Corresponde al jefe de Gobierno designar consejeros
Listo, el dictamen de la Ley de Fomento Cultural del DF
YANIRETH ISRADE
La Comisión de Cultura de la Asamblea Legislativa del DF tiene listo el dictamen de la Ley de Fomento Cultural del Distrito Federal, luego de zanjar diferencias con el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, relativas a la designación y atribuciones de un consejo asesor formado por 10 representantes del ámbito cultural.
La instancia determinó que corresponderá ahora al Ejecutivo local y no a los legisladores -como originalmente se establecía-, proponer al Consejo de Fomento y Desarrollo Cultural a partir de un proceso de auscultación pública, informó el diputado Jaime Guerrero.
La aprobación del dictamen por el pleno de ese órgano legislativo depende ahora de que se realice un periodo extraordinario de sesiones, decisión que se conocerá el próximo martes.
Si bien en esa comisión algunos legisladores manifestaron reservas por la posibilidad de que el jefe de Gobierno elija un consejo ''a modo", al final se determinó que son las funciones y no las personas las que definirán el carácter de ese órgano, añadió el diputado del Partido Democracia Social.
La duración de los miembros en el consejo fue otro de los aspectos que se revisó en el dictamen, pues López Obrador rechazó los cinco años previstos en la ley. El periodo, entonces, no tendrá un mínimo de tiempo y el plazo está sujeto a la vigencia de la administración que los ha nombrado; en este caso el último día de la gestión de López Obrador concluiría también sus tareas el consejo.
Jaime Guerrero lamentó que las observaciones del jefe de Gobierno, integradas ya en el dictamen, no las hubiera hecho a tiempo la Secretaría de Cultura del Distrito Federal y, en consecuencia, se ha retrasado el proceso de instrumentación legislativa.
Y a pesar del avance que representa este dictamen, este año será el peor de la década en materia del fomento cultural en la ciudad de México, por las reducciones presupuestales, no sólo para esa secretaría, pues las casas de cultura -explicó el diputado- carecen de recursos para operar y, más que sobrevivir, ''resisten".