Exposición de desnudos en la galería de Hacienda

La apertura democrática no ha llegado al terreno sexual

El artista Ulises García establece una relación entre la mirada y el deseo La política, tema vedado en la pintura

MERRY MAC MASTERS

Las liberaciones de cáracter político-social ''por lo general vienen acompañadas de sus equivalentes en el terreno sexual, basta recordar los años 20 y 60 del siglo XX", señala el pintor Ulises García Ponce de León. Sin embargo, la entrada de México a un sistema democrático no ha traído una apertura como el ''famoso destape español", anota.

Apelar a una tradición como el desnudo para contraponer dichas ideas, supera el mero interés formal. La relación más bien se establece con la mirada y el deseo, explica García (DF, 1965), quien con el título Recuadros en tránsito exhibe 33 óleos y acuarelas, muestra que concluirá el domingo 9 en la galería de la Secretaría de Hacienda y Crédito Publico (Guatemala 8, Centro Histórico).

Para trabajar los desnudos, García primero tomó fotografías en su casa. Motivó su interés ''el aspecto con la idea de los sueños", en el que ''de pronto aparecen personajes, circunstancias o espacios, que parecen como si fueran una cosa y en realidad son otra".

El desnudo, que conlleva la mirada, es una de las tres series que García ha trabajado de manera simultánea y que integra Recuadros en tránsito. Un segundo conjunto, compuesto por tres cuadros en torno de sucesos históricos, relacionan la fotografía documental con el espacio pictórico. Entre ellos están El hundimiento del U.S.S. Maine con proyección y cultura americana, que establece un paralelismo con las Torres Gemelas, y Paisaje metafísico con petróleo y talibán (ambas de 2002).

Nada que ver con el panfleto

Los sucesos políticos juegan un papel relevante en la producción de Ulises García. Al respecto, explica: ''Es una situación sumamente vedada en el mundo de la pintura. Lo que me interesa es que haya una correlación política, pero sin que ocurra desde el punto de vista de un panfleto, de un carácter moral. Ese aspecto me importa mucho porque son tópicos que mucho arte ha tratado de evadir, pero que me gustaría confrontarlo desde un punto de vista estético".

De una tercera serie se exhiben dos cuadros que muestran canchas de tenis. De esa manera, García aborda también ''la relación de los medios de comunicación masiva, del aspecto del deporte pero, sobre todo, lo que tiene como gráfico. De alguna manera el tenista hace una especie de dibujo con los golpes y al mismo tiempo con sus movimientos. Intento recrear ese dibujo accidentado con problemas del espacio, que ha sido una de mis obsesiones desde que era estudiante".

Ligado al grupo de artistas que trabajó en Temístocles 44, García asegura que de no haber pasado por la experiencia de la instalación, ''no podría hacer lo que hago ahora en pintura. De alguna manera la instalación me abrió los ojos para tratar de entender e interactuar con otros contenidos que alimentan la pintura".