Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 8 de marzo de 2003
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ONG de Juárez: más de 4 mil desaparecidas

Tres mujeres más, asesinadas en sólo cinco días de febrero

JENARO VILLAMIL ENVIADO

Ciudad Juarez, Chihuahua. Mientras en territorio estadunidense la "alerta naranja" antiterrorista del gobierno ha complicado el tradicional tránsito hacia la ciudad texana de El Paso, aquí la sociedad vive ya una auténtica "alerta roja", mezcla de sicosis, ansiedad colectiva y hartazgo de familias y organizaciones no gubernamentales (ONG) frente a la ola de asesinatos que tan sólo entre el 15 y el 20 de febrero de este año cobró tres nuevas víctimas, una de ellas, una niña de cinco años, Brenda Delgado, violada y apuñalada.

Su cuerpo apareció en los terrenos del ferrocarril, en el cruce con la calle 16 de Septiembre, a unos pasos del edificio de la ex aduana, en pleno corazón de Ciudad Juárez, a la vista de todo mundo. Brenda se suma a las siniestras estadísticas de 303 asesinadas y 4 mil 476 desaparecidas desde 1993, según los registros de Casa Amiga, agrupación pionera en la atención y asesoría en situaciones de crisis, y de Nuestras Hijas de Regreso a Casa, organismo que representa a un grupo de madres de víctimas.

Justamente el crimen contra Brenda ha generado una reacción en cadena que los propios juarenses no habían visto en los 10 años de esta historia. "Es la primera vez que observo una sicosis tan generalizada", subraya Es-ther Chávez Cano, fundadora de Casa Amiga. "La Iglesia católica jamás se había involucrado y ahora está preocupada", destacó Chávez el mismo día en que 400 feligreses peregrinaron, protestaron y oraron en el Monumento a la Madre para poner fin a la ola de homicidios.

En días pasados 250 personas, entre padres de familia, maestros y alumnos de distintas escuelas primarias y secundarias, se manifestaron frente al palacio municipal por la violación y el secuestro de infantes y ya comenzaron a tomar medidas más drásticas, como perseguir a todo "sospechoso" que videograbe o fotografíe a niños.

En medio de este encono por la impunidad y la inoperancia de las autoridades, Rosario Acosta, de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa y participante en la mesa interinstitucional de diálogo con las autoridades estatales, considera que "el camino político ya se agotó" y anunció que en los próximos días harán la petición de atracción de los casos a la Procuraduría General de la República. "Sabemos que hay elementos jurídicos para solicitarle al gobierno federal que atraiga los casos. Lo vamos a emprender por conducto de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos", especificó en entrevista con La Jornada.

Acosta también indicó que otra de las acciones jurídicas que busca emprender su organización, la cual agrupa a algunas de las madres de las víctimas, es presionar para que se estipule y apruebe como delito la desaparición de personas, "porque de esta forma las desapariciones no estarían sujetas a los criterios discrecionales o personales de la autoridad. Aquí en Juárez, más que en cualquier otro sitio del país, la desaparición es más peligrosa. Esto implicaría todo: definir una pena y que no sea ni la fiscalía ni el Ministerio Público ni el área de atención a las víctimas las que determinen que tu hija va a volver. Obviamente estamos hablando de modificar de tajo el Código Penal de Chihuahua para que se considere la desaparición como secuestro".

La madre de una de las muchachas asesinadas en esta larga cadena de crímenes seriales especifica que, según sus estadísticas, existen 4 mil 476 mujeres desaparecidas en Ciudad Juárez en los 10 años anteriores. Tan sólo de enero a marzo de este año se sabe de 15 mujeres desaparecidas.

Acciones preventivas y clima de violencia

Frente a la indolencia de las autoridades, Esther Chávez Cano abundó en la necesidad de reforzar actos de prevención para evitar el secuestro de las muchachas. Especificó que en la escuela Allende lograron evitar que dos jóvenes fueran "levantadas". Hace 15 días atendieron a otra mujer, de 17 años de edad, que llegó en estado de shock. Había logrado escapar de un "levantón". Detectaron que el mismo carro Jetta en que la trataron de secuestrar -con un hombre disfrazado de mujer, con una pistola en la mano- se ha visto por otras escuelas.

Chávez Cano, quien se ha enfrentado a más de tres procuradores estatales y a seis fiscales especiales en esta larga cadena de ineptitud e impunidad, considera que aunque las organizaciones sociales puedan realizar todas las acciones preventivas posibles, no serán suficientes para enfrentar el tamaño de la crisis que se vive en Ciudad Juárez.

"Aquí está tan dañado el tejido social que el peligro es tan grave en la casa como fuera de ellas", reflexiona. Y argumenta con cifras: tan sólo en 2002 Casa Amiga atendió 973 casos de violencia doméstica, 55 de incesto y 49 de violación adulta en los hogares. "85 por ciento de las mujeres había llegado por abuso y violencia sexual con antecedentes de incesto", subraya.

La misoginia prevaleciente en la sociedad juarense y el clima de violencia que se registra desde las autoridades hasta los ambientes domésticos se convierten en caldo de cultivo permanente para que la cadena de crímenes y abusos continúe. El mismo procurador del estado, Jesús Chito Solís, sorprendió a las organizaciones ciudadanas cuando comparó el feminicidio con el "robo de autos, que se ha vuelto imparable".

"La procuraduría no ha asumido la gravedad del asunto. Su papel no es estar a la defensiva, sino demostrar que lo que está haciendo está bien, y no lo ha demostrado", indicó a su vez Rosario Acosta quien, como la mayoría de las activistas sociales, ha criticado las medidas de "maquillaje político" para responsabilizar a las bandas de Los Rebeldes, Los Choferes, a La Foca, El Cerillo y El Egipcio -personajes detenidos por la procuraduría-, cuyos expedientes dejan un sinnúmero de cabos sueltos.

"Yo estoy tranquila de que El Egipcio (Abdel Sharif, recientemente condenado a 20 años de prisión) esté en la cárcel, porque reúne todas las características de un violador -ataja Esther Chávez-. Sin embargo, de ahí a responsabilizarlo como autor intelectual de todas los homicidios se me hace mucha imaginación. Creo que todos ellos pueden ser responsables de algunos delitos, pero no de toda la serie de crímenes seriales, pero esta historia no es para niños."

Frente a esta incredulidad creciente en Ciudad Juárez se han comenzado a ensayar otra serie de acciones preventivas. En el callejón Velarde, donde se apilan las tiendas de zapatos y múltiples farmacias que dominan el centro de Ciudad Juárez, ya se instalaron algunos "refugios" para mujeres que sean perseguidas o amenazadas por un levantón.

Elva Mata colocó desde el martes pasado la leyenda "Ni una más" en su puesto de zapatos, y un cartel que dice: "En este lugar te protegemos si te sientes perseguida, acosada o asustada por tipos de mal aspecto. No dudes en pedirnos ayuda, puedes confiar en nosotras. Atentamente: Mujeres Unidas de la Velarde". Una de las empleadas adolescentes de Elva Mata era vecina de Esmeralda Juárez Alarcón, una de las mujeres asesinadas cuyo cuerpo se encontró recientemente en el cerro del Cristo Negro, en el límite de la colonia Felipe Angeles, enmedio de los arenales de la empresa Pimsa.

Hasta donde se pudo averiguar, ni la empresa Pimsa -dedicada a la fabricación de arena- ni los vecinos de la colonia Felipe Angeles han tomado medidas preventivas o han denunciado la presencia de criminales en serie.

Entre el 5 y el 6 de marzo salieron a protestar padres de familia, maestros y niños de distintas escuelas primarias y secundarias de la ciudad. Portaban carteles que decían "Queremos ir a la escuela sin miedo", "Más seguridad a los niños" y "No más delincuencia". En algunos centros escolares los padres han determinado ir a recoger a sus hijos en grupos para evitar que tomen solos el camión. El miedo se ha generalizado a partir de los más recientes hallazgos.

Las maquiladoras y el regionalismo

Con 10 años de retraso, la industria maquiladora ha comenzado a tomar algunas medidas de protección para sus trabajadoras, porque el clima de inseguridad y violencia que prevalece en Ciudad Juárez ya tiene un impacto severo en el ramo, el cual mueve más de 70 por ciento de la economía local.

El presidente de la Asociación de Maquiladoras, Rubén Praga Terrazas, informó a la prensa local que en algunos establecimientos se dan cursos de artes marciales a las obreras. La empresa Lear Corporation, que posee 13 plantas en diferentes parques industriales de Ciudad Juárez, ha impartido defensa personal a cerca de 700 empleadas. Algunas las han tomado de espaldas a sus maridos, porque ellos no están de acuerdo.

Precisamente, informó Casa Amiga, de la empresa Lear Corporation era la muchacha Ivette González, quien fue levantada en pleno centro de la ciudad, después de que le impidieron la entrada al turno matutino de la empresa. "Las maquiladoras son una parte muy grande del problema -afirma Rosario Acosta-. Aquí las trasnacionales están con todos los derechos y sin ninguna obligación. Hasta el momento no aseguran el regreso de las empleadas a su casa. Estas empresas son corresponsables; ellos son los primeros a quienes la crisis se les ha devuelto como un boomerang".

Por lo pronto, el año pasado poco más de 80 mil empleos se perdieron por el cierre de maquiladoras. La iniciativa privada ha articulado el Plan Estrategia, para darle visibilidad a Ciudad Juárez a escala internacional y frenar la ola de desprestigio. Llegó tarde y todavía hay mucho por hacer.

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