Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 22 de febrero de 2003
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Economía

Decide mantener el corto de $625 millones diariamente

Banco de México toma precauciones ante el previsible repunte inflacionario

La depreciación del peso frente al dólar, principal preocupación de la institución

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

La junta de gobierno del Banco de México decidió este viernes mantener el corto o restricción monetaria en 625 millones de pesos diarios y advirtió sobre un "debilitamiento" de la recuperación económica; de igual manera, manifestó "preocupación" por un eventual repunte de la inflación, asociado con la depreciación del peso frente al dólar registrada en los recientes meses.

"Frente a la evolución favorable de la inflación en el pasado inmediato, el ascenso significativo de las tasas de interés internas de corto plazo y la relativa distensión actual de los mercados financieros, la junta de gobierno (del banco central) ha decidido mantener el corto en su nivel actual", indicó el organismo en un comunicado de prensa.

El corto monetario es una herramienta empleada por el banco central para contener presiones inflacionarias. En la práctica, aumentarlo induce a un alza en las tasas de interés internas, lo que eventualmente inhibe el consumo y la inversión, y por tanto puede contribuir a una disminución de la actividad económica. El Banco de México ha argumentado que este mecanismo, aplicado por primera vez en 1998 con un monto de 20 millones de pesos diarios, no constituye un freno al crecimiento de la economía.

En el comunicado emitido ayer, el banco central expuso que la decisión de no modificar el actual nivel del corto monetario -que el 7 de febrero pasado fue elevado de 550 millones a 625 millones de pesos diarios- "se finca en la idea de que la economía necesita más tiempo para asimilar los efectos de la acentuación reciente de la restricción monetaria".

Sin embargo, el organismo reiteró su "preocupación" sobre un "eventual repunte de la inflación asociado con los movimientos cambiarios de los meses recientes", que han significado una depreciación de 19 por ciento en el valor del peso frente al dólar desde abril de 2002 a la fecha. "Tal resurgimiento se podría generar si se deterioran significativamente las expectativas inflacionarias del público, y si se fortalece el efecto del traspaso de la depreciación del peso en la formación de los precios internos".

El jueves pasado, Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del banco central, aseguró en Guadalajara que el debilitamiento de la economía podría provocar que el producto interno bruto (PIB) no creciera este año el 3 por ciento previsto por el gobierno. También mencionó que hasta ahora la depreciación del peso no había generado presiones inflacionarias adicionales.

"La junta de gobierno confirma su intención de vigilar continua y estrechamente el conjunto de indicadores que utiliza para detectar la presencia o inminencia de presiones inflacionarias. Llegado el caso, la junta actuaría de manera decidida para restablecer las condiciones necesarias para encauzar la inflación hacia la meta oficial de 3 por ciento" para este año, añadió.

El banco central mencionó, entre las consideraciones para mantener el corto en el nivel actual, que durante los meses recientes la actividad económica de México se ha caracterizado por un "cierto debilitamiento" de la recuperación que se había iniciado en el otoño de 2001. Citó que ello se ha derivado de un crecimiento del PIB en el último trimestre de 2002 más bajo que en los dos trimestres precedentes; del estancamiento de la inversión en infraestructura; así como de una ligera desaceleración del comercio exterior no petrolero, y una lenta generación de empleo.

Indicó que las expectativas de los principales analistas del sector privado sobre la inflación de este año se ubican en 4.4 por ciento, nivel superior al 3 por ciento previsto oficialmente.

Señaló que la información correspondiente a enero sugiere una atenuación de los aumentos salariales contractuales, aunque tal moderación, consideró, "parece insuficiente para propiciar una más rápida creación de empleos y una despresurización de la inflación en el ramo de los servicios".

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