Diablo guardián, firmada con el
seudónimo de Joaquín Alcalde, la obra ganadora
Confieren a Xavier Velasco el Premio Internacional
Alfaguara de Novela
Terminar el libro implicó cruzar con urgencia
la meta, cualquiera que fuera, señala
Beneplácito de Elena Poniatowska porque el galardonado
sea un escritor mexicano
CESAR GÜEMES
Mexicano, chilango de profesión, noctívago,
adicto a las teclas, Xavier Velasco obtuvo este lunes el Premio Internacional
Alfaguara de Novela en su versión número seis por su obra
Diablo guardián, enviada al certamen con el seudónimo
de Joaquín Alcalde.
El jurado, presidido por Luis Mateo Díez e integrado
por Alberto Fuguet, Juan González, Manuel Gutiérrez Aragón,
José Miguel Oviedo, Carmen Posadas y Esmeralda Santiago, confirió
por mayoría de votos el premio a Velasco.
Señala
el acta leída desde Madrid, sede de Alfaguara, que "el jurado ha
valorado el hábil tratamiento del lenguaje oral al servicio de una
narración que cautiva al lector por su dinamismo, gracia y tono
picaresco. La novela abre además perspectivas originales al presentar
los conflictos de lenguaje y cultura que surgen en el encuentro de lo hispano
y lo norteamericano, mediante la voz y la peripecia de un extraordinario
personaje femenino".
Vía telefónica Elena Poniatowska, ganadora
del premio Alfaguara hace un par de años por su novela La piel
del cielo, dijo sentirse muy satisfecha de que el galardonado en 2003
sea un escritor mexicano.
Ya en nuestro país, el autor de trabajos como la
novela Cecilia, el libro de crónicas Luna llena en las
rocas, y articulista del diario Milenio, descubre las varias
novelas que fue Diablo guardián: ''Empecé a armarla
en 1987, pero me tropecé una y otra vez en el camino. La declaré
cancelada en muchas ocasiones y otras tantas cambié los nombres
de los personajes e incluso el título. Así que se me convirtió
en una obsesión y me di cuenta que necesitaba de tiempo completo
para terminarla.
''El problema de escribir es que uno ha de dividirse entre
aquello que da para comer y el proyecto importante que se guarda en casa.
Al principio no me sentí listo para intentar Diablo guardián
y después advertí que la novela no estaba a punto. El caso
es que ya entrado 2002 prescindí casi de mi trabajo de free-lance
y me vi en la necesidad de terminar la novela, en cruzar con urgencia la
meta, cualquiera que fuera."
Escritura en solitario
-Eso habla de la independencia en que se ha mantenido,
no pertenece a ningún grupo literario.
-A mí esto de escribir siempre me intimidó
mucho. No tengo un ascendiente intelectual en mi familia, no tenía
amigos que escribieran, de modo que la literatura se me dio como un vicio
privado. Eventualmente empecé a ejercer el periodismo para medirme
en una cancha reglamentaria y recibir un pago por mi trabajo. Es verdad
que nunca tuve un grupo y que tampoco quise integrarme a ningún
taller literario.
''Me dediqué a escribir porque era un solitario
y mantengo esa condición. Luego de mucho tiempo de publicar en periódicos
y revistas, vi que me hacía falta tiempo para escribir: siempre
sueñas con salir de esos trabajos, con dejar esa esquina. A los
44 años pensé que era momento de jubilarme y que escribir
novela es un vicio que uno ha de pagarse.''
Si bien el acta del jurado alude a un encuentro fronterizo,
Velasco aclara que el personaje central de su novela es ''chilango,
totalmente", chilanga en este caso porque la protagonista de Diablo
guardián es Violetta, ''quien crece dentro de una clase media
ambiciosa, con pretensiones muy lejos de su alcance. La mujer madura ro-deada
de fronteras, sí, pero de aquellas que le impone su misma familia,
quien le señala hacia qué lado está el paraíso
pero le indica que no puede acceder a él porque ello implica dinero.
Esta sensación constante de querer saltarse las trancas fermenta
en Violetta, y eso le permite ser, hasta donde yo puedo responder por esa
actitud, todo lo intensa posible".
Dice por último Xavier Velasco, quien el 21 de
abril recibirá en España el premio, dotado con 175 mil dólares
y una escultura de Martín Chirino:
''Hasta hoy he creído que la literatura es para
mí una mujer inconveniente. La niego todo el tiempo, pero no puedo
prescindir de ella."
Diablo guardián será publicada en
España y en 17 países latinoamericanos.
Además de Elena Poniatowska (2001), entre los galardonados
con el Alfaguara figuran el nicaragüense Sergio Ramírez y el
cubano Eliseo Alberto (1998); los españoles Manuel Vicent (1999)
y Clara Sánchez (2000), y el argentino Tomás Eloy Martínez
(2002).
En la versión sexta del Premio Internacional Alfaguara
de Novela participaron 473 trabajos procedentes de España y de varios
países de América Latina.