Persiste la mediatización por aplicar
programas arcaicos, señala especialista
Las escuelas mexicanas de música pueden avanzar
si adoptan la experiencia cubana
En México, ''la enseñanza es rígida
y no hay tantas sinfónicas para dar empleo''
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 12 de marzo. La
experiencia cubana en la enseñanza musical puede ayudar a ''detonar"
en las escuelas mexicanas las capacidades y talentos artísticos,
ahora mediatizados en programas arcaicos, estimó un especialista
de visita en Cuba.
Miguel Ordóñez (1963), profesor de guitarra
de la Escuela Nacional de Música (ENM) de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM), acaba de concluir un recorrido
de trabajo en La Habana, recabando propuestas para el proceso de revisión
de planes y programas de estudio de esa institución.
México mantiene una enseñanza musical ''acartonada,
completamente ajena a la práctica", en la que la noción de
música popular y la academia ''van por caminos totalmente distintos",
expresó Ordóñez a La Jornada.
Músicos apartados de la realidad
Graduado hace 20 años en la Escuela Nacional de
Música, autor e intérprete, Ordóñez ha trabajado
la guitarra en combinación con el oboe, la marimba y otros instrumentos
populares. En la escuela de la UNAM dirige un seminario de armonía
en la guitarra, en el que busca que los alumnos ''descubran las capacidades"
de esa herramienta y no la vean como un utensilio esquemático.
Opinó que las principales instituciones mexicanas
de enseñanza musical, el Conservatorio Nacional, la Escuela Superior,
la Ollin Yoliztli y la ENM, ''se dedican exactamente a lo mismo: a preparar
instrumentistas con base en un repertorio de unos 300 años, cuando
mucho".
Aunque haya grandes talentos en las escuelas, finalmente
se gradúan ''músicos encerrados en su torre de cristal, sin
ninguna relación con la realidad", señaló el experto.
Al concluir la carrera los egresados no pueden tocar ni en una cafetería,
dijo Ordóñez: ''así de rígida es la enseñanza
y no hay tantas sinfónicas en el país para emplearlos".
Dijo que le interesó la experiencia de Cuba, porque
su concepción educativa es ''amplia e incluyente", la música
popular tiene un papel activo y, por ejemplo, en el Instituto Superior
de Arte (ISA, la escuela universitaria del sector) hay una carrera especializada
en el tres (el instrumento típico del son, basado en tres pares
de cuerdas).
Pugnar por el intercambio académico
Otro contraste notable entre los dos sistemas educativos
es que en México cualquier joven con preparatoria puede aspirar
a una escuela de música. Aunque pase un propedéutico, su
estudio se inicia a los 18 años, cuando en Cuba a esa edad ya hay
concertistas que llevan una década de aprendizaje disciplinado.
Activo participante en la amplia consulta de revisión
de planes de estudio en la ENM, que concluirá a finales de año,
Ordóñez se lleva en la cartera una carta de intención
para elaborar un plan de cooperación e intercambio académico
entre la escuela de la UNAM y el ISA.
''La idea es que tratemos de buscar la formación
de verdaderos músicos, no de gente hábil y memoriosa", señaló.
Especialmente en el campo de la guitarra, la escuela cubana es ''sólida
y prestigiosa, tiene un origen catalán y ha seguido una línea
consistente desde principios del siglo XX, e incluye a figuras emblemáticas,
como Isaac Nicola."