VIENTOS DE GUERRA

Se efectuaron maniobras en la sonda de Campeche para prevenir eventual sabotaje

Reconocen en la Armada falta de equipo antiterrorista

JESUS ARANDA ENVIADO

La sonda de Campeche, el punto estratégico más importante del país -concentra 82 por ciento de la producción nacional de petróleo y 34 por ciento del gas natural-, fue escenario de maniobras navales de la Armada en las que por primera vez participaron de manera conjunta buques, lanchas interceptoras, aeronaves, fuerzas especiales y anfibias con un solo propósito: estar preparadas para un eventual ataque terrorista y actos de sabotaje.

Después de haber participado en las controvertidas maniobras UNITAS el año pasado, el alto mando utilizó las enseñanzas que dejaron esos ejercicios navales en materia de "táctica, lenguaje, doctrina y métodos" para el adiestramiento y evaluación del equipo y tropas participantes.

Durante el sábado y domingo pasados, tres buques auxiliares y multipropósito, seis buques oceánicos, cuatro aviones y cuatro helicópteros, que constituyen el mejor equipo con el que cuenta la Armada en el golfo de México, surcaron las aguas cristalinas de este polígono marítimo de casi 2 mil 400 millas cuadradas, donde está prohibida la navegación para toda embarcación ajena a las plataformas petroleras o que no sean los enormes buques tanques que transportan el millón y medio de barriles de crudo que exporta el país diariamente.

Pese a las maniobras de formaciones de buques, ejercicios de seguimiento de aeronaves "enemigas", tiro naval con armamento de mediano calibre, la intervención de un comando de fuerzas especiales para "recuperar" un buque tanque petrolero que había caído "en manos terroristas", ejercicios de comunicaciones, la toma de una plataforma petrolera "para recuperar su control", a los que se sumaron lanchas interceptoras, altos oficiales presentes en los ejercicios reconocían la falta de equipo para hacer frente a escenarios reales de riesgo.

El inmenso mar, las plataformas que se ven en el horizonte y los buques tanques que transitan día y noche hablan por sí solos de lo complejo que resulta garantizar la riqueza de esta zona. Sin embargo, estas maniobras pretenden, como dijo el almirante Daniel Zamora Contreras, comandante de la Fuerza Naval del Golfo, "diseñar una organización de fuerzas que ejerzan disuasión" ante cualquier ataque a la nación o a las instalaciones estratégicas".

Aun cuando las maniobras navales de esta envergadura -que incluyó la participación de más de mil efectivos- se llevan a cabo anualmente, en esta ocasión, indicó Zamora Contreras, "se decidió que el escenario neurálgico fuese el teatro de operaciones en el que se realizaran las maniobras navales, mismo que reforzará la permanente presencia de los buques, unidades aéreas e infantería de Marina que integran los operativos de la Armada de México".

A diferencia de ejercicios anteriores, en esta ocasión participaron buques, aeronaves y las fuerzas especiales y anfibias en una sola operación.

Un papel fundamental lo jugó el buque multipropósito Papaloapan, adquirido de Estados Unidos en 2001, del cual desembarcaron casi 300 elementos de fuerzas especiales y de reacción anfibia, seis vehículos anfibios APC-70 y diez lanchas Zodiac que se unieron a buzos especializados que llegaron a la cabeza de playa en lanchas interceptoras tipo Polaris.

Según el alto mando de la Armada, los ejercicios fueron un éxito. Sin embargo, pese a que se destina 40 por ciento del total de la flota naval del golfo de México a la Sonda de Campeche, la cantidad aún es insuficiente para el reto que tienen ante sí.