Luego de Egin, la historia se repite
Casi cinco años después de la clausura de dos medios de comunicación por orden de un juez español, la historia se repite, esta vez contra el único diario en euskera de ámbito nacional. La operación contra el diario bilingüe Egin (Hacer) y la radio Egin Irratia, cuyos presuntos vínculos con ETA no se han probado, se saldó con el cierre de ambos medios y el proceso de 22 personas, un juicio que aún no se ha celebrado.
Todo comenzó el 15 de julio de 1998, cuando por orden del juez de la Audiencia Nacional de España Baltasar Garzón, alrededor de 300 policías irrumpieron en la sede central de Egin en Hernani y en las delegaciones de Iruñea (Pamplona), Gasteiz (Vitoria) y Bilbo (Bilbao), y las clausuraron.
El evidente carácter político de la operación lo dejó bien claro el presidente del gobierno español, el conservador José María Aznar, que una semana después de aquel cierre comentó a periodistas: si "creían que no nos íbamos a atrever a cerrar Egin, pues ya está cerrado".
Y el entonces ministro español de Interior, Jaime Mayor Oreja, vaticinó que Egin no volvería a salir a la calle. Pero su deseo no se cumplió: al día siguiente salió Euskadi Información y, más tarde, el 30 de enero de 1999, Gara. A punto de cumplirse cinco años de aquellos hechos, la historia se repite. "Entonces, ya dijimos que el cierre de un medio es inconstitucional, porque sólo es posible, conforme a la Constitución española, en los supuestos de estado de excepción o estado de sitio", recordó Iñigo Iruin, representante legal de Egunkaria. GARA