VIENTOS DE GUERRA

Piden no morder el señuelo de apoyar a Bush en la ONU a cambio de plan migratorio

Mexicanos en EU rechazan canjear voto

La política exterior del país no se negocia ni se ofrece al mejor postor, advierte cónsul

ANDREA BECERRIL ENVIADA

Los Angeles, 5 de marzo. Los principios de política exterior no se negocian, por ello se descarta la posibilidad de que México acuerde su voto en el Consejo de Seguridad de la ONU en favor de un ataque a Irak a cambio de un acuerdo migratorio con Estados Unidos, aseguraron aquí senadores y diplomáticos.

De no ser así, ''los principios básicos de política exterior se convertirían en una mercancía dispuesta al mejor postor'', advirtió el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Sadort Sánchez Carreño.

El tema salió a colación una y otra vez en las reuniones que ayer sostuvieron los integrantes de la Comisión de Derechos Humanos del Senado con representantes sindicales y de organismos no gubernamentales dedicados a la defensa de los mexicanos que radican aquí. En todos los encuentros la queja constante fue que la situación para los tres y medio millones de migrantes ha empeorado a partir de los mecanismos de seguridad puestos en marcha por el gobierno de Estados Unidos luego de los ataques terroristas del 11 de septiembre.

Hay un mayor número de deportaciones y los gastos para seguridad social han sufrido severos recortes. Mientras en California el salario mínimo es 6.75 dólares por hora, a los indocumentados les pagan menos de tres, señalaron, y recalcaron luego ante los senadores el riesgo de comprometer el voto de México ante el Consejo de Seguridad de la ONU a cambio de un acuerdo migratorio, que podría ser tan sólo una redición del Programa Bracero.

Mayron Payes, coordinador de la Coalición para los Derechos Humanos de los Migrantes -Chirla, por sus siglas en inglés-, alertó a los senadores y la cónsul general de México ante el Consejo de Seguridad de la ONU, embajadora Martha Lara Alatorre, el riesgo de aceptar un convenio sobre migración que sea sólo un señuelo de las autoridades estadunidenses para lograr que el gobierno de Vicente Fox respalde la postura de Washington en sus intentos de atacar a Irak.

No es lejano, dijo, que se trate sólo de un programa similar al Bracero, es decir, un visado para que puedan laborar en territorio estadunidense, pero sin seguridad social para ellos y sus familias.

Lingotes por guineas

Al respecto, Sánchez Carreño rechazó que pudiera intercambiarse el voto ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por ese acuerdo migratorio.

''Sería una moneda de cambio muy arriesgada para México, porque los principios básicos de política exterior quedarían convertidos en una mercancía lista para el mejor postor''.

Independientemente de la lucha que debe dar el gobierno foxista en aras de conseguir ese convenio que permita legalizar a los trabajadores indocumentados, debe también tener una posición en el Consejo de Seguridad de la ONU "que de ninguna forma contraríe los principios de política exterior. Ahí debemos mantenernos congruentes con nuestra tradición, con nuestra política y cumpliendo los principios constitucionales. No creemos que sea la mejor salida para lograr ese acuerdo migratorio'', agregó el senador priísta.

En entrevista, la cónsul Lara Alatorre dijo que se han desmentido aquí las versiones sobre la existencia de ese eventual ofrecimiento de Estados Unidos, y por lo que toca a México, "creo que los principios no se negocian, porque de lo contrario dejarían de ser principios''.

La embajadora hizo notar, sin embargo, que independientemente de que México esté o no en el Consejo de Seguridad de la ONU, a partir del 11 de septiembre se frenaron los avances logrados entre los gobiernos de ambos países en torno a un convenio sobre migrantes.

Además, dijo, los actos terroristas contra la vecina nación del norte han tenido repercusiones negativas hacia los migrantes, ya que el endurecimiento de las medidas de seguridad se traduce, por ejemplo, en que los trabajadores mexicanos ya no puedan ir al centro de Los Angeles o entrar en ningún edificio público sin identificación. De ahí también que las solicitudes de matrículas consulares se hayan duplicado y el año pasado el Consulado expidiera 160 mil.

Antes, Tanis Ibarra, de la Unión de Trabajadores Agrícolas de América, el organismo creado por el púgil César Chávez, dijo que los migrantes, aun los que residen de manera legal, ya no quieren viajar por el temor de que en la frontera "les quiten sus micas, con el pretexto de que se les investiga por motivos de seguridad".

Castañeda, a exhaustiva revisión

En ese contexto nadie se escapa a ser sometido a revisiones exhaustivas al tratar de ingresar a territorio estadunidense. El ex canciller Jorge Castañeda pasó por ello el pasado lunes, al intentar abordar un avión de Delta con destino a Los Angeles.

En la sala 23 internacional fue sometido a una revisión completa. Lo hicieron abrirse de piernas, le pasaron un detector de metal por todo el cuerpo y lo obligaron a quitarse los zapatos, pese a su resistencia y rabia. Pero eso no fue todo, al llegar a Estados Unidos también fue revisado, después de hacer fila más de una hora. Se veía furioso.