"Me interesó dirigir eXtras por
su propuesta política y estética; su sencillez enamora"
El trabajo de extra es digno y masoquista: Sabina Berman
El texto es elocuente e invita a la invención,
expresa la cineasta y dramaturga Odiseo, Bruno y Demián Bichir
actúan en esta obra de Marie Jones Se presenta en el teatro Julio
Castillo
MYRRA YGLESIAS ESPECIAL
"Me interesó dirigir eXtras (Stones in
his pockets) por su propuesta política estética y cómo
se traduce a escena. Su sencillez te enamora", afirmó la dramaturga
y cineasta Sabina Berman.
Difícilmente el espectador se distrae cuando ve
esta puesta en escena de Marie Jones, adaptada y dirigida por Berman. Cada
momento en el escenario tiene significado. Hace una crítica a la
globalización, y la calidad artística de los actores Demián,
Bruno y Odiseo Bichir, quienes interpretan 14 personajes (entre mujeres
y hombres) lleva al público del llanto a la risa. La historia se
desarrolla en Chiconcuac, Morelos, y narra las caóticas experiencias
de dos extras de cine durante la filmación de una película
producida por Hollywood.
Son muy pocos los elementos que los actores utilizan en
el escenario y la mejor herramienta con la que cada uno cuenta es la expresividad
de su rostro, su capacidad de imitar acentos y de crear ilusiones.
Respecto de esta obra, que se ha presentado en Broadway,
Tel Aviv, Jerusalén, Japón, Dublín, Islandia, Varsovia,
Toronto, Belfast, Sydney, Edimburgo y Suecia, Sabina Berman recordó
que Marie Jones, la autora, apunta que países como Irlanda y México
-al margen del primer mundo- tienen su mayor valor en la cultura y no deben
disfrazarse de naciones ricas ni tratar de ser lo que no son.
Trabajo con intuición
-¿Qué
factores influyen cuando comienzas a dirigir? -se pregunta a Sabina.
-Sólo veo mi trabajo artístico con intuición;
si mi intelecto está calculando sé que voy por el camino
errado. Como yo me propongo el arte es ese momento previo a la conciencia
ya establecida.
"Cuando estoy trabajando soy monotemática, me pongo
a disposición del proyecto y es entonces cuando me suceden cosas
curiosas en mis sueños, en los recuerdos, o por ejemplo cuando estoy
comiendo se me ocurre una escena."
-¿Qué pasa después del estreno?
-Lo interesante del teatro, que lo diferencia del cine,
es que el estreno no es el final del camino, las siguientes semanas son
cruciales. Uno sigue dirigiendo, en el sentido en el que uno sigue colocando
la proa hacia donde evoluciona la obra. En el teatro, si una obra no está
cambiando está muerta; es como en el amor, hay que continuar el
diálogo con los actores, con los técnicos. En esta obra el
trabajo de estos últimos es crucial, y se han portado impecablemente,
han trabajado horas extras sin cobrarlas. Ha sido muy alentador.
-¿Cómo es Sabina como directora?
Demián: Es genial, exacta, rigurosa, amorosa; es
sabia y, por fortuna, estricta. Su trabajo como dramaturga me parece brillante,
siempre he pensado que la gente genial es la más cariñosa.
La lección más importante que le aprendí es su paciencia,
sobre todo cuando tuvo que lidiar con tres marranitos que son tremendamente
neuróticos. Es increíble cómo pudo controlar la situación
sin ningún problema.
Bruno: Sabina es disciplinada, rigurosa, metódica,
de gran intuición y muy amorosa. Nos dio la feliz posibilidad de
ser libres para proponer, sin que fuera una dirección colectiva.
Estamos a su servicio porque confiamos completamente en su trabajo.
"Me duelen las acusaciones", dice Sabina
-¿Afectan las críticas a su trabajo?
Sabina: Después de un estreno estoy muy sensible
a las críticas, trato de no leerlas, sobre todo cuando has hecho
un trabajo con toda tu buena voluntad y capacidad. Me duelen las acusaciones
y últimamente se han repetido. Me han acusado de ligereza y frivolidad,
pero bueno, esas son debilidades circunstanciales.
Demián: A mí la crítica negativa
me vale madres y hace mucho tiempo que dejé de leerla y de creer
en las buenas cuando me di cuenta de que las malas en realidad lo que hacen
es cobrar facturas. Yo troné cuando criticaron Salón México,
película de García Agraz, justo en un desplegado que publicó
La Jornada firmado por un montón de críticos que decían
que era casi un insulto al país. Yo he visto cosas infinitamente
peores y nadie dice nada. Después de este ataque feroz me di cuenta
de que hay poca seriedad.
-¿Tuvieron la oportunidad de ver la obra en otro
país?
Sabina: No, pero para el montaje tuve la intención
de buscar más información. En Internet encontré una
foto de los dos actores que la representaron en Irlanda, aparecen con una
hilera de zapatos; decía que para cambiar de personajes cambiaban
de zapatos y me pareció una pésima idea. El texto es elocuente
e invita a la invención.
Demián: Intenté verla en Nueva York, pero
qué bueno que no lo logré porque no quería contaminarme
con nada. La adaptación de Sabina es alucinante porque mantiene
toda la esencia. Me parece brillante el trabajo de la dramaturga, tiene
un sentido del humor agudísimo y ágil, pero lo que más
me sorprendió es lo conmovedora que es la obra. Su crítica
cómo los grandes quieren aplastar a los los pequeños.
Bruno: Yo tampoco la vi. Dentro del texto hay ideas paralelas
que me conmueven y me importan. La idea de la globalización me perturba
ante los acontecimientos internacionales. Esto de que Estados Unidos decida
cómo es el mundo y cómo son los mexicanos me parece intolerable.
-¿Qué opinan acerca del trabajo de los extras?
Sabina: Es digno y masoquista, porque están tan
cerca y tan lejos de las estrellas. Su trabajo consiste en ser anónimos,
mientras trabajan con los que tienen derecho a expresar todo. En las telenovelas
Teresa y Yo no creo en los hombres trabajé de extra
para Antonio Serrano. Es un trabajo muy ingrato.
Conmovedora labor
Demián: Involuntariamente trabajé de extra
en 1986 porque me contrataron para interpretar un papel chiquitito en una
película gringa, en la que decía dos frases, pero
las cortaron y me dejaron en una escena en la que salía al fondo
cargando un féretro. Siempre que filmas hay extras y es muy conmovedor
ver que siempre están ahí, como esperando. Para mí
es muy cercana esta analogía que propone Marie Jones respecto de
lo que son el cine y los extras, que son los menos afortunados y tratados
como una especie de ciudadanos de segunda categoría. Estos extras
somos todos nosotros, como diría Evita: "Somos los descamisados".
Bruno: A mí lo que me perturba es que seamos extras
en la vida política, económica y social de nuestro propio
país y curiosamente ésta es básicamente la tesis de
la obra.
Odiseo: Siento mucho respeto por el trabajo de los extras,
me consta el profesionalismo y pasión con el que se entregan. He
podido enterarme de los malos tratos que a veces padecen y me parece muy
pertinente que se presente esta historia porque realmente les dan un trato
muy ofensivo, impersonal y humillante, y no se lo merecen.
eXtras es una producción del Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes, mediante el Instituto Nacional de Bellas Artes,
la Coordinación Nacional de Teatro, Sabina Berman e Isabel Tardan
y Producciones Escarabajo.
La escenografía e iluminación es de Philippe
Armand. Alternan funciones Demián, Bruno y Odiseo Bichir. La obra
se presenta los jueves y viernes a las 20:30 horas; sábados a las
18 y 20:30 y domingos a las 18 horas en el teatro Julio Castillo del Centro
Cultural del Bosque, Paseo de la Reforma y Campo Marte.