REPUBLICA DE PANTALLA
Jenaro Villamil
La guerra más impopular
La derrota de la hegemonía moral y simbólica
de Estados Unidos
La difícil reforma a la Ley Federal de Radio
y Televisión
LA SEGUNDA JORNADA mundial de movilizaciones contra
la guerra y el veto más importante, el de la opinión pública
mundial, han creado un callejón ciego para el fundamentalismo geopolítico
que gobierna en la Casa Blanca. Antes de lanzar una sola de sus "bombas
de racimo" contra la población iraquí y de cumplirse el plazo
límite del 17 de marzo, esta guerra ya se convirtió en la
más impopular de la historia reciente y en el intento más
ostentoso de humillar la soberanía de todas las naciones que no
estén con el "sí" de George W. Bush.
NI LAS RECIENTES APARICIONES del gobernante republicano
en plan de cowboy arrogante ni las bravuconadas de su vocero Ari
Fleisher ni la inducción del miedo y la ansiedad bélica que
despliegan las grandes agencias informativas estadunidenses, mucho menos
el intento vergonzoso de callar al star system de Hollywood en la
próxima entrega de los Oscar (algo que ni al propio José
María Aznar se le ocurrió: limitar a "45 segundos" el discurso
de cualquiera de los premiados que serán vistos por una audiencia
mundial de cerca de 200 millones de televidentes) ni la francofobia rampante
y todas las fobias que patrocinan mercaderes del sensacionalismo, como
Robert Murdoch (el magnate dueño de la Fox News y de decenas de
pasquines) han podido evitar la exhibición del fracaso anticipado
del eje bélico.
EN
LOS HECHOS constituye la muestra más clara de la decadencia
hegemónica de Estados Unidos como líder internacional. Podrá
ser la potencia militar indiscutible -y por eso mismo, la más peligrosa-,
pero ya no es el eje cautivador. La efectividad de la reacción anticipada
del movimiento antibélico fue mayor que la capacidad de intimidación
de la nomenklatura estadunidense. Sólo las simplificaciones
antihistóricas de opinadores con vocación de mercaderes o
los temores de un sector empresarial franquiciado mentalmente pueden creerse,
por ejemplo, que si México vota con Estados Unidos, Gran Bretaña
y España recibirá beneficios y postergará represalias.
¿Cuántos ejércitos y recursos necesitará Washington
para pasar de la "decepción" y la humillación anticipada
de la diplomacia a la coacción directa en todo el mundo para "castigar"
a las naciones que han dicho no a su guerra unilateral? ¿Acaso ha
demostrado en algún momento de la historia reciente el gobierno
republicano de Bush que está dispuesto a modificar su visión
de traspatio que tiene de México?
EL DAÑO PARA EL GIGANTE militarista está
hecho, con o sin el voto de México en el Consejo de Seguridad. La
transformación imagológica y simbólica es impresionante:
no es Saddam Hussein el dictador incontrolable con armas de destrucción
masiva el enemigo de la opinión pública mundial, sino George
W. Bush y Estados Unidos con su arsenal de armamento nuclear (ese sí
sin verificación internacional), con su larga historia de vetos
en el Consejo de Seguridad para solucionar el conflicto palestino-israelí
(como brillantemente nos recuerda el periodista Robert Fisk en La Jornada,
15-marzo-03, p. 30), con altas dosis de ántrax de discurso fundamentalista,
que sólo se creen personajes de opereta o funcionarios menores como
nuestro secretario de Salud, Julio Frenk, que "prepara" a la nación
para una posible guerra bacteriológica. Ni un comando de tacos de
suadero es más intoxicante que toda esta demagogia inductora de
las "sustancias impuras" que nos invadirán si no apoyamos los designios
de Bush.
LA GUERRA MAS IMPOPULAR de la historia tiene ya
trincheras claramente establecidas en el ámbito mediático.
Las derrotas no son menores:
A) EN GRAN BRETAÑA, por ejemplo, sólo
15 por ciento de los ciudadanos consultados por la BBC esta semana están
de acuerdo en que su país siga a Estados Unidos en una guerra sin
el aval de la ONU. En territorio estadunidense, según CNN, 52 por
ciento de los consultados rechaza la guerra unilateral, pero otras encuestas
demuestran un descenso de los índices de aprobación del presidente,
que cayeron de 70 a 60 por ciento, según el instituto Public Opinion
Strategies. En España, las cifras se disparan entre 80 y 90 por
ciento contra la posición que ha adoptado el gobierno de José
María Aznar. En México los noticiarios televisivos y las
encuestas presidenciales revelan que 70 por ciento de connacionales opina
que el país debe votar por el "no" a la contienda.
B) ANTE LA AUSENCIA de acción bélica
para una video-guerra, las grandes televisoras han documentado como nunca
la diplo-guerra, es decir, la cerrada contienda en el campo diplomático
que va perdiendo ostensiblemente Estados Unidos. Primero fueron Francia
y Alemania, la "vieja Europa" como los anatemizó Donald Rumsfeld,
los que pusieron en jaque al eje belicista. Después se sumaron Rusia
y China -ambas con capacidad de veto, al igual que Francia en el Consejo
de Seguridad- y, por si fuera poco, la potencia asiática se ha convertido
en el mayor exportador de productos hacia territorio estadunidense. La
Liga Arabe y Turquía han rechazado el papel de portaviones anglo-estadunidense
en Medio Oriente. Polos tan opuestos como El Vaticano e Irán han
dicho "no" a la guerra de Washington. Esa guerra religiosa no es la suya.
COMO BIEN SUBRAYO el escritor Carlos Monsiváis
en una entrevista con Radio Red este sábado 15 de marzo, la guerra
diplomática de Washington consiste en "la presión que inventa
la importancia de un país para después humillarlo". Esta
ha sido la constante durante una semana, en la cual el gobierno mexicano
sigue en el filo de la navaja sin tomar una decisión clara, firme
y razonada de cara a los mexicanos que han rechazado la guerra unilateral.
La indecisión sólo alienta los afanes de humillación
y presión.
C) LA INTERNET SE ha transformado en auténtico
instrumento de movilización, contradiscurso y protesta dentro y
fuera de Estados Unidos. Los ciberpacifistas ya no son un ejército
virtual. Por el contrario, han demostrado su efectividad para "bombardear"
con e-mails la Casa Blanca, para convocar y aglutinar a millones
de ciudadanos globalizados, para detonar iniciativas artísticas,
como el Proyecto Lisístrata que conjuntó a cientos de actores
y actrices de todo el mundo, y hasta para informar con mayor puntualidad
que los medios electrónicos tradicionales. El papel de las redes
ciberpacifistas constituye la gran diferencia cualitativa con los movilizados
contra la guerra de Vietnam en los años 70 y contra el antecedente
inmediato de la Guerra del Golfo en 1991. Ni el Acta Patriótica
ni la FBI han podido frenar esta ola.
D) EL MUNDO interdependiente económicamente
no aguanta la incertidumbre. El virus del rumor y la especulación
han operado en favor del "no" a la guerra. Así lo han declarado
desde un financiero como George Soros hasta decenas de premios Nobel de
Economía de Estados Unidos. Las bolsas internacionales, las divisas
y los mercados de futuros se han expresado contra una guerra porque representa
la sombra de una crisis económica mundial.
ESTA CRISIS ECONOMICA afecta, sobre todo, a los
grandes consorcios mediáticos. Para ellos, un bombardeo a Bagdad
no es negocio. Destinan ya más de un millón de dólares
diarios a la cobertura de un "espectáculo" incierto y pierden cientos
de millones de dólares en patrocinadores que no quieren verse involucrados
en una contienda impopular. Los problemas recientes de gigantes como Vivendi-Universal,
o de AOL-Time Warner documentan esta crisis y explican por qué muchas
cadenas televisivas y agencias informativas han dado tanta visibilidad
y repercusión a las marchas antibélicas.
Va la reforma a la Ley Federal de Radio y TV
FRENTE A LA OPERACION de la hernia en la columna
del presidente Vicente Fox y la multimillonaria multa contra el PRI, pasó
prácticamente inadvertido el inicio de las consultas en el Senado
de la República para impulsar la reforma a la Ley Federal de Radio
y Televisión. Las diferencias parecen concentrarse en un tema: la
posibilidad de crear un órgano regulador con plena autonomía
que regule la industria. Es decir, la creación de una especie de
"IFE de los medios". El PRI y buena parte de los senadores del PAN han
expresado que no apoyarán una reforma constitucional para impulsar
este organismo. Sin embargo, existen otras vías que no requieren
reforma constitucional -como se demostró en la Ley Federal de Transparencia
y Acceso a la Información Pública- para crear un órgano
autónomo.
Por lo pronto, un informe interno de las fuerzas en el
Senado -la cámara de origen donde se dictaminará y votará
la iniciativa de reforma- revela que existen 67 votos en favor de la reforma
contra 62. La clave que le puede dar el triunfo a las fuerzas reformistas
-encabezadas, entre otros, por el senador del PAN Javier Corral- es el
posible apoyo de un grupo de seis senadores del PRI que lidera Manuel Bartlett
y que están contra el veto que han propuesto personajes como Emilio
Gamboa Patrón (que algo sabe del poder de ser político y
concesionario).
Castañeda y su programa
CONFIRMADO: EL EX CANCILLER Jorge G. Castañeda
ya grabó su programa piloto para Televisa. Tuvo como invitados nada
más y nada menos que a Lino Korrodi. Dios los crea y el Amigate
los junta. Por lo pronto, el ex canciller ya disputa de tú a
tú con la big sister, Adela Micha, la portada de revistas
de chismografía social. ¿Qué se traerán entre
manos?