El modelo económico vigente desde hace
dos décadas los empobreció: investigadores
Pierde ingreso de trabajadores dos tercios del valor
que tenía en 1980
Los salarios en la planta manufacturera han caído
40 por ciento, señalan académicos de la UAM
En la industria maquiladora la reducción
es de 7 puntos porcentuales, según un estudio
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
La transformación de la economía mexicana
iniciada en los años 80 con base en un modelo de apertura y liberalización
que se mantiene vigente dejó como clara perdedora a la población
trabajadora, que percibe ahora el equivalente a una tercera parte de lo
que devengaba hace 20 años, estableció un grupo de investigadores
que se dedicó a analizar el efecto de las reformas en el mercado
laboral.
"El saldo de 20 años de reformas es claramente
negativo para los trabajadores", apuntaron Carlos Salas y Eduardo Zepeda,
profesores de los departamentos de Sociología y Economía,
respectivamente, de la Universidad Autónoma Metropolitana, quienes
participaron en el estudio conjunto La situación del trabajo
en México 2003, un amplio diagnóstico sobre la situación
laboral del país a dos décadas de iniciadas las transformaciones
que modificaron el esquema de desarrollo orientado al mercado interno por
la apertura al exterior.
Algunos
datos revelan el deterioro de la posición de los trabajadores del
país en el periodo. Como apuntan Salas y Zepeda, el salario mínimo
actual representa tan sólo una tercera parte del monto pagado en
1980. Los salarios de jurisdicción federal son equivalentes, en
términos reales -descontado el efecto de la inflación-, a
la mitad de los prevalecientes en 1980. En tanto, los sueldos y salarios
pagados en las grandes plantas manufactureras han caído a menos
de 40 por ciento del nivel de 1990 y las remuneraciones en la maquila disminuyeron
7 por ciento en estos años.
El estudio, en el que participaron 21 especialistas, fue
auspiciado por el Instituto de Estudios del Trabajo, organismo independiente
fundado en 2002 por iniciativa de sindicalistas, académicos y con
el apoyo del Centro Americano para la Solidaridad Sindical Internacional,
perteneciente a la central estadunidense AFL-CIO.
En el balance de dos décadas de reformas estructurales
se deja claro que los argumentos de los gobiernos y empresarios que favorecieron
la apertura económica no se han cumplido: los trabajadores no cuentan
con mayores ingresos, la pobreza no ha disminuido y la desigualdad en la
distribución de la riqueza es creciente.
Enrique Hernández Laos, profesor-investigador del
programa de doctorado en ciencias económicas de la UAM y uno de
los más reconocidos investigadores en temas sobre la pobreza en
el país, anota que durante los 20 años previos al inicio
de las reformas, los ingresos reales per cápita de los hogares en
México se acrecentaron de manera dinámica y sostenida, al
tiempo que disminuyó la desigualdad económica y se abatió
la pobreza.
Apunta que los cambios en el modelo económico impuestos
después de la crisis de la deuda de los años 80 y que estaban
orientados a insertar a la economía mexicana en el proceso de globalización,
revirtieron "las tendencias previas, acrecentando la concentración
del ingreso y la pobreza durante la década de los 90".
El especialista señala que en la década
de los 90 el ingreso promedio anual per cápita de los hogares pasó
de 18 mil 610 pesos en 1989 a poco más de 23 mil pesos en 2000,
2 por ciento anual.
Ese crecimiento fue significativamente menor que el 3.5
por ciento alcanzado en los años 60 y 70, establece el investigador.
"Resulta claro que hasta antes de la entrada del país
en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, los ingresos
por persona se elevaron a una tasa de 3 por ciento anual entre 1989 y 1994.
A partir de entonces y hasta finales de la década pasada (1994-2000),
tales ingresos por persona sólo crecieron a una tasa anual promedio
de 1.1 por ciento, es decir, la tercera parte del crecimiento alcanzado
en el lustro previo a la puesta en marcha del TLCAN", señala.