad geopolítica: "Defendamos
el derecho de Corea del Norte a tener armas nucleares". Y un letrero insólito,
sobre fondo rosa mexicano, pedía sin cortapisas: "Liberen a Gloria
Trevi".
¿Dónde quedaron los sindicatos?
Atraída
por el festival pacifista que consumió buena parte de la mañana
en el escándalo infernal del Zócalo -en el que participaron
los grupos Salón Victoria, Real de Catorce y Barro Rojo- hacia las
cuatro de la tarde, hora señalada para partir hacia la cita con
el resto de los pueblos del mundo, la gente no daba la impresión
de ser una considerable muchedumbre. Había contingentes, claro está,
de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, grupos dispersos
de esa y de otras escuelas, una pequeña comitiva de las Comunidades
Eclesiales de Base, y palomillas espontáneas de jóvenes y
más jóvenes con las pancartas más disímbolas,
improvisadas en el último minuto.
Una muchacha bien proletas sostenía una
escoba entre cuyos popotes insertó un papel que gritaba con letras
de plumón rojo trazadas temblorosamente: "No a la guerra, sí
a la paz". Esa consigna vibraba en los pechos y espaldas desnudas de algunos
mocetones, vestidos sólo con pantalón de mezclilla y botas.
Abundaban los miembros de la comunidad punk con máscaras
antigás y peinados escultóricos, las chavas darketas
con los labios pintados de negro, los seguidores de la causa palestina
con sus pañolones como el de Yasser Arafat, pero entre ese derroche
de adolescencia no faltaban nutridos grupos de adultos pobres, muy pobres,
de las orillas capitalinas.
Poco antes de las 5 de la tarde, cansada de esperarse
a sí misma, la gente se puso en movimiento y se fue por Cinco de
Mayo, alebrestada por el eco de sus gritos y el suave y dorado brillo del
sol. Era frecuente oír esta pregunta: "¿Hay más raza
en Reforma?" Y la piadosa mentira que confortaba sin exactitud: "Hay un
chingo esperando frente a Bellas Artes".
Sin embargo, la columna vació la angostura de Cinco
de Mayo, se desvió en el Eje Central a la derecha, vadeó
el pastel de merengue más voluminoso de América Latina, siguió
por avenida Hidalgo, entre la Alameda, el museo Franz Mayer y la iglesia
de la Santa Vera Cruz, antes de invadir los carriles del Paseo de la Reforma
en dirección a Chapultepec, a la altura del estridente monumento
a la Cáscara de Plátano, mejor conocido como el Caballito
de Sebastián.
Al estirarse sobre la versión mexicana de los Champs
Elysées, la procesión comenzó a dejar enormes boquetes
entre contingente y contingente, como insinuando que en tales espacios
debían estar las mantas y los puños obreros del Sindicato
Unico de Trabajadores de la Industria Nuclear y del Sindicato de Trabajadores
de la UNAM, que ayer y anteayer insertaron generosos y entusiastas desplegados
en este diario para invitar a la manifestación, a la que, a saber
por qué, a fin de cuentas no asistieron.
Antimperialismo por regiones
Era muy notable, por contraste, el elevado número
de banderitas de Cuba estampadas sobre papel y pegadas con engrudo en torno
de palitos de madera como aquellos que usan los vendedores de algodón
de azúcar, así como banderas palestinas y carteles dirigidos
a Ariel Sharon y a su principal cómplice, el señor WC
Bush.
Una característica común de los símbolos
gráficos expuestos a la benévola brisa de la tarde era la
esvástica de Adolf Hitler, unida a los nombres de Bush, de Tony
Blair y de José María Aznar. La insultante prepotencia de
esos tres personajes ha permeado definitivamente la conciencia popular
y removido la memoria más antigua que los asocia con los nazis.
"¡De norte a sur, de este a oeste, pararemos esta
guerra, cueste lo que cueste!", fue quizá la consigna más
gritada, seguida de estas: "¡Bush, ojete, el mundo no es juguete!",
"¡Libros sí, bombas no!", "¡El mundo unido jamás
será vencido!", en torno de las cuales gemía una pancarta:
"¡No maten a Mariana!", aludiendo a una de las mujeres que integran
la delegación de escudos humanos mexicanos que se encuentra
en Bagdad.
"¡Ya vamos llegando y la embajada está temblando!",
coreaban algunos universitarios al pasar ante la glorieta de la palmera
de Niza, mientras en la del Angel varias niñas, vestidas de odaliscas,
danzaban mostrando el ombligo y arrullando el cuerpo al ritmo de un conjunto
de instrumentos musicales arábigos que eran interrumpidos por la
voz de una mujer culta que daba clases de historia desde el micrófono:
"Las bombas de Bush destruirán el palacio del rey
Nabucodonosor, caerán sobre las ruinas de Babilonia, borrarán
todos los vestigios de la cuna de la civilización, matarán
a miles y miles de hombres que todos los días van al trabajo, a
miles y miles de niños que asisten a las escuelas...", y tras este
recordatorio insoportable e inaceptable de lo que está a punto de
ocurrir, se reanudaba el agradable bailecito de las odaliscas.
Kermés de la sociedad civil
Poco a poco, a medida que desaparecía el sol y
se extinguían los gritos y el entusiasmo, la gente optó por
sentarse en el asfalto, organizarse en círculos con el único
fin de platicar o caminar en parejas y tríos observándose
a sí misma, al tiempo que venidos de la Zona Rosa con ese instinto
sin el cual no existirían los comerciantes, los vendedores de chicharrones,
de refrescos, de golosinas y de elotes colocaron sus mesitas en los carriles
de alta velocidad y aquello, en efecto, se transformó en una kermés
de la sociedad civil.
Distraída por las charlas, los encuentros y el
cansancio, esta crónica dejó de registrar lo que estaba aconteciendo,
hasta que de pronto reparó en que, desde el templete, una voz estaba
entonando con acompañamiento de guitarra viejas canciones de Paco
Ibáñez y famosas coplas de la guerra civil española
adaptadas al escenario iraquí, pero entonces un aplauso se levantó
desde todas partes porque se fue la luz y el pobre cantor de nuestros días
fue obligado por esa contingencia a dejar de deleitarnos con su persistente
desafinación.
VIENTOS DE GUERRA
Los opositores a la guerra en Irak demandan un "cambio
de régimen" en EU
Coreando "no a la sangre por petróleo", miles
de personas rodean la Casa Blanca
Bush juega a "vaqueros contra indios en Medio Oriente":
el preso político Leonard Peltier
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 15 de marzo. Coreando "no a la sangre
por petróleo", más de 70 mil manifestantes rodearon la Casa
Blanca por tres flancos, demandando que el presidente George W. Bush detenga
sus planes de una guerra contra Irak.
Decenas de miles más se congregaron en San Francisco
y otras ciudades alrededor del país en lo que muchos creen que será
la última oportunidad de expresarse antes de que Estados Unidos
estalle la guerra.
En
la marcha de Washington los manifestantes portaron pancartas y mantas condenando
el rumbo bélico del gobierno, la arrogancia del ocupante de la Casa
Blanca y demandando un "cambio de régimen" en Estados Unidos.
"Liberen América", "Destituyan a Bush" y "Fondos
para escuelas, no para guerras" figuraron entre los mensajes llevados por
la concentración, que en ciertos puntos contaba con 40 personas
de ancho rodeando la residencia del presidente por más de dos horas.
El reverendo Jesse Jackson, el ex procurador general Ramsey
Clark y decenas de otras figuras, estuvieron entre los oradores ante un
mitin de dos horas que se celebró antes de la marcha. "Un pequeño
grupo de personas ha tomado el gobierno del pueblo de Estados Unidos",
dijo Clark, quien trabaja con la coalición ANSWER, una de las principales
organizadoras de esta accion. "Están deshaciendo la Carta de Derechos,
cometiendo altos crímenes de guerra contra la paz".
Al aproximarse la guerra, miles de grupos y organizaciones
diversas se han sumado al movimiento de paz, como Sindicalistas Estadunidenses
contra la Guerra, la Asociación Nacional de Granjeros Negros (representando
a 66 mil miembros) y agrupaciones con nombres como "Doctores y enfermeras
contra la guerra", "Madres contra la guerra", "Judíos por la paz
en Palestina e Israel", "Veteranos por la paz" y "Estudiantes contra la
guerra" han florecido y sus voceros hablaron ante un podio erigido junto
al obelisco distintivo del Monumento a Washington.
El
prisionero político y líder indígena estadunidense
Leonard Peltier envió un mensaje desde su celda a esta manifestación,
donde acusó a Bush de estar jugando a "los vaqueros contra indios"
en el Medio Oriente. Señaló que el gobierno estadunidense
se había robado tierras indígenas en este país para
controlar los recursos naturales, y por lo tanto, señaló
que los indígenas saben mejor que muchos que "el petróleo
de Irak es la clave" en esta crisis.
"El pueblo iraquí no es diferente que los pueblos
indigenas en cualquier parte... respeten su soberanía", agregó
Peltier, quien ha sido declarado como prisionero de conciencia por Amnistía
Internacional.
Muchos manifestantes portaron banderas estadunidenses
para expresar que su disidencia era un acto patriótico, y en contraste
a algunas protestas, fue evidente que muchos crearon sus propias pancartas
y mantas: "Petróleo: el crack de nuestra nación", "Orgulloso
de ser estadunidense... hasta ahora" y "Los hombres verdaderos saben cuándo
retirarse" fueron algunas de las miles que se pudieron ver.
Hubo una pequeña contraprotesta con menos de 50
personas coreando "USA" y promoviendo un boicot de productos franceses,
pero su presencia fue infinitamente minúscula al pasar la gran marcha
de decenas de miles. En estos últimos días se han realizado
marchas y mítines de apoyo a las políticas bélicas
de Bush con cientos de personas, como ayer en Atlanta, y antes en Pittsburgh,
convocadas por programas de radio derechistas.
Pero los cantos de "paz" y "vive la France" de los manifestantes
contra la guerra abrumaron el espacio verbal a lo largo del día
y las fuerzas por la paz han ahogado las expresiones contra ellas. Pero
al sentir que la guerra cada día es más inminente, el recién
nacido movimiento de oposición al conflicto está acelerando
sus expresiones de protesta todos los días.
El viernes un grupo de manifestantes que incluyó
al ex presidente de la Bolsa de Valores de San Francisco, Warren Langley,
fueron arrestados en el centro del distrito financiero de esa ciudad al
protestar contra la guerra. Ese mismo día, un pequeño grupo
de pacifistas fueron detenidos en las escalinatas del Capitolio y este
lunes un grupo mucho más numeroso intentará interrumpir la
apertura de una sesión del Congreso para protestar por el fracaso
de la Legislatura en realizar un debate mucho más amplio sobre los
méritos de la guerra.
El
domingo también se realizará una vigilia con luz de velas
en esta capital, como parte de una acción mundial de "Vigilias por
la Paz" que se iniciará en la tarde en Nueva Zelanda y continuará
alrededor del mundo con más de 2 mil 800 ceremonias en más
de 100 países, incluyendo México.
Un aspecto de estas protestas es el enfoque sobre las
consecuencias de una guerra no sólo para el pueblo de Irak, sino
para el estadunidense.
"Hay hoy día una guerra en tu pueblo, en tu comunidad,
una guerra contra ti y contra mí, sobre los estadunidenses que no
tienen chamba, que no tienen educación, ni salud, contra
aquellos que se atreven a ser disidentes", declaró ayer en este
mitin Joyceln Williams, presidente de la central sindical de Washington.
"Ustedes son los reales patriotas de Estados Unidos" dijo a los miles de
manifestantes. "Hay que liberar a nuestro propio país".
VIENTOS DE GUERRA
Los manifestantes se concentraron en bases militares
y embajadas estadunidenses
El "No a la guerra" cubre el mundo
Solidaridad con los pueblos iraquí, palestino
y colombiano, "víctimas del imperialismo"
AFP, DPA, REUTERS Y PL
Sydney, 15 de marzo. Nuevamente el "no" a la guerra
se hizo escuchar este sábado en todo el mundo en diversas manifestaciones
que reunieron a cientos de miles de personas ante un eventual ataque de
Estados Unidos contra Irak, siendo ésta la segunda jornada de protestas
masivas, después de la realizada el 15 de febrero pasado.
Los pacifistas de Asia fueron los primeros en salir a
las calles. En Australia hubo miles de manifestantes, sobre todo en Sydney
y Melbourne. Unas 10 mil personas se congregaron en el centro de Tokio,
capital de Japón, para expresar su rechazo a los planes estadunidenses
y el apoyo del gobierno japonés a una acción militar contra
la nación petrolera. Unos 5 mil 500 japoneses se congregaron en
Naha, en la isla de Okinawa, donde está el mayor número de
tropas estadunidenses en este país.
Al
menos 2 mil surcoreanos lanzaron palomas de papel al cielo en el centro
de Seúl, mientras 300 manifestantes en Hong Kong se pusieron barriles
de petróleo simulados, sugiriendo que el "oro negro", y no el desarme
de Irak, es el verdadero motivo de la guerra.
En Tailandia, mil personas protestaron frente a la oficina
de la Organización de las Naciones Unidas en Bangkok.
Decenas de miles de yemeníes respondieron al llamado
del presidente Ali Abdullah Saleh para participar en las manifestaciones
contra la guerra.
Por lo que respecta a Europa, las manifestaciones también
fueron numerosas. En Italia, cientos de miles de personas (más de
400 mil, según la policía, 700 mil, de acuerdo a los organizadores),
se congregaron en Milán contra una posible ofensiva en Irak.
En Francia, 55 mil personas según la policía
y entre 60 mil y 80 mil según los organizadores, caminaron por las
calles de .
Mientras, en Alemania, cerca de 100 mil personas con velas
formaron una fila de 35 kilómetros a la que bautizaron como la "Cadena
de la luz" en Berlín. Por la tarde, la policía disolvió
una manifestación ante la entrada principal de la base aérea
de Estados Undios en el aeropuerto de Franckfort.
En Gran Bretaña se convocaron actos de protesta
en numerosas ciudades, entre ellas Leeds y Newcastle. Unas 28 mil personas
también expresaron en Bruselas, Bélgica, un rotundo "no"
a un conflicto armado en Irak, así como su solidaridad con el pueblo
iraquíy otros, como el palestino y el colombiano, que "están
sufriendo guerras imperialistas".
Enarbolando
pancartas con frases como "Estadunidenses, vuelvan a casa" o "¡No
a la guerra!", unas 5 mil personas protestaron en Iskenderun, puerto del
sureste turco utilizado por Estados Unidos para desembarcar material militar
con vistas a una intervención militar en Irak, informó la
cadena de televisión privada NTV.
Alrededor de 2 mil grecochipriotas se dieron cita ante
la sede de la misión diplomática estadunidense en Nicosia,
convirtiéndose en la movilización antibélica más
importante que se ha producido en la historia de esta isla.
En Portugal se realizaron varias manifestaciones en favor
de la paz. En Atenas, Grecia, cerca de 15 mil personas se manifestaron
contra una posible guerra contra Irak, acompañados por una gigantesca
reproducción del Guérnica de Pablo Picasso contra la guerra.
Mientras tanto, en Medio Oriente, cerca de 8 mil palestinos
desfilaron en la franja de Gaza y Cisjordania. En Egipto, 300 personas
se reunieron en la Universidad de El Cairo. Muchos estudiantes se rehusaron
a participar, al decir que aunque se rechacen las políticas estadunidenses
y se opongan a una guerra en Irak, ni Estados Unidos ni el gobierno egipcio
los escuchan.
En Líbano los organizadores informaron que miles
de personas participaron en la protesta que reunió a miembros del
Partido Nacionalista Social Sirio, el Partido Baaz de Irak y algunas facciones
palestinas pro-sirias.
En Canadá, unas 250 mil personas se manifestaron
en Montreal, según los organizadores.
Mientras tanto, en Guatemala, decenas de activistas humanitarios,
ex rebeldes izquierdistas y defensores de los derechos de la mujer realizaron
una protesta frente a la embajada de Estados Unidos en rechazo a la guerra.
Tres
desconocidos bajaron la madrugada del viernes una bandera de Estados Unidos
y la quemaron en Honduras, luego de que, fuertemente armados, neutralizaran
a un guardia de seguridad en la Plaza de las Américas, al este de
Tegucigalpa.
Medio centenar de ciudadanos de Estados Unidos y de El
Salvador protestaron frente a la embajada estadunidense en este país
para rechazar una guerra contra la nación árabe.
Más de 50 mil personas se manifestaron en Sao Paulo,
según la policía. Los manifestantes enarbolaron pancartas
con fotos de Bush con bigote de Hitler.
En Chile, más de 500 manifestantes marcharon en
Santiago y se congregaron ante el palacio presidencial de La Moneda para
rechazar una inminente guerra en Irak.
VIENTOS DE GUERRA
Hubo manifestaciones en todas las provincias; mañana
se reúnen Aznar, Bush y Blair
Millones de españoles: no a la guerra
Rodríguez Zapatero aplaude el papel de México
y Chile en el Consejo de Seguridad
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 15 de marzo. Bajo las consignas de "No
a la guerra" y "Paremos esta guerra contra Irak", millones de personas
se manifestaron hoy en las principales ciudades españolas, en lo
que fue la segunda movilización mundial contra los planes belicistas
de Estados Unidos, Gran Bretaña y España.
La gran manifestación se llevó a cabo un
día antes de la cumbre que reunirá en las islas Azores, en
Portugal, al jefe del gobierno español, José María
Aznar; al primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, y al presidente
de Estados Unidos, George W. Bush, con la intención de poner "fin
a la vía diplomática" en el conflicto internacional y fijar
una fecha para el inicio de los bombardeos contra Irak.
Pero
"la voz del pueblo" español volvió a exigir que prive "la
fuerza de la razón y no las razones de la fuerza". Las concentraciones
se realizaron en las capitales de todas las provincias españolas,
de La Coruña a Málaga, de Palma de Mallorca a Tenerife y
de Santander a Cáceres, que bajo la convocatoria del Foro Social
Mundial y de la Plataforma Cultura Contra la Guerra reclamaron la dimisión
de Aznar y su gabinete, a quienes acusaron de "defender más los
intereses de Bush que los de los ciudadanos" de este país.
En Barcelona participaron unas 500 mil personas y en Madrid
un millón, según las organizaciones convocantes. También
hubo protestas en Bilbao, San Sebastián, Avila, León, Palencia,
Soria, Lugo, Ferrol, Córdoba, Valencia, Pamplona, Elche y Valladolid,
entre otras ciudades. Además, unas 10 mil personas se concentraron
frente a la sede del cuartel militar de Morón de la Frontera, en
Sevilla.
Al reclamo ciudadano de "No en nuestro nombre" también
se unieron líderes y representantes de todos los partidos políticos
del arco parlamentario, con excepción del Partido Popular (PP, en
el gobierno), así como sindicatos, asociaciones civiles y organizaciones
no gubernamentales, entre ellas Greenpeace, Amnistía Internacional,
Acción contra el Hambre y Ecologistas en Acción.
Las principales calles del centro de Madrid estaban repletas
de pacifistas. La marea humana abarrotó la Puerta del Sol, la calle
de Alcalá y el Paseo del Prado hasta la estación de Atocha.
La cabecera de la protesta, formada por actores y directores de cine, quedó
atrapada por la multitud que coreaba sin cesar lemas contra Aznar y Bush,
pero también entonaban la canción que se ha convertido en
el himno de este movimiento social, No a la guerra, que dice en
un fragmento: "no a la guerra, hagamos mejor lo que hace Lula en Brasil:
una guerra contra el hambre". Los manifestantes coreaban frases como "No
más sangre por petróleo", "Esto nos pasa por un gobierno
facha", "Se va a acabar, la dictadura de Aznar", "Dejadnos en paz", "Aznar,
idiota, eres un pelota" o "Aznar, dimite, el pueblo no te admite". Entre
la multitud se encontraba también un premio Nobel de Literatura,
el portugués José Saramago.
Entre las principles fuerzas políticas de oposición
al gobierno español se encontraban el Partido Socialista Obrero
Español (PSOE), la coalición Izquierda Unida (IU) y las centrales
sindicales Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores.
El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez
Zapatero, aplaudió el papel de México y Chile en el Consejo
de Seguridad de Naciones Unidas sobre la crisis iraquí. "Un abrazo
muy fuerte a los pueblos de México y Chile, porque hicieron posible
que sus gobiernos defendieran la paz", expresó Zapatero, y agregó
que "millones de españoles estamos pendientes de lo que hacen esos
dos países".
Rodríguez Zapatero y Gaspar Llamazares, líder
de IU, coincidieron en que el papel del Aznar en dicha reunión carece
de apoyo social.
El último esfuerzo diplomático que deben
realizar estos tres gobernantes es aceptar la legalidad democrática
y escuchar a los millones de ciudadanos europeos y del mundo que rechazan
sus planes de iniciar una guerra contra Irak, puntualizó Rodríguez
Zapatero.