El Celam pide a México y Chile votar contra la ofensiva
Lagos, "frustrado" por la falta de un acuerdo en el Consejo de Seguridad
AFP, DPA, PL Y REUTERS
Santiago, 12 de marzo. El presidente chileno, Ricardo Lagos, admitió hoy que se siente un tanto "frustrado" ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para evitar una guerra en Irak, conforme a declaraciones hechas en un seminario del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam).
A su vez, el presidente del consejo episcopal, el obispo colombiano Jorge Jiménez, llamó a los gobiernos de Chile y México a que rechacen el proyecto de resolución que impulsan Estados Unidos y sus aliados de Gran Bretaña y España en la ONU para atacar a Irak.
Lagos explicó que hasta el momento todos los esfuerzos por la paz no han fructificado, y de ahí su temor de que la guerra se acerque. "Suponíamos que estábamos más cerca de alcanzar una solución, quedan muy pocas horas para seguir trabajando y lo haremos hasta el final", expresó.
El mandatario mantuvo su postura de no adelantar cómo votará su país en el Consejo de Seguridad, pero insistió en mantenerse en contra de la guerra y en favor de un desarme pacífico de Irak, y aseguró que las propuestas al diálogo se relacionan con este esquema, ya que Chile es partidario de que todo acuerdo se alcance mediante consenso.
Tras descartar que el gobierno de Saddam Hussein acepte las nuevas exigencias británicas de "dar muestras claras e inmediatas" de deshacerse de todas sus armas de extermino masivo, Lagos concluyó que sólo que ocurra "un milagro" se podría avanzar.
El obispo Jorge Jiménez señaló que los países latinoamericanos que ahora tienen un voto en el Consejo de Seguridad, como son Chile y México, "tienen una enorme y gran responsabilidad" y, por tanto, "tienen que votar en favor de la paz".
Apuntó que desde luego no es sencillo cambiar opiniones, pero que "la oración es muy capaz" y "la paz es un trabajo de todos los seres humanos para convivir dignamente, pero también es un don de Dios". Por ello, llamó también a los católicos a unirse al pedido del papa Juan Pablo II en contra de la guerra.
Por su parte, el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, sugirió al secretario general de la ONU, Kofi Annan, que convoque a una "reunión de alto nivel" entre los países comprometidos en la búsqueda de una salida pacífica a la crisis entre Estados Unidos e Irak como forma de evitar la guerra.
Lula, quien cree que bajo la autoridad moral y política de Annan la reunión puede convertirse en un importante "foro de debate" para una salida pacífica y multilateral, ha mantenido sus contactos telefónicos con otros gobernantes como su par francés, Jacques Chirac, y el angoleño José Eduardo dos Santos.
El presidente brasileño destacó haber encontrado "divergencias" entre los líderes en cuanto a la "mejor manera de alcanzar ese objetivo". Señaló que mientras algunos hablan de la necesidad de cambio de régimen, otros como Brasil están preocupados por las consecuencias políticas, económicas y humanitarias de la guerra y abogan por la continuación de las inspecciones.
El embajador cubano ante la ONU, Bruno Rodríguez, sostuvo que una guerra unilateral como la que se anuncia contra Irak tendría consecuencias globales devastadoras y marcaría el fin de la democracia en las relaciones internacionales, porque significaría un golpe letal para las Naciones Unidas.