Joel Ayala quiere imponer nuevo comité ejecutivo

Acusan al dirigente de la FSTSE de querer destruir el sindicato del INEGI

FABIOLA MARTINEZ

En otro intento por destituir a la corriente democrática del sindicato del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), Joel Ayala Almeida, líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), solicitó al Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA) ordenar un nuevo proceso electoral en el organismo.

De acuerdo con el oficio 240 del TFCA, el también senador priísta promueve el asunto 9062 para intervenir abiertamente en la vida interna del sindicato del INEGI, con fundamento en el artículo 35 fracción 10 de los estatutos de la FSTSE.

Lo anterior con el objetivo de llamar a un proceso electoral que lleve a la destitución definitiva de Areli Hernández, reconocida hasta ahora por la autoridad laboral como secretaria general de los mil 500 sindicalizados del INEGI y quien en julio de 2001 ordenó el regreso a su adscripción de base de 70 empleados, quienes "fungían como aviadores en la FSTSE". De acuerdo con la versión del comité actual, Ayala pretende imponer por cualquier vía a Guilda Martínez.

El primer intento por cambiar al comité ejecutivo del sindicato fue truncado luego de que Guilda Martínez se desistió del proceso, según consta en el oficio del TFCA número 237 con fecha 4 de marzo de 2003.

Hernández afirma que existe una "clara relación de complicidad" entre la dirigencia de la FSTSE y el director del INEGI, Gilberto Calvillo Vives, para apoyar al grupo opositor.

El INEGI tiene una plantilla de 19 mil trabajadores a escala nacional, de los cuales sólo mil 500 son de base, 5 mil 500 de confianza y el resto eventuales. Actualmente, derivado del conflicto intersindical, no existe un comité en funciones, aun cuando la toma de nota correspondiente reconoce a Hernández. De hecho, ella y su comité no pueden ingresar a las oficinas centrales del instituto por órdenes estrictas del director.

El conflicto comenzó en julio de 2001, cuando Hernández, al tomar posesión de su cargo sindical, se pronunció por "hacer una limpia" al interior del sindicato y regresar a 70 aviadores de la FSTSE "que no promovían ningún beneficio ni para el sindicato ni para el instituto".

A partir de entonces -agrega la dirigente- comenzó un bloqueo sistemático por las autoridades del instituto. Un año después, en agosto 13 de 2002, logró presentar un pliego petitorio con los principales problemas que aquejaban a los trabajadores de base.

La autoridad se retiró de la mesa de negociación y enseguida "promovieron el divisionismo en el sindicato, porque el pliego petitorio implicaba recursos que el instituto no estaba dispuesto a aceptar, tales como aumento salarial, pago puntual de cotizaciones al ISSSTE, revisión al catálogo de puestos, integrar comisiones bilaterales y, en especial, basificar a 12 mil empleados eventuales que tienen esta condición desde hace más de 15 años".

Sin embargo, el 2 de diciembre un grupo de 13 trabajadores realizaron una supuesta convención nacional extraordinaria, en la cual decidieron destituir a todos los integrantes de la dirigencia que encabezaba Hernández, en tanto que la autoridad del INEGI dejó de canalizar las cuotas correspondientes y los desalojaron de la oficina sindical.