Indígenas, constantes víctimas de grupos policiacos
Denuncian aumento de abusos contra migrantes nacionales y extranjeros
VICTOR BALLINAS
Los abusos, persecución, discriminación y malos tratos contra migrantes nacionales y centroamericanos, sudamericanos, coreanos, chinos, entre otros, continúan en todo el país. En los meses pasados se registró un incremento en el número de iraquíes detenidos en Tijuana, Baja California, cuando pretendían cruzar hacia Estados Unidos y fueron remitidos para su deportación a la estación migratoria de Iztapalapa.
Martha Villarreal, coordinadora del programa de migrantes de la organización no gubernamental Sin Fronteras, denunció que "desde enero no nos permiten el acceso en la estación migratoria de Iztapalapa a la información sobre detenidos para deportar. Acudí cuando me enteré del caso de los siete iraquíes detenidos en Tijuana y que fueron traídos a la estación. No me dejaron hablar con ellos, ni me dieron ningún informe.
"Antes, entre octubre y diciembre de 2002, como abogada de Sin Fronteras yo tenía acceso a la información, así lo habíamos acordado con las autoridades del Instituto Nacional de Migración; sin embargo, a partir de enero ya no se me da el acceso a los informes para hablar con los inmigrantes, proporcionarles asesoría o ponerlos en contactos con la Comisión Nacional de Derechos Humanos o sus embajadas o consulados."
Y en el caso de las vejaciones, discriminación y violaciones de derechos humanos a que son sometidos los migrantes mexicanos, Villarreal ejemplifica: "una mujer mexicana estuvo detenida en Tijuana, en la estancia de migración por varios días. Se identificó con una credencial de elector, con acta de nacimiento y no le creyeron. La detuvieron por su apariencia.
"Trece mexicanos fueron deportados a Guatemala, los militares que los detuvieron los pisaron, les ordenaron tirarse en el piso y luego caminaron sobre ellos. ƑSu delito?, no reconocer en un billete la efigie de Benito Juárez. Se les deportó, sin tomar en cuenta que eran indígenas", denunció.
Rocío Culebro, secretaria técnica de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, dijo que la ciudad es intolerante. A los migrantes indígenas se les discrimina por su apariencia. Citó la recomendación que al respecto emitió el ombudsman local, porque un indígena fue remitido al Ministerio Público por encontrarse pidiendo limosna en una calle de Polanco, con dos de sus hijos dormidos.
El Ministerio Público le tomó declaración, le retuvo a sus hijos "a los que supuestamente tenía drogados para dormir, cuando en realidad dormían por la desnutrición y hambre que tenían".
El indígena era de Oaxaca, tuvo que regresar a su tierra natal por sus documentos de identificación para demandar que le devolvieran a sus hijos.
"Después de la recomendación, en la que pedíamos que en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal hubiera traductores indígenas, el procurador nos dijo que ya había un acuerdo con el Instituto Nacional Indigenista (INI) para proporcionarlos.
"Para combatir la discriminación hicimos un spot que pasamos en radio. Se decía que si un indígena era detenido y remitido al Ministerio Público tenía derecho a solicitar un traductor", apenas se había comenzado a divulgar cuando el INI "nos llamó y nos dijo que retiráramos el anuncio, que ellos no tenían traductores, y que los agentes del Misterio Público ya les estaban solicitando su presencia", concluyó Culebro.