VIENTOS DE GUERRA
Sobre lo divino y lo inhumano
Amenamente estaban Bush, Blair y Aznar charlando sobre lo divino y sobre lo inhumano, seguros y tranquilos en su papel de poderosos hechiceros, expertos en trucos de trilero y conocedores en méritos de todas las trampas de la propaganda engañosa y de la falsedad sistemática, cuando en el despacho oval, donde se encontraban reunidos, irrumpió la terrible noticia de que Estados Unidos de América del Norte había dejado de ser la única gran potencia mundial. Antes de que Bush pudiera asestar el primer puñetazo en la mesa, vuestro presidente, José María Aznar, se dio prisa en declarar que esa nueva gran potencia no era España. Te lo juro, George, dijo. Mi Reino Unido tampoco, añadió rápidamente Blair para cortar la naciente suspicacia de Bush. Si no eres tú y tú no eres, Ƒquién es entonces?, preguntó Bush. Fue Colin Powell, mal creyendo él mismo en lo que estaba pronunciando su propia boca quien dijo: La opinión pública, señor presidente.
JOSE SARAMAGO