Flores secas en su tumba en el 30 aniversario
luctuoso
Nadie recordó a José Alfredo Jiménez
en su tierra natal
Roqueros grabarán disco con un tema inédito
del autor
MARTIN DIEGO Y ARTURO CRUZ BARCENAS CORRESPONSAL
Y REPORTERO
Dolores Hidalgo, Gto., 19 de febrero. Los mariachis
callaron. De el rey, solamente la mano de Dios y una paloma negra sobre
el monumento al autor de Caballo blanco se hicieron presentes. Nadie
más acudió al cementerio donde yacen los restos de uno de
los principales compositores de América Latina, José Alfredo
Jiménez, al cumplirse su 30 aniversario luctuoso.
Juvenal Martínez, hombre que cuida el camposanto,
dice que "al panteón no ha venido nadie siquiera a tomarse una foto
hoy, ustedes son los primeros".
Señala que es en el primer poste donde está
la tumba del compositor guanajuatense, "ahí lueguito se mira, nomás
que se tienen que ir derecho" advierte.
Por
sobre los blancos sepulcros se levanta un sarape mexicano hecho con Talavera
de Dolores donde, con cada uno de los mosaicos multicolor que fue elaborado,
tiene inscrito el nombre de una canción. Que te vaya bonito,
El jinete, Tú y las nubes, Paloma querida,
El siete mares y otras más.
Un marchito crisantemo y unas cuantas varas de nardo evidencian
que José Alfredo no se ha ido del recuerdo de quien, de vez en vez,
visita a un familiar en el panteón de Dolores.
El sombrero típico de mariachi que cubre el sepulcro
del hombre de los Caminos de Guanajuato es coronado por una paloma
negra. Un hombre se acerca y, por unas monedas, hace una reseña
de cuando lo saludó José Alfredo "la vez que vino, antes
de morirse en 1973. Yo lo saludé y me dijo que de esta tierra no
se iría. Al poco tiempo lo trajeron ya fallecido al pobrecito. Hizo
muchas cosas buenas, sí señor, pero ya la gente ni se acuerda.
Nomás cuando nos ponemos borrachos decimos, 'José Alfredo,
gracias por las canciones pero hasta ahí'" dice al tiempo de alejarse
con paso lento y con su moneda en la mano.
Nadie estuvo en el panteón. En el ayuntamiento
desconocían cualquier homenaje a quien llaman el hijo pródigo
de Dolores.
Es tiempo de La media vuelta y decir Ojalá
que te vaya bonito.
Mientras tanto, en la capital del país, fue develado
un busto de José Alfredo en el Jardín de los Compositores
Mexicanos, con motivo del 30 aniversario luctuoso del creador de temas
como Yo, el primero que grabó el 22 de febrero de 1950, al
que seguirían piezas -para un total de 248 registadas- que conforman
una poética ligada a la sensibilidad del pueblo.
A la pequeña plaza, ubicada entre Patriotismo,
Alfonso Reyes y José Vasconcelos en esta capital, a la una de la
tarde, llegaron José Cantoral, titular de la Sociedad de Compositores
de Música; Saúl Hernández, líder y voz del
grupo Jaguares; Martín Urieta, Homero Aguilar, Jorge Macías,
Jesús Monárrez, Manolo Marroquín; Dolores Padierna,
delegada en Cuauhtémoc; los hijos del homenajeado: José Antonio,
Martha, José Alfredo y Lupita, así como quien fuera su mujer
y musa, Paloma Gálvez.
El grupo músico vocal Amigos interpretó
algunas canciones que en México se entonan a la menor provocación
sentimental.
Saúl fue el más acosado por la prensa. Informó
que participará en un disco homenaje donde varios roqueros interpretarán
a su manera temas del ídolo popular. Entre otros estarán
Enrique Bunbury, Joaquín Sabina y el grupo Elefante. José
Alfredo Jiménez Gálvez expresó que espera que tal
producción reciba en el futuro el Grammy, pues "quién mejor
que mi padre se lo merece: ha vendido más de cien millones de discos".
José Alfredo nació el 19 de enero de 1926
y murió el miércoles 19 de febrero de 1973. Una de las canciones
que definieron su carácter es El siete mares, que fue entonada
por el grupo Amigos, que provocó un momento de algarabía.
Cantoral tomó el micrófono y resaltó que José
Alfredo "flota y seguirá flotando en el espacio de México
y el universo".
El creador del busto, Sergio Peraza, dijo: "Un día
mis manos se marchitarán, pero el bronce de mi obra perdurará.
Cuando llegue ese momento me gustaría que se mencionara el día
de hoy y a José Alfredo Jiménez. Su busto no es sólo
70 kilos de bronce. A través de la obra quise dejar el sentimiento
de todos los que ahora lo recordamos, pero fuerte, joven y gallardo, a
sus 36 años".
Para Saúl Hernández, quien cantará
un tema inédito de José Alfredo en un disco de próxima
grabación, el autor de Ella "demostró que el tiempo
no existe y su obra constituye un acervo cultural de todos nosotros; es
parte de la historia. A mí, de sus canciones, la que más
me llega es El jinete, por todo lo que representa; es realmente
poderosa".