Responsabiliza Washington al grupo rebelde por la seguridad de los rehenes
Se adjudican las FARC el secuestro de 3 estadunidenses; son de la CIA, dicen
Suspender las operaciones de búsqueda, exige la guerrilla; rechaza Uribe esa posibilidad
AFP, DPA Y REUTERS
Santafe de Bogota, 22 de febrero. La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Co-lombia (FARC) se adjudicó este sábado el secuestro de tres estadunidenses, a quienes señaló como espías de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y afirmó que fue por eso que el grupo armado rebelde derribó el avión en el que viajaban los extranjeros el pasado 13 de febrero.
La mayor agrupación insurgente del país sudamericano añadió que sólo garantizará la vida de los rehenes si el ejército colombiano suspende inmediatamente sus intensas operaciones de búsqueda y rescate que mantiene en la zona sur, luego de que el 13 de febrero se produjo el desplome de la nave estadunidense.
Sin embargo, el ejército y el presidente Alvaro Uribe rechazaron la suspensión de las operaciones. "La parte operativa del ejército la maneja el general Carlos Ospina y no las FARC", aseveró el mandatario en tácito rechazo al anuncio rebelde.
Un oficial de alto rango de las fuerzas armadas confirmó lo anterior, al apuntar que las operaciones de búsqueda se mantendrán en la zona de Caquetá porque esa es la orden de Uribe.
De hecho, desde que se produjo la desaparición de los estadunidenses unos 3 mil soldados peinan la región con el apoyo de agentes enviados por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
"Seguiremos trabajando junto a Colombia, su gobierno, su ejército y su policía en el combate a las FARC", señaló el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, quien añadió que los asesores estadunidenses eran funcionarios contratados por el Departamento de Defensa, en rechazo a que sean agentes de la CIA.
Estados Unidos negó también que la nave fuera derribada por la guerrilla. Tanto Washington como Bogotá sostienen que la avioneta sufrió una falla mecánica que la llevó a un aterrizaje forzoso de emergencia en la región selvática de Caquetá.
El presidente estadunidense, George W. Bush, ordenó el envío de 150 efectivos mi-litares a Colombia para colaborar en el rescate de los rehenes, de acuerdo con el diario The Washington Post.
Sin embargo, hasta momento ni Estados Unidos ni Colombia han confirmado oficialmente el envío de tales tropas.
La misión de esos comandos especiales, según el diario estadunidense, que citó fuentes anónimas, consistirá en proveer de información de inteligencia y orientación a los militares colombianos que buscan a los rehenes y sus captores.
Una de las fuentes citadas, a pregunta del diario de si podrían participar directamente en el rescate, respondió que "tendremos la capacidad para hacerlo".
Previamente al anuncio de la guerrilla, el Departamento de Estado había dicho que tenía "informaciones creíbles" de que los tres estadunidenses habían sido capturados por un grupo de las FARC.
Advertencia estadunidense
La vocera del Departamento de Estado, Amanda Batt, afirmó que "quienes los tienen como rehenes son responsables por su seguridad", por lo que exigió a los rebeldes que sean bien tratados.
"El día 13 de febrero, a las 8:10 horas, una unidad del Bloque Sur derribó en la inspección de Santana de las Hermosas, jurisdicción del municipio de Florencia, Caquetá, una avioneta propiedad del go-bierno de Estados Unidos, tripulada por un militar colombiano y cuatro agentes de la CIA, tres de los cuales se encuentran en nuestro poder", señaló en su breve comunicado la guerrilla.
Las FARC exigieron la suspensión de las operaciones de búsqueda como condición para garantizar la vida de los rehenes, y dijeron tener en cuenta las gestiones que al respecto realizan la embajada estadunidense y grupos de derechos humanos. Pero insistieron en su condición de retiro de las tropas como única forma de lograrlo.
La guerrilla no mencionó las causas de la muerte de los otros dos tripulantes de la nave, un colombiano y un estadunidense, pero los gobiernos de Colombia y Estados Unidos aseguran que fueron ejecutados con tiros de gracia.
En tanto, Venezuela rechazó hoy como "imprudentes y desconsideradas" las declaraciones del canciller colombiano del Interior y Justicia, Fernando Londoño, quien afirmó que Caracas no ha descalificado las acciones de las FARC por la "cercanía" que mantiene con ese grupo.
El embajador venezolano en Bogotá, Carlos Rodolfo Santiago, expresó su malestar por lo dicho por Londoño, quien también criticó al presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, porque no ha calificado de "terroristas" a las FARC, y recordó que incluso el mandatario socialista quiere ser mediador.
El presidente Uribe, por su parte, se distanció de Londoño, al señalar que sus declaraciones eran "imprudentes" y quedaban prohibidas en su gobierno, ya que se necesitan menos palabras y más acciones.
Concluyó el mandatario colombiano que las relaciones internacionales se seguirán manejando en el futuro sin emitir declaraciones explosivas.
Por su parte, la canciller encargada co-lombiana, Clemencia Forero, señaló este sábado que las declaraciones de Londoño no representan la posición oficial del go-bierno de su país.
"He expresado a las autoridades venezolanas que la posición oficial de Colombia en materia de relaciones exteriores la fijan el presidente Alvaro Uribe y su canciller, y que cualquier otra expresión es de carácter individual y no compromete la posición del go-bierno", dijo la funcionaria a periodistas na-cionales e internacionales.
Forero señaló también que Bogotá aprecia enormemente que Caracas haya respaldado una resolución emitida recientemente en Washington por la Organización de Estados Americanos, que condena los actos terroristas y apoya la lucha que el gobierno colombiano lleva a cabo contra las FARC "y otros grupos violentos".