Autora del libro Los viajes de mi cuerpo
Hombres y mujeres nacimos amordazados: Rosa Nissán
Racismo y liberación sexual, entre los temas que aborda
ARTURO JIMENEZ
La represión y la liberación sexual, el racismo y el clasismo son algunos de los temas que aparecen en la nueva novela de Rosa Nissán, Los viajes de mi cuerpo, en la que cuenta la historia del despertar erótico de una mujer de más de 40 años y presa de los prejuicios, con lo cual la escritora logra, a la vez, hacer una ''autobiografía" de su generación.
A esta ''personaja", llamada Lola Luna, se suma su amiga Olivia, también cuarentona y ''pasada de peso", pero que, en contraparte, disfruta libremente de su sexualidad. Otro personaje es Jerónimo, un mulato que será el detonador de las búsquedas de la protagonista.
''Lola Luna tiene todas las contradicciones entre lo que le enseñaron a ser y lo que quiere ser. Mantiene una lucha interna. Es una rebelde reprimida, acallada, amordazada", expresa en entrevista la autora de este libro editado por Planeta, y agrega:
''Desde antes de nacer ya estaba amordazada. Pero otros le ayudaron a irse quitando la venda de acá, de allá, hasta volver a mover y a sentir cada parte de su cuerpo: sus dedos, su tacto, sus ojos antes ciegos o que veían con los ojos de otros."
Y ante la enorme pecera de un restaurante del sur de la ciudad y luego de centrar su atención en un pez que ''vuela y danza" desplegando con libertad sus aletas-''alas", descubre:
''En este momento veo por primera vez esta imagen de Lola Luna amordazada. Si fuera dibujanta la hubiera vendado toda y que su piel comenzara a respirar. Pero lo terrible es que no es sólo su cuerpo, sino todo: sus pensamientos.
''Esta imagen es muy impactante para mí misma y hasta sentí el dolor de cuando quitan un yeso tras muchos meses de inmovilidad: cuesta mucho trabajo mover de nuevo todos los músculos. Es otro nacimiento. Todos somos Lola Luna, todos hemos nacido amordazados, hombres y mujeres."
Las gorditas y el jacuzzi
Acerca de Olivia, Rosa Nissán dice que en gran parte juega el papel de una mentora. ''Y Lola Luna -comenta- sí sabe ver a su maestra. El personaje Jerónimo, de un nivel sociocultural más humilde, también es un gran maestro para ella. Le enseña a conocer y gozar su cuerpo con amor, le enseña a conocer su país".
La narradora comparte: ''Esta novela me asusta. Todavía no tengo el valor para mostrársela a mis familiares". Sin embargo, no duda cuando dice desear que, luego de su lectura, ''muchas gorditas por fin se decidan a meterse al jacuzzi con su novio".
Acerca de ''la forma" de esta obra, comenta: ''Es una novela lineal, sencilla en cuanto a voces narrativas. Entra un personaje y luego otro, y así. En esta ocasión no hice cosas sofisticadas. Dije lo que tenía que decir y conservé el tono de principio a fin".
Nissán sale al paso de las clasificaciones: ''Esta no es una novela light porque hay muchas reflexiones sobre el cuerpo y las contradicciones humanas. Que sea contada con sentido del humor es otra cosa. Lo que pasa es que procuro usar un tono ligero para decir cosas que no lo son. Yo hablo de los cuerpos anestesiados de una sociedad judeocristiana que tiene miedo de su sexualidad".
-ƑPuede considerarse entonces como una novela feminista?
-Es una novela escrita por una mujer. Escrita por mí y no seré yo quien diga si lo es: ni lo niego ni lo afirmo ni nada. Es una novela escrita por una mujer de mi edad, de mis características, con mis prejuicios, temores, dolores, alegrías y ganas.