Presentará su poemario bilingüe
en el coloquio de la Imaginación Literaria
Claude Couffon retorna a la poesía con Tarde
o temprano
El traductor de Lorca, Alberti, Rulfo, García
Márquez y Paz, entre otros, visita por vez primera Oaxaca El arte
de Monterroso consistió en hacer de la realidad una irrealidad,
opina
ARTURO JIMENEZ ENVIADO
Oaxaca, Oax., 21 de febrero. Traductor al francés
de cerca de 300 libros de autores en lengua castellana, como Federico García
Lorca, Rafael Alberti, Juan Ramón Jiménez, Miguel Angel Asturias,
Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Nicolás Guillén,
Juan Rulfo y Octavio Paz, el hispanista Claude Couffon viene ahora a México
por cuatro razones principales:
Presentar su poemario bilingüe Tarde o temprano
(Tot ou tard), leer poemas suyos en una mesa del Coloquio Internacional
de la Imaginación Literaria, visitar por vez primera la ciudad de
Oaxaca y conocer de manera personal al pintor Francisco Toledo.
Publicado en México por la poeta y editora Lina
Zerón en el sello Linajes Editores, Couffon, considerado el mayor
traductor al francés de la literatura escrita en castellano, comenta
de Tarde o temprano, en cuya portada aparece un retrato suyo hecho
por el fallecido pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín:
''Es
algo un poco diferente de lo que había escrito hasta hoy. Durante
algunos años había dejado de escribir poesía porque
tenía unas obras importantes de traducción y de escritura.
Estos poemas son más breves que los otros y abordan los temas de
un hombre que ha llegado a la edad de morir y que en su inconsciente ve
surgir cosas, ideas, reacciones un poco diferentes de las que se practican
en la poesía normal.
''Bueno, aparecen temas como la muerte y el amor, pero
son más bien reflexiones sobre, por ejemplo, la práctica
de la poesía. Son las acciones de mi inconsciente, experiencias
vividas que se transforman en breves poemas que espero originales. Son
versos espontáneos.
''Hay en ellos una especie de música interior.
Y no he cambiado nada, los he publicado como salieron para que sea una
experiencia no fabricada del otro personaje que llevamos siempre en nosotros
y a veces se calla y en otros momentos pugna por hablar."
Traducir es escribir
-¿Cómo se alimenta el poeta Claude Couffon
del traductor Claude Couffon?
-La posibilidad que tuve por la amistad con grandes poetas,
como Alberti, Neruda, Guillén, hizo que traducir esas obras tan
importantes fuera para mí también casi un ejercicio poético,
porque tenía que rehacer muchos de esos poemas para su versión
al francés.
Y con sus 76 años, este poeta-traductor hace una
reflexión retrospectiva: ''Ahora me doy cuenta de que tengo afinidad
con casi todos los poetas que he traducido. El poema en francés
muchas veces salía casi enseguida".
-¿Qué poeta le ha costado más trabajo
traducir?
-No es el más difícil exactamente, pero
cuando traduje El canto general, de Neruda, uno de los retos fue
la inmensidad del poemario y el rigor clásico de la expresión.
Eso me dio mucho trabajo.
''Pero en este caso, el problema que tuve fue así:
tenía yo la suerte de ver mucho a Neruda, me invitaba a trabajar
a su casa de París los fines de semana, pero en realidad no conseguía
ningún apoyo porque llegaba yo y él me servía un whisky
y otro, bebía conmigo, comía conmigo, después se iba
a dormir la siesta, bebíamos otros tragos. Y cuando le preguntaba:
'¿Pablo, qué significa esto?', me respondía: 'Ah...
tú lo sabes mejor que yo.'"
-¿Y el poeta que le ha parecido más fácil
de traducir?
-Por las afinidades digo que fueron Alberti, García
Lorca, Jiménez. Nunca pude traducir poemas de Antonio Machado, aunque
lo admiro mucho.
Couffon ha traducido pocos poemas de Octavio Paz, pero
con el premio Nobel mexicano, y con Pablo Picasso, compartió una
anécdota de curiosidad filológica: ''Hicimos un libro que
ni él ni yo, ni Picasso, llegamos a tener".
Y cuenta que Paz le dio para su traducción un largo
poema, del cual no recuerda el nombre pero que sería ilustrado por
el pintor español. Sólo se hicieron tres ejemplares, con
dibujos originales de Picasso.
''Un amigo me dijo que se acaba de vender en una fortuna
un ejemplar en Nueva York. El poema lo publicó Paz en una de sus
obras posteriores". Couffon nunca ha tenido uno de esos ejemplares en sus
manos, ni aparece en la bibliografía paciana.
Monterroso y la fama
También traductor de Augusto Monterroso, escritor
fallecido hace unos días, Couffon comenta:
''Fue una gran pena. Pensaba visitarlo en esta ocasión.
Era todo un personaje, muy sencillo, cariñoso y cordial. Le gustaba
comer, como a mí, beber también, como a mí. Siempre
me invitaba en México a un buen restaurante y empezaba a contar
cosas. El era muy discreto, nunca le oí hablar mal de otro escritor,
lo que es muy raro en este oficio.
''Monterroso quizá fue demasiado modesto, porque
si no tiene en Europa la fama que merece, fuera de España, es por
eso. Escribía y escribía y publicaba pero no se preocupaba
mucho de promover su obra". Como narrador, Couffon lo ve así: ''Su
fama le viene de haber escrito el cuento más corto del mundo. Pero
eso es un pequeño caso. Para mí los mejores cuentos de él
son bastante largos, de ocho o 10 páginas. Con el humor que tiene,
sabe llevar su relato desde la primera frase, atrae al lector y lo obliga
a continuar. También cambia de situación, aparece otro nuevo
episodio burlesco, divertido.
''Y sentimos siempre detrás una realidad, pero
tan transformada en literatura que es un placer. Yo le hacía varias
preguntas cuando traducía sus cuentos y me respondía: 'Sí,
ese personaje es el dictador fulano'. Pero su arte fundamental es hacer
de la realidad una irrealidad. En un relato de él no hay palabra
que falte ni que sobre. Es la perfección de un movimiento de relojería."
Desde hace unos años Couffon publica en Francia
antologías bilingües de poesía latinoamericana del siglo
XX. Hizo ya la de Cuba, República Dominicana, Perú y Honduras,
y está por terminar la de México.