CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Las piezas del líder panista
TARDE Y MAL pretenden los panistas hacer justicia respecto de su marranazo, sin tocar para nada la figura a quien estaban dirigidas las ganancias o los ahorros de la asociación civil Desarrollo Ciudadano.
EL ASUNTO HA pasado por varias oficinas de la burocracia panista sin que a la fecha queden en firme las sanciones a esa organización, cuyos líderes, a fin de cuentas, terminaron por ser los chivos expiatorios de la aventura financiera del panismo en el DF.
PARA GRAN CANTIDAD de personas el nombre de José Luis Torres Ortega era desconocido hasta que se dio a conocer el asunto del marranazo, y aún después pocas personas podían asegurar a ciencia cierta quién era el personaje, quien además de la asociación que presidía ya contaba con alguna historia tal vez turbia.
EN EL CONSEJO General del Instituto Electoral del Distrito Federal, José Luis Luege Tamargo, el presidente del PAN capitalino, decidió nombrar representante del partido que preside a Ramón Macías Cortés, hombre dedicado a las leyes y cercano, como es obvio, a su persona.
MACIAS CORTES GOZABA de buena fama, se le reconocía como buen abogado, aunque todos en el IEDF lo consideraban hombre intolerante con quien muy poco se podía acordar.
NO OBSTANTE, PARA nadie era desconocido que los desplantes del abogado estaban siempre avalados por la presidencia de su partido. Sin embargo, un día, sin mayores explicaciones Macías fue retirado del cargo por órdenes expresas de Luege.
ALGUN PROBLEMA DE enfoque político entre ambos personajes, dicen algunos, hizo que Luege hiciera sentir el peso de su poder a Macías, a quien hasta entonces consideraba un buen amigo.
PARA OTROS ANALISTAS del mismo partido la salida de Macías se debió principalmente a la necesidad de encontrar un puesto para esa pieza del mecanismo Luege que aún no hallaba acomodo.
ESA PIEZA ERA nada más ni nada menos que el propio José Luis Torres Ortega, cabeza visible del grupo recolector de fondos para la campaña presidencial de Santiago Creel, quien además fue secretario general del PAN-DF durante la primera gestión de Luege Tamargo.
LA OPERACION FUE burda. A Macías no le dieron ni las gracias, simplemente le anunciaron que ya había otra persona en su lugar y esa persona era Torres Ortega, para quien la fidelidad a Luege era su seguro de vida.
DESDE QUE EL asunto se dio a conocer Torres Ortega no pone un pie en el Instituto Electoral, pero muy pocos han notado su ausencia, porque nadie puede decir que fuera un hombre brillante.
TAL VEZ POR eso a la fecha las sanciones a los chivos expiatorios del mecanismo Luege no se han concretado y se empiezan a ahogar en el mar de la burocracia partidista, o tal vez porque si se llegan a descubrir todos los goznes del engranaje queden al descubierto algunos pecados del señor Luege y del mismo secretario Creel.
PERO ESO ES lo de menos. El IEDF ha prometido, cuando menos el consejero Huchim, investigar a fondo lo que pasó en esa organización política con el ahorro para el futuro. Ahora que si pasa lo mismo que con los Amigos de Fox, tal vez nunca se llegue a descubrir la verdad.
PARA NO DEJAR a nadie con la duda debemos decir que el antiguo representante del PAN ante IEDF, Ramón Macías Cortés, renunció a Acción Nacional, pero no se apure, de volada encontró trabajo en el PAS, donde funge como asesor del comisionado de ese organismo ante el mismo Instituto Electoral. ƑQué tal?