La niña mexicana murió luego de dos semanas del trasplante de corazón y pulmones

Doctores desconectaron aparatos que mantenían viva a Jessica Santillán

La familia quería que siguiera el tratamiento mientras buscaban otra opinión médica

AGENCIAS

Durham, Carolina del Norte, 22 de febrero. Jessica Santillán, la joven mexicana que captó la atención del mundo durante una semana debido a un error en el trasplante que se le practicó, murió ayer.

Al filo de las cinco de la tarde, hora local, los médicos del hospital de la Universidad de Duke desconectaron el equipo que mantenía con vida vegetativa a Jessica Santillán, luego que dos exámenes confirmaron el cese de su actividad cerebral.

"Todos estamos profundamente consternados. Queremos que tanto la familia de Jesica como sus simpatizantes sepan que compartimos su pérdida y su dolor", manifestó el director del hospital, William Fulkerson, en un comunicado.

Según los reportes periodísticos, la determinación de los médicos de desconectar a Jessica de los aparatos que la mantenían con vida artificial fue adoptada a pesar de que sus padres, Melesio Huerta y Magdalena Santillán, reiteraron la mañana de ayer al hospital su deseo de mantenerla con este apoyo.

Ambos hicieron conocer su postura durante dos reuniones con el equipo médico, encabezado por el cirujano cardio-toráxico James Jagger, quien fue el encargado de realizar las dos cirugías de transplante de corazón y pulmones, pese a que en la primera cometió el error de colocar órganos que no eran compatibles con el tipo sanguíneo de la joven.

Como se recordará, el pasado 7 de febrero Jessica recibió un primer transplante de un donador con tipo de sangre A, diferente al suyo, que era tipo O, lo que produjo un colapso interno debido al rechazo de su organismo, sin que volviera a recobrar el conocimiento.

El pasado jueves, en una operación que duró casi cinco horas, Jagger implantó en Jessica un nuevo corazón y pulmones de un donador con sangre de tipo O, y aunque su respuesta inicial fue favorable, su estado empeoró horas después.

En un mensaje videograbado dado a conocer por el hospital esta tarde, Jagger reiteró su responsabilidad en este error, que en opinión de muchos podría significar el fin de su práctica médica.

"Como cirujano de Jessica, yo soy el responsable por el equipo (médico) y por este error", indicó, e insistió en la necesidad de establecer mayores salvaguardas para evitar este tipo de equivocaciones, pues de lo contrario "sería fallar a la memoria de Jessica".

En dos ocasiones este mismo día, primero a las 7 de la mañana y después a las 13:30, Jessica fue sometida a un examen denominado encefalograma eléctrico (EGG, por sus siglas en inglés), que mide las ondas emitidas por el cerebro. En ambas ocasiones los resultados fueron consistentes con el primero, efectuado la tarde del viernes, confirmando que Jessica no tenía actividad cerebral.

Además de ello, los médicos procedieron a realizar en ambas ocasiones un estudio de profusión cerebral para medir el nivel de sangre que recibe el cerebro.

La víspera, Kurt Dixon, el abogado de la familia Santillán, dio a conocer que los padres de la menor insistían en buscar una segunda opinión médica sobre el dignóstico de muerte cerebral, y mantener en tanto a Jessica con el apoyo del equipo que le preservaba la vida.

El litigante dio a conocer que aunque en un principio los médicos habían notificado a la familia que tenía derecho a una segunda opinión médica, después cambiaron de parecer.

El abogado de la familia mexicana informó que aún no existe una decisión en torno a si se entablará un juicio contra la decisión de haber desconectado los aparatos que mantenían con vida a Jessica.