Carlos Abascal rechaza que el pacto tenga fines electorales o cortoplacistas

Alianza entre gobierno, patrones y obreros para evitar el desempleo

Compromiso de autoridades para incrementar los recursos en contra del cierre de plazas

FABIOLA MARTINEZ

El gobierno federal firmará con los representantes de la iniciativa privada y del sector obrero un compromiso "para evitar despidos a toda costa" y, ante una eventual caída en los niveles de producción, utilizar paros técnicos, vacaciones anticipadas o figuras similares que eviten el cierre de plazas.

Por su parte, el gobierno canalizará recursos económicos y fortalecerá programas de desregulación administrativa con el objetivo de promover la generación de empleos, adelantó el secretario del Trabajo, Carlos Abascal Carranza.

Pese a lo anterior, el funcionario sostuvo que no se trata de un programa de coyuntura, cortoplacista o electoral.

El compromiso referido constituye, según versión de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), "la respuesta más vigorosa" en lo que va del sexenio para combatir el grave nivel del desempleo y ocupación sin seguridad social, problemática que afecta a por lo menos la mitad de la población económicamente activa, esto es, unos 20 millones de mexicanos.

Según el calendario preliminar, el convenio se firmará en la segunda o tercera semanas de marzo; el aspecto central del mismo es redactado actualmente por funcionarios de las secretarías del Trabajo, Economía y Turismo, entre otras dependencias, y por el coordinador de Políticas Públicas de la Presidencia, Eduardo Sojo.

Más allá de los acuerdos con los sectores de la producción se analizan diversos modelos de empleo temporal que aplicarían las dependencias del gobierno, becas y apoyos para la capacitación, entre otros.

"Advertimos que México sigue teniendo un índice de desempleo doloroso para muchas familias, pero todavía muy inferior al del resto de América y buena parte de Europa, por lo que debemos redoblar esfuerzos para elevar el número de inversiones productivas", señaló Abascal.

Los compromisos entre sindicatos y empresarios incluyen que ambas partes hagan "un esfuerzo excepcional" para encontrar fórmulas que ayuden a conservar el empleo y generen nuevas opciones productivas que fortalezcan el mercado interno.

De esta forma se llevará al papel los acuerdos verbales y las estrategias utilizadas en 2001, periodo en que se registró el nivel de desocupación más alto en lo que va del sexenio foxista.

Mientras el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática difundía los resultados de la Encuesta Nacional de Empleo Urbano, con un índice de desocupación abierta de 2.8 por ciento, apenas dos décimas por debajo del máximo registrado en esta administración, Abascal Carranza reiteró que este año será mejor que el pasado.

Por ello, agregó, el reto es "no paralizarnos" sino instrumentar todas las acciones de gobierno -incluido el financiamiento para la creación de micronegocios- que permitan sacarle el mayor provecho a una inflación menor y, sobre todo, "multiplicar" las fuentes de empleo.

Esto es apenas otra expresión más de lo que ya se ha hecho -agregó- y confiamos en que en los próximos dos años se ahonden estos programas para avanzar en la inversión productiva, única forma de crear puestos estables.

Los lineamientos generales de la estrategia referida serán difundidos el próximo miércoles, como parte de la agenda económica del Consejo para el Diálogo con los sectores productivos, en el que participan los líderes del Congreso del Trabajo (CT), la Unión Nacional de Trabajadores y el Consejo Coordinador Empresarial.

El funcionario fue entrevistado al término del Foro Abierto de Empresarios Exitosos, organizado por la Confederación de Trabajadores y Campesinos (CTC), central obrera cuyos afiliados encabezaron un fuerte abucheo en su contra el pasado martes en la ceremonia por el 37 aniversario del Congreso del Trabajo.

Un día después, los dirigentes locales cetecistas acudieron al auditorio de la STPS para que Abascal les entregara reconocimientos de participación en el foro referido. El acto de clausura duró unos 15 minutos. No hubo silbidos, porras o insultos, y apenas un protocolario aplauso.

Ahí, el secretario aseguró que el país no puede, so pretexto de la globalidad, desproteger a la industria doméstica y, en especial, a las micro y pequeñas empresas. Como en otros discursos se refirió a la necesidad de generar "empleo productivo y salario remunerativo".

Esta vez, el funcionario no mencionó las características del "gobierno del cambio" ni el nombre del Presidente de la República.

Al final, a pregunta de los reporteros en torno a la áspera experiencia vivida en el auditorio del CT, expresó: "soy sensible a las expresiones de todo tipo. Ayer hubo aplausos y hubo silbidos. Entonces tenemos que ser sencillos ante el reconocimiento y abiertos ante el reclamo. Por supuesto que no veo agravio absolutamente de nadie, así es la democracia".