La nueva movilización en el Metro persigue ese fin, afirma

Encinas: busca Espino prolongar su cacicazgo

Pretende modificar estatutos y cambiar el nombre del sindicato, señala
No se presentó el líder a reunión con el STC Rechaza acusaciones

BERTHA TERESA RAMIREZ Y MIRNA SERVIN

El subsecretario de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas Rodríguez, acusó a Fernando Espino Arévalo de dar "un nuevo charrazo" al pretender prolongar su cacicazgo al frente del sindicato del Metro, tras 23 años de tenerlo bajo control. El funcionario agregó que una nueva relección del dirigente es el verdadero motivo de las presiones -como la movilización que encabezó el viernes pasado en el Zócalo- que el líder trata de ejercer contra el Gobierno del Distrito Federal.

Indicó que estas motivaciones se suman a razones de índole política, particularmente en lo que tiene que ver con el juicio de desafuero que está pendiente en la Cámara de Diputados y la búsqueda de una candidatura por el Partido Revolucionario Institucional en el estado de Michoacán.

No obstante, en el fondo de las presiones están una serie de cambios a los estatutos del sindicato del Metro para cambiarle el nombre, con la finalidad de que Espino Arévalo se pueda relegir un periodo más.

Encinas Rodríguez dijo que el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje notificó el fin de semana pasado a la dirección del Sistema de Transporte Colectivo-Metro de las modificaciones a los estatutos de la organización sindical para cambiar por segunda ocasión consecutiva el nombre del sindicato y así transformarlo de Sindicato Metropolitano de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo-Metro a Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo-Metro.

Agregó que de la misma forma se llevaron a cabo reformas estatutarias para ampliar el periodo sindical de tres a cuatro años del comité ejecutivo. El funcionario señaló que el significado de esto no es más que una prolongación del cacicazgo de Espino Arévalo al frente de la organización sindical. Recordó que desde 1978, cuando inició su primera gestión, Espino Arévalo se ha mantenido en el cargo en 1987 y en 1999 mediante una serie de acciones "leguleyas" y cambios estatutarios, particularmente por medio del cambio de nombre de la organización sindical, porque de acuerdo con la Ley de Trabajadores al Servicio del Estado, ningún dirigente sindical puede relegirse.

Por su parte, Espino Arévalo dijo "que es una cobardía de Alejandro Encinas escudarse en los medios de comunicación para hacer declaraciones que no le competen en nada a su persona, porque cualquier cosa que se haga dentro de la organización sindical es responsabilidad única y nada más de los trabajadores".

Señaló que la posibilidad de una huelga está latente en caso de que el GDF no resuelva la problemática que el sindicato ha planteado en tiempo y forma.

Agregó que "no le importa a Encinas si hay una relección o si se le cambia el nombre al sindicato, esa es cuestión meramente sindical, por lo cual yo le pido a ese funcionario que respete la autonomía de los trabajadores y que se atenga nada más a la problemática que le planteamos como patrón y gobierno de esta ciudad".

Mencionó que entre las demandas del sindicato está el pago de las cuotas sindicales, "que se nos pague puntualmente el día que se les descuenta a los trabajadores y no después de 10 o 12 días, porque ese tiempo corre con el afán de ahogarnos, y por otro lado jinetear las cuotas de los trabajadores", dijo.

Indicó que para reunirse con autoridades del GDF "primero es necesario ponerse de acuerdo para ver cuál es la mejor hora para vernos y también en qué condiciones nos vamos a ver y con quién nos vamos a entrevistar. Si nos mandan a Manuel Fuentes, que no resuelve nada, que su táctica es siempre dilatoria, de darle largas a los asuntos, pues de nada sirve que nos entrevistemos", concluyó.

Es de mencionar que Espino Arévalo no se presentó este lunes a una reunión que tenía prevista con el titular del Sistema de Transporte Colectivo-Metro, Javier González Garza, para desahogar los asuntos de carácter laboral pendientes.