VIENTOS DE GUERRA
Chile y otros países negocian propuesta para
que Bagdad pruebe que se está desarmando
Intenso cabildeo de Bush para obtener nueve votos en
el Consejo de Seguridad
Reitera Blix que los inspectores aún no encuentran
armas de destrucción masiva en Irak
DAVID BROOKS Y JIM CASON CORRESPONSALES
Nueva York y Washington, 10 de marzo. La Casa Blanca
reiteró hoy que obligará una votación en el Consejo
de Seguridad de la ONU esta semana para la resolución que fija un
ultimátum a Irak y con ello el inicio de la guerra, en un día
en el que el gobierno de George W. Bush continuó su intenso cabildeo
para lograr por lo menos nueve votos en favor de su resolución.
Pero el presidente Jacques Chirac afirmó en París
que Francia vetará una resolución que autorice la acción
militar. Mientras tanto, varios países miembros indecisos del Consejo
de Seguridad, encabezados por Chile, discuten una propuesta para enmendar
la resolución, al incluir la demanda de que Irak cumpla con una
serie de acciones de desarme antes de una fecha límite a mediados
de abril, ampliando un mes el plazo propuesto por Estados Unidos.
A pesar de estas maniobras, el juego diplomático
de Estados Unidos y Gran Bretaña es hacer todo lo posible para conseguir
por lo menos nueve votos en favor de su resolución, que establece
una fecha límite el 17 de marzo. Con ello, se argumenta, aunque
Francia o Rusia decidan vetar y nulificar la resolución, Washington
obtendrá un triunfo diplomático con el voto de mayoría,
con el cual podrá sostener que una guerra ya no sería un
acto unilateral.
Esta
tarde en Nueva York el Consejo de Seguridad se reunió en sesión
privada en lo que la Casa Blanca llamó "el fin del proceso diplomático",
y otros funcionarios calificaron de "la etapa final del juego" sobre Irak.
Gran parte del tiempo se dedicó a preguntas al jefe de los inspectores
de armas, Hans Blix.
Al término de la sesión, el jefe de inspectores
informó que su equipo estará en posibilidad de entregar al
consejo el documento de "tareas claves de desarme pendientes", marcando
lo que Irak debe hacer para cumplir con sus obligaciones la semana próxima.
Blix reiteró que hasta la fecha los inspectores no han detectado
armas de destrucción masiva en Irak.
Todo se enfoca en la fecha límite del 17 de marzo
establecida por el borrador de la propuesta promovida por Estados Unidos,
Gran Bretaña y España, la cual establece un ultimátum
para que Irak "demuestre su plena cooperación, incondicional, inmediata
y activa" para desarmarse y que todos entienden, aunque no está
escrito en la resolución, que si Bagdad no cumple marcará
el estallido de una guerra en su contra.
Pero aparte de los tres países que presentaron
la resolución y Bulgaria, ningún de los otros 11 ha declarado
públicamente su apoyo a la iniciativa. Así, la noticia del
día fueron las declaraciones no de votos, sino de vetos, como el
del presidente de Francia y la continua oposición expresada por
Rusia.
Sin embargo, las maniobras diplomáticas continuaron
y la Casa Blanca dejó entender que tanto el contenido como la fecha
límite no necesariamente son inalterables, aunque insistió
en que el voto de la resolución sí sería esta semana.
Como ha sido el caso en estos últimos días,
el enfoque está en los seis países miembros del Consejo de
Seguridad que aún no han declarado la tendencia de su voto: México
y Chile, Angola, Camerún, Guinea y Pakistán. Diferentes versiones
de la prensa calculan que de éstos, Estados Unidos logrará
o ya logró obtener el voto de cuatro, con los cuales tendría
ocho votos en favor de su resolución.
El juego, entonces, podría ser determinado por
los dos países latinoamericanos, y por ello, la presión sobre
sus gobiernos se intensifica constantemente.
En ese tenor, mientras Powell se entrevistaba hoy con
su par de Guinea, en Washington, el canciller francés Dominique
de Villepin realizaba una gira a las capitales de los tres países
africanos. Por otra parte, circulan versiones de que Gran Bretaña
está buscando ofrecer algunas concesiones en el texto de la resolución
para lograr mayor apoyo de los seis indecisos y evitar un veto de Francia
y Rusia. Esto podría incluir establecer criterios más concretos
para medir el cumplimiento de Irak, dijo el embajador británico
ante la ONU, Jeremy Greenstock, al concluir la sesión privada del
consejo. No descartó la posibilidad de ampliar el plazo establecido
algunos días más.
Y no es para menos. Algunos analistas señalan que
políticamente Londres necesita una resolución mucho más
que Washington, ya que el gobierno de Tony Blair está enfrentando
mayor oposición y nuevas señales de disensión en sus
propias filas por este asunto.
Pero, de acuerdo con algunos medios estadunidenses, el
gobierno de Chile y algunos otros países están negociando
una propuesta que establece que Irak debe cumplir con ciertos criterios
que permitirán evaluar si ese país se está desarmando
antes de 17 de abril.
De acuerdo con la BBC, si Chile se atreve a presentar
esta propuesta formalmente al Consejo de Seguridad creará una problema
para Washington, que tiene más de 200 mil soldados en Medio Oriente
y no desea esperar una mes más antes de lanzar la ofensiva. A la
vez, si esto se logra y obtiene el apoyo de la mayoría, Chile y
otros estarían desafiando a Washington. Con ello, si Estados Unidos
ataca a Irak, lo hará violando la voluntad del Consejo de Seguridad.
Pero Estados Unidos también ha señalado
desde un inicio que está dispuesto a tomar una acción con
o sin la autorización del Consejo de Seguridad. El vocero de la
Casa Blanca, Ari Fleischer, declaró que si el Consejo de Seguridad
no aprueba la resolución estadunidense, la ONU "ya no será
la agrupación internacional que desarmará a Irak, será
otra agrupación internacional la que lo haga".
Nuevamente este lunes la Casa Blanca reiteró que
si el Consejo de Seguridad no vota en su favor, será interpretado
como que "una vez más, el Consejo de Seguridad no está cumpliendo
con sus obligaciones". Al mismo tiempo, el gobierno de Bush continuó
enfatizando que hace todo lo posible para lograr nueve o 10 votos en el
consejo.
Así, el presidente Bush y su secretario de Estado,
Colin Powell, siguieron comunicándose con sus pares en varios países
en el transcurso del día, enfocándose en los países
miembros del Consejo de Seguridad.
A todo esto, la Casa Blanca siguió su retórica
para promover su resolución y autorizar la guerra. El vocero Fleischer
dijo que la ONU había fracasado en el pasado para actuar decisivamente
en otras crisis con consecuencias desastrosas tanto en Ruanda como en Kosovo.
Con ello dejó claro el mensaje de que si la ONU falla una vez más,
la sangre del pueblo iraquí y otros asesinados por las armas de
destrucción masiva de Irak estará en las manos de los países
que votaron contra la resolución estadunidense.