Los libros se elaboraron sin apego a la cartilla de derechos sexuales de la CNDH

Guía de padres, en contravención con garantías bajo tutela oficial

El especialista José Aguilar Gil señala la necesidad de que los textos sean revisados por la SEP

Tienen una "agenda oculta" en concordancia con el pensamiento conservador, advierte

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

La educación sexual moderna está basada en el enfoque de los derechos humanos, y éste "es uno de los grandes huecos" de la Guía de padres que elaboraron la fundación Vamos México y el sindicato magisterial, afirma Jo-sé Aguilar Gil, coordinador na-cional de la Red Democracia y Sexualidad (Demysex).

Este médico y sicoterapeuta, autor de una amplia obra en materia de sexualidad, advierte que la guía contraviene la cartilla de derechos sexuales que recientemente emitió la Comisión Na-cional de Derechos Humanos (CNDH), la cual establece que los jóvenes tienen derecho a recibir "información completa, científica y laica" sobre el tema.

El artículo 10 de esta cartilla señala que las personas, para de-cidir libremente sobre su vida sexual, tienen derecho a recibir información "veraz, no manipulada o sesgada. Los temas relativos a la información sobre sexualidad deben incluir todos los componentes de ésta: el género, el erotismo, los vínculos afectivos, la reproducción y la diversidad".

Coautor del libro Hijo de tigre...pintito, uno de los primeros textos que editó la Secretaría de Educación Pública (SEP) para la educación sexual de los padres de familia, así como de una enciclopedia del Consejo Nacional de Población y del Manual Gente Joven, señala que en Mé-xico cada vez está más aceptado el enfoque de la sexualidad ligada a los derechos humanos.

Ante esta ausencia, propone que las guías sean revisadas por la Secretaría de Educación Pú-blica (SEP), que cuenta con una amplia experiencia en la elaboración de materiales, aunque reconoce que puede ser difícil modificar los libros, porque tienen una "agenda oculta" que va en la línea del conservadurismo.

En ninguno de esos manuales, dice, aparece información sobre métodos anticonceptivos y mu-cho menos se menciona el uso del condón. Tampoco se habla de las enfermedades de transmi-sión sexual ni del sida, ni del respeto a las distintas preferencias sexuales.

Para el especialista es preocupante que la guía omita estos temas cuando la reciente encuesta del Instituto Mexicano de la Juventud demostró que por lo menos la mitad de los jóvenes tienen relaciones sexuales antes de los 18 años y en las zonas rurales muchas mujeres se embarazan antes de cumplir 15 años.

La falta de información, en vez de bajar las tasas de natalidad o de transmisión de enfermedades tiene un efecto contrario, señala Aguilar Gil. También critica el hecho de que la Guía de padres se refiera al aborto sólo como una práctica ilegal, sin mencionar claramente cuáles son las excepciones.

Frente a esta perspectiva, dice que hay una corriente moderna que defiende los derechos sexuales y reproductivos. Actualmente el tema aparece en diversos instrumentos internacionales como la Carta de los Derechos Sexuales y Reproductivos de la Federación Internacional de Planificación de la Familia y la Carta de Derechos Sexuales y Reproductivos de la Organización Mundial de la Salud, entre otros.

En México, explica, este enfoque no sólo está reconocido en el ámbito académico o de las organizaciones civiles, sino que ya fue incluido en una cartilla que emitió la CNDH junto con 90 organismos no gubernamentales en enero pasado.

Preocupa, insiste, que esta guía que pretende distribuirse masivamente no incluya la perspectiva de los derechos humanos que ya está reconocida por la CNDH y que plantea 13 garantías básicas en materia de sexualidad, en-tre las que se encuentra el derecho a la información y a la educación sexual.

Desde esta perspectiva, critica que se aconseje a "los padres de familia que prácticamente se conviertan en controladores de la vida de sus hijos". En opinión de Aguilar Gil, los padres de familia no deben ser dueños absolutos de los derechos de sus hijos, porque en ocasiones son los mismos progenitores quienes abusan sexualmente de los niños.

Por eso señala que es importante que en el futuro los programas de educación sexual consideren la cartilla de la CNDH, que señala entre otros aspectos que los jóvenes tienen derecho a decidir de forma libre sobre su cuerpo y su sexualidad, a manifestar públicamente sus afectos, a decidir con quién compartir su vida y sexualidad, al respeto de su intimidad y vida privada, a vivir libre de violencia, a la li-bertad reproductiva, a vivir libre de toda discriminación.

Considera que hay dos artículos que se debieron considerar en la elaboración de la Guía de padres: el 10, que se refiere al derecho a la información completa, científica y laica de la sexualidad, y el 11, que establece que el derecho a una educación sexual sin prejuicios, que fomente la toma de decisiones libre e informada, la cultura del respeto a la dignidad humana y la igualdad de oportunidades y la equidad.