El campo no aguanta más propondrá restructurar la agricultura del país
Hoy, la mesa uno del diálogo campesino
Se prevé una nutrida asistencia, porque la Sagarpa buscó a posibles ponentes
ANGELICA ENCISO L.
Este jueves se repetirá la mesa uno de El diálogo por una política de Estado para el campo, y se prevé una nutrida asistencia. Las delegaciones estatales de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), que coordina esta fase, buscaron a campesinos para que participen y presenten ponencias.
La mesa acerca del papel del campo en el proyecto de nación se retomará luego de que El campo no aguanta más, el Congreso Agrario Permanente, El Barzón y la Confederación Nacional Campesina (CNC) -que no participaron en la primera fase, el 10 de febrero-, lo acordaron así en la comisión organizadora y de acuerdos del diálogo.
En aquel momento el titular de la Sagarpa, Javier Usabiaga, en forma unilateral determinó que las sesiones serían en el Centro Social y Deportivo de la dependencia.
Entre los planteamientos para este día, se prevé que El campo no aguanta más propondrá la restructuración de la agricultura nacional con participación de los campesinos y cuyo propósito central es lograr la soberanía alimentaria; el reconocimiento al carácter multifuncional del agro; la revalorización y cese de la estigmatización de la agricultura en pequeña y mediana escalas; el fomento a la producción para el mercado interno a la par que para la exportación; la rentabilidad y certidumbre en los ingresos; la intervención del Estado para el ordenamiento de los mercados, empleo rural y agricultura sustentable, y conservación de los recursos naturales.
Estos puntos se llevarían a la práctica mediante el diseño de políticas específicas por rama de producción, región y tipo de productores y pobladores rurales, "para lograr un crecimiento sectorial con equidad, sustentabilidad, soberanía y, sobre todo, con campesinos".
Entre las demandas de la CNC están: que deje de verse a la agricultura sólo como una actividad económica y se dé paso a un "desarrollo rural con rostro humano, incluyente y autogestionario, que respete las formas históricas de organización de 25 millones de mexicanos" y que no se vea a éstos "sólo como una masa de fuerza de trabajo".
También pide al gobierno replantear las bases del desarrollo rural para incorporar plenamente a 10 millones de campesinos indígenas, quienes, junto con los recolectores del desierto, viven en pobreza extrema, y hacer hincapié en que el ejido no debe ser destruido o remplazado por otras formas de producción, sino que más bien hay que potenciarlo.
La negociación política entre las organizaciones y el gobierno, prevista para comenzar este día en el salón Revolución de la Secretaría de Gobernación, se aplazará para la próxima semana, debido a que los líderes buscan consensuar las demandas entre sí y con sus respectivas bases.