El premio a Carmen Lira, directora general de
La Jornada, se entregó a Elena Urrutia
Reciben 16 destacadas mujeres la distinción
Laureana Wright
El reconocimiento también fue para Raquel Tibol,
Lourdes Arizpe, Ana María López Colomé, Julieta Fierro
y Helen Escobedo, entre otras Ceremonia en la Academia Nacional de la
Mujer
ANGEL VARGAS
La Academia Nacional de la Mujer conmemoró ayer,
por adelantado, el Día Internacional de la Mujer, así como
su primer año de actividad con la entrega del Reconocimiento Laureana
Wright a 16 mexicanas, destacadas profesionales y/o activistas sociales,
entre las que se encuentran Carmen Lira Saade, directora general de La
Jornada, y la escritora e investigadora Elena Urrutia, fundadora y
colaboradora de este diario.
También la promotora cultural y crítica
de arte Raquel Tibol; la académica Lourdes Arizpe; la astrónoma
Julieta Fierro; la artista Helen Escobedo; las juristas Patricia Galeana
y María de la Luz Lima Malvido; las periodistas Beatriz Pagés
y Noemí Atamoros, y las investigadoras y docentes Ana María
López Colomé, Aralia López y Margarita Aldama, entre
otras.
Superar invisibilidad y silencio
El
órgano colegiado, presidido por María Elena Orantes, que
es parte de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística
(SMGE), distinguió a cada una con un diploma por ''su trayectoria
solidaria y sus contribuciones al bienestar de las sociedades del país,
por su desempeño ejemplar como mujer y como profesionista, por su
dedicación a las causas de género femenino". Las homenajeadas
pasaron a integrar de manera automática el Círculo de Mujeres
Sabias de la academia.
La sesión ocurrió en la sede de la SMGE,
en el Centro Histórico, y fue encabezada por la vicepresidenta de
la academia, Lilia Granillo Vázquez, quien subrayó la importancia
de que la mujer mexicana sea una presencia continua y constante en los
diversos ámbitos de la sociedad, a pesar de resistencias y obstáculos.
''Las mujeres seguimos teniendo la opinión divida
(sobre lo que hacemos), lo cual es mejor que permanecer en la invisibilidad
y el silencio. Mientras se hable de nosotras, se cuestione lo que hacemos,
se nos desafíe a seguir haciéndolo y no haciéndolo,
seguiremos vivas", dijo.
''Cuando no se habla de nosotras y nos remiten al silencio,
nos incomunican, nos borran de los libros de historia (y) nos quitan de
los programas de trabajo, es cuando estamos en peligro de extinción.
Así que lo menos es que hablen de nosotras."
Modelo de mujer moderna
Granillo Vázquez evocó a Lau-reana Wright,
asumida por la academia como modelo de la mujer moderna, cuyo legado inspiró
la creación del reconocimiento que lleva su nombre.
Nacida en Taxco, Guerrero, en 1846, Wright pasó
a la historia por su ferviente activismo contra las injusticias sociales
y en favor los derechos de la mujer, así como por ser la primera
integrante de sexo femenino de la SMGE, a la cual ingresó pese a
una negativa inicial de los dirigentes de ese cuerpo colegiado.
Por encima de su origen aristócrata y finos modales,
la activista y escritora decimonónica sobresalió en su época
por la autoría de ''dos libros inesperados": La enmancipación
de la mujer por medio del estudio y La educación errónea
de las mujeres y medios prácticos para combatirla.
''Laureana no se conformó con ser una violeta y
permanecer al lado de las notables. Desde 1877 y hasta 1899, en la tribuna
de su revista o donde se le permitieran escribir, estudió la desigualdad
entre sexos y promovió el sufragio femenino", señaló
Granillo.
''Solidaria con la marginación y sufrimiento de
las clases oprimidas. Oprimida y marginada, inició la defensa de
los trabajadores, en especial de las trabajadoras."
La académica subrayó que, no obstante todos
los avances alcanzados a escala mundial, la mujer aún está
lejos de alcanzar un nivel de equidad en relación con los varones.
Lamentó, entre otros aspectos, que en México diariamente
mueran 16 mujeres de cáncer cérvico-uterino y que persistan
los asesinatos de mujeres, más de 300, en Ciudad Juárez,
así como la impunidad.
La ceremonia sirvió también como escenario
para protocolizar un convenio entre la Academia Nacional de la Mujer y
el Instituto Nacional de Ciencias Penales para, según la secretaria
general de la academia, Adriana González Furlong, ''iniciar el planteamiento
de mecanismos de impartición de justicia mediante una cultura basada
en la equidad de género que prevenga la violencia, la erradicación
de la intolerancia y la discriminación".