Intentaban retirar el bloqueo de campesinos a una carretera
Artefacto casero ocasiona el deceso de 7 soldados bolivianos
DPA, AFP Y REUTERS
La Paz, 14 de febrero. Al menos siete soldados del ejército boliviano resultaron heridos a causa de la explosión de una bomba casera en la zona productora de coca del Chapare, donde los uniformados buscaban despejar una carretera troncal que mantienen bloqueda grupos de campesinos que protestan contra el gobierno.
''Fue un acto premeditado de barbarie", afirmó el viceministro de Desarrollo Alternativo, Marco Antonio Oviedo, al informar de los hechos ocurridos en un puente de la población de Laukan, en el central departamento de Cochabamba, epicentro de los conflictos entre el gobierno y los campesinos cocaleros.
Señaló que esto era "muy grave" y que hacía un llamado al líder cocalero y diputado Evo Morales, que aglutina a la segunda fuerza de oposición, al apuntar que debe ser dejado de lado "el pandillaje político en el país". Dijo no tener dudas de que el artefacto fue colocado por sectores políticos que no quieren la paz.
Ante los reclamos de que renuncie el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada por su responsabilidad en los hechos que desembocaron en la "matanza" del miércoles y jueves, que dejaron al menos 33 muertos y 173 heridos, el gobierno respondió que detrás de tales sucesos se "gestaba" un golpe de Estado, pero que fue evitado.
El vocero presidencial, Mauricio Antezana, sin identificar a ningún sector sobre el "fallido" movimiento contra "la democracia", pareció aludir sin embargo a los opositores Manfred Reyes Villa y Evo Morales, quienes junto con otros sectores políticos y los sindicatos obreros y campesinos han reclamado la dimisión del gobernante.
La oposición en el Congreso anunció la instalación de un juicio de responsabilidades contra Sánchez de Lozada por la espiral de violancia, y con miras a que sean esclarecidos plenamente los hechos.
En conferencia de prensa el mandatario sostuvo que "sólo muerto" saldrá del palacio de gobierno. No obstante, pidió "calma" y "reflexionar" sobre los últimos acontecimientos, al tiempo que anunció el restablecimiento de las actividades públicas y privadas a partir de este viernes, y se espera que haga cambios en su gabinete. Aunque el gobierno decretó tres días de duelo nacional, dispuso el retorno al trabajo, mientras que este día tuvo lugar un multitudinario cortejo fúnebre de nueve de los 10 policías muertos en los enfrentamientos del miércoles con el ejército.
Se estima que unas 10 mil personas participaron en las honras fúnebres, encabezadas por los uniformados. Miles de personas expresaron su solidaridad, agitando pañuelos blancos y aplaudiendo a los "héroes que brindaron sus vidas contra el impuestazo" que el gobierno pretendía aplicar a los salarios de los trabajadores.
Hubo consignas de repudio al gobierno de Sánchez de Lozada y cuatro legisladores que quisieron sumarse al acto fueron expulsados.
En Washington, el Consejo Permante de la OEA aprobó una resolución de "pleno y decidido respaldo" al gobierno y las instituciones democráticas de Bolivia, y condenó los actos de violencia y otros usos no democráticos contra la democracia y la gobernabilidad.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) se declaró satisfecho porque Bolivia seguirá buscando un programa con la institución ahora que la situación se está "estabilizando", en tanto que el Banco Internacional de Desarrollo prometió acelerar desembolsos pendientes y proponer nuevos préstamos al país andino.
El presidente argentino, Eduardo Duhalde, lamentó que Sánchez de Lozada haya decidido aplicar el ajuste solicitado por el FMI, que derivó en un estallido social parecido al ocurrido en su país durante el gobierno de Fernando de la Rúa.
Human Rights Watch reclamó al gobierno boliviano investigar las muertes de esta semana, y Médicos sin Fronteras denunció que hubo ataques de francotiradores contra médicos y enfermeros que participaban en labores de ayuda durante los disturbios.