El mandatario escucha protestas de vecinos de
Portales por su ''proselitismo'' en favor de AN
López Obrador y Montiel hacen el vacío
a Fox en gira por DF y Edomex
En Chicoloapan, Marta Sahagún entrega casa a
un pequeño que salvó la vida a tres ancianos
JUAN MANUEL VENEGAS ENVIADO
Valle de Chalco, 18 de febrero. Las actividades
que el presidente Vicente Fox Quesada llevó a cabo este martes en
el Distrito Federal y el estado de México quedaron marcadas por
la ausencia de los gobernantes locales. Ni el jefe de Gobierno de la capital
del país, Andrés Manuel López Obrador, ni el gobernador
mexiquense, Arturo Montiel Rojas, acudieron a recibirlo.
En
cambio, a lo largo de todo el día lo que asomó fue la disputa
electoral entre los tres principales partidos del país (PRI, PAN
y PRD) en ambas entidades; el reclamo al ''proselitismo presidencial''
a favor de Acción Nacional, y la abierta campaña de Fox y
su esposa, Marta Sahagún, que aunque lo intentaron, no lograron
encubrirla.
Por la mañana, en la delegación Benito Juárez
del Distrito Federal, que encabeza el panista José Espina, el Presidente
inauguró la nueva estación de bomberos.
Los reclamos
Y aquello se convirtió en un foro para los reclamos
contra el ''activismo'' electoral del mandatario, y contra el ''oportunismo''
de Espina, quien -acusaron los manifestantes- se ''colgó'' de una
obra (la estación de bomberos) realizada con las aportaciones de
la ciudadanía, de la iniciativa privada y del gobierno de López
Obrador.
''¡Fox, no sigas haciendo campaña electoral
panista con la obra social, de todos modos vas a perder... no vas a ganar
el Congreso!'', gritaron unas cien personas, identificadas con el PRD,
quienes mostraron pancartas al titular del Ejecutivo federal. A Espina,
en tanto, lo acusaron de que bajo su gestión hoy la delegación
Benito Juárez ''tiene más cantinas y menos escuelas''; le
exigieron que ''no se colgara el mérito de la obra'', y le achacaron
el ''síndrome de Carlos Salinas'', pues a los ciudadanos ''ni nos
ve ni nos oye''.
Al paso de Fox, integrantes del comité vecinal
de la colonia Portales culparon al funcionario panista, además,
''de bloquear las obras sociales de López Obrador''.
Los reclamos a Fox y Espina se mantendrían durante
todo el acto, ante la mirada expectante del subsecretario de Gobierno del
Distrito Federal, Alejandro Encinas, quien acudió con la representación
del jefe de Gobierno. Y mientras tanto del otro lado, más cerca
del Presidente, se empezaron a oír otras voces, las de los panistas,
que en menor cantidad corearon a favor de los gobernantes de su partido:
''Sí se pudo, sí se pudo...''
Como no queriendo hacer caso a aquellas manifestaciones,
en su mensaje Vicente Fox buscó el tono conciliador: primero felicitó
a Espina por la nueva estación de bomberos, luego reconoció
la ''voluntad de cooperación de Andrés Manuel López
Obrador'', y finalmente soltó: ''Hoy podemos constatar que las autoridades
delegacionales y capitalinas están avanzando unidas en la solución
de los problemas que afectan a los habitantes de la ciudad de México.
La colaboración entre gobiernos es un signo alentador de nuestra
vida en democracia, en especial cuando se efectúa, como sucede aquí,
al margen de colores partidistas''.
Destacó la ''pluralidad'' que se vive en la delegación
Benito Juárez, ''como en otros lugares del país'', y subrayó
que para enfrentar los rezagos acumulados durante décadas ''no hay
mejor camino que la suma de esfuerzos entre los tres niveles de gobierno''.
Esta es la ''fórmula democrática y es la más segura
para hacer de la ciudad un mejor lugar para los capitalinos'', enfatizó.
Por
ahí iba hasta que él mismo terminó por desacreditar
esos intentos de conciliación: empezó a hablar del ''monto
histórico'' de recursos federales para la capital; siguió
con su aseveración de que el gobierno federal ''cubre'' el ciento
por ciento del costo de la educación en la capital del país,
e hizo hincapié en que para su administración el bienestar
de los habitantes de la ciudad es ''una prioridad''.
Para que no quedaran dudas de que pronto se olvidó
el mensaje conciliatorio, otra vez metió al debate a Vamos México,
que preside su esposa, Marta Sahagún. Ahí mismo, en la estación
de bomberos, presentó al niño que más tarde en Chalco
recibiría de regalo una casa, tramitada a instancias de la mencionada
fundación.
Contó la historia del menor Alfredo Julio Dionisio,
quien salvó la vida de tres ancianos en un incendio, y dio ''las
gracias a la sociedad civil convocada por Vamos México'' para hacer
posible la entrega de la casa a los padres del pequeño de 12 años.
Ya en el Valle de Chalco, Fox y su esposa platicaron con
hombres y mujeres que han ''desarrollado pequeñas empresas'' a partir
de su inscripción en el sistema nacional de microcréditos,
y el mandatario inauguró la Asamblea Anual del Desarrollo, Finanzas
y Microempresas.
Aunque la justificación oficial sostiene que Fox
no fue a Valle de Chalco a entregar obras, sino a escuchar a la gente y
sus experiencias en el sistema de los microchangarros, no se pudo
evitar el tinte electoral a la visita presidencial.
Impedidos para hacer proselitismo por algún partido,
a menos de 20 días de las elecciones mexiquenses para renovar ayuntamientos
y Congreso estatal, el gobernador Montiel había solicitado al presidente
Fox, en la víspera, no asistir a la entidad para evitar cualquier
interpretación electoral a favor del panismo.
Pero Fox ahí estuvo y Montiel prefirió hacer
el vacío a la gira.
Si bien no entregó obras, en el mensaje que dirigió
destacó ''toda" la labor de su gobierno para impulsar el microfinanciamiento
a favor de la gente que menos tiene ''y poder acercarnos a las mujeres
y a los hombres emprendedores, que quieren sacar adelante a sus familias''.
Siguió en la exaltación de la ''obra'' de
su administración: ''Nuestra tarea es acercar esas oportunidades
y de esta manera se viene construyendo en el país -en silencio,
pues casi nadie se entera, pero va progresando en todo el país-
una gran pirámide donde en la base están las instituciones
de microfinanciamiento''.
Si en el discurso quedó claro el ''tinte electoral",
más todavía en los diversos diálogos que el mandatario
sostuvo con los ciudadanos que acudieron a recibirlo: no hubo ningún
reparo en ofrecer que las bibliotecas de aula, para las escuelas del lugar,
quedarían instaladas a la brevedad; a otros que pidieron más
recursos para infraestructura urbana les dijo que ''90 por ciento de lo
que tiene el gobierno del estado se lo damos nosotros, el gobierno federal'',
y a aquellos que se quejaron de que ''el PRI y el PRD'' estaban condicionando
la entrega de obras sociales al voto, los llamó a no dejarse engañar.
''¡No se me dejen engañar, no se me dejen engañar!'',
les exigió.
Ahí, en Chalco, también visitó el
centro de desarrollo comunitario San Juan Diego, de las Siervas de Jesús
de la Caridad, de orientación y educación jesuítica.
Fox llegó hasta ironizar el llamado de Montiel.
Jugueteando con los niños de la guardería, primero les pidió
que con sus ''manitas'' dibujaran la V, señal de la victoria...
pero luego reaccionó entre risas con su esposa y los reporteros:
''No, no, aquí no se puede... aquí nomás un dedo (el
índice alzado)... ¡aquí nomás un dedo! ¿No
ven que no se puede con los dos?'' Los niños, de entre tres y cinco
años, aceptaron el juego.
Finalmente, en el municipio de Chico-loapan, en el fraccionamiento
Hacienda de los Reyes, fue la entrega de la casa que la señora Sahagún
tramitó para la familia del niño Alfredo, en recompensa por
haber salvado a los tres ancianos de un incendio.
El inmueble, de 40 metros cuadrados de construcción,
fue entregado con todo y muebles. ''Este es el premio a un héroe,
a un héroe anónimo...'', festejó la esposa del Presidente,
Marta Sahagún, antes de entregar, ella misma, las llaves del nuevo
inmueble.
Aunque al final, se dijo, se evitó hacer proselitismo...