Se hacían pasar por representantes del IPAB
Siguen libres dos acusados de fraudes millonarios en 5 estados
JUAN ANTONIO ZUÑIGA
Con 16 denuncias de defraudación y una orden de aprehensión en su contra -sólo en el estado de Querétaro-, hasta el momento no han sido detenidos Jorge Ramón Juárez Torre y Alfredo Cruz Flores, posibles responsables de millonarios fraudes en al menos cinco entidades del país.
Los presuntos defraudadores se hacían pasar por representantes del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) para vender terrenos y bienes inmuebles, y ofrecer además arreglos para reducir deudas bancarias.
En total se han abierto 24 procesos judiciales y liberado tres órdenes de aprehensión en contra de estos sujetos que, de acuerdo con las averiguaciones, utilizaron documentación apócrifa del IPAB para sorprender a personas que pagaron por adelantado la compra de inexistentes terrenos y otros bienes raíces del organismo o la reducción de débitos. El IPAB no tiene representantes ni delegaciones en ninguna entidad del país.
El monto de la defraudación en Querétaro, donde actuaron a través de la razón social Estrategia Jurídica y Análisis, asciende a 300 millones de pesos, según estimaciones de las personas defraudadas. En la capital de ese estado, las oficinas de este despacho jurídico se ubicaban en el 124 del Boulevard Bernardo Quintana, en la Plaza Alamos, antes Plaza Cóndor.
A fines de enero se llevó a cabo un cateo en el domicilio de Jorge Ramón Juárez Torre en busca de elementos que permitan tipificar el delito de fraude maquinado, puesto que en los casos conocidos y denunciados sólo se han aportado copias fotostáticas que carecen de validez en los procesos judiciales. El acusado ha promovido un amparo.
Esta red de defraudadores también actuaba bajo la denominación de Asesores Profesionales, cuyo modo de operar consistía en insertar anuncios en los periódicos locales en los que ofrecían casas y terrenos a precios sumamente bajos y prometían solucionar cualquier problema de crédito con la banca comercial. Atendían a los clientes en oficinas bien montadas y requerían adelantos de pago sobre operaciones que resultaron ficticias.
El IPAB ha informado que las propiedades o los créditos que han sido incluidos en esas ''operaciones'' no se encuentran registrados entre los bienes que forman parte de la cartera de este organismo público.