Acarreo de trabajadores de Sagarpa, Sedeso
y SRA; presentes, líderes campesinos del PRI
Monólogo gubernamental abrió las pláticas
para atender al agro
Ausente, el tema de la revisión del TLCAN Pide
Fox consolidar la producción agropecuaria
JUAN MANUEL VENEGAS, MATILDE PEREZ Y ANGELICA ENCISO
Acarreo de empleados de las secretarías
de Agricultura, de Desarrollo Social y de la Reforma Agraria, así
como la presencia de dirigentes de los grupos campesinos del PRI ligados
a Roberto Madrazo, marcaron la inauguración oficial de la mesa Por
una política de Estado para el campo, en la que, por otra parte,
quedó claro que no es intención del gobierno de Vicente Fox
tocar al tema de la revisión del capítulo agropecuario del
Tratado de Libre Comercio.
El reto ''es consolidar la producción agropecuaria,
hacerla más rentable y competitiva'', subrayó el mandatario,
al tiempo que ofreció que los grupos rezagados, ''que son la mayoría'',
tendrán prioridad en este nuevo esfuerzo por ''volcar toda la acción
del Estado'' para llevar salud, educación, vivienda, alimentación
y nutrición a todas las comunidades rurales e indígenas.
''Los del norte no están ricos por mensos'':
González
Por su parte, el gobernador panista de Aguascalientes,
Felipe González, rechazó -respaldado por Fox, que lo veía
sonriente- cualquier posibilidad de revisar el tratado con Estados Unidos
y Canadá, y pidió ver hacia ''los señores del norte,
que no están ricos por mensos''.
Javier Usabiaga, secretario de Agricultura, en tanto,
se concentró en llamar al diálogo a las organizaciones campesinas
que este lunes hicieron un vacío al acto convocado por el gobierno
para ''analizar la política agropecuaria'' nacional. ''No deseamos
entrar en conflicto con nadie y mucho menos que quede la impresión
de que estamos en una competencia o midiendo fuerzas'', dijo.
La explicación vino a cuento ante la ausencia del
Congreso Agrario Permanente (CAP), El Barzón, el Frente por la Defensa
del Campo, la Confederación Nacional Campesina (CNC) y las 12 organizaciones
que conforman el movimiento El campo no aguanta más, en el acto
de ayer, realizado en el Centro Social y Deportivo (Censodep) de la Sagarpa,
en Culhuacán, donde a cambio de campesinos y dirigentes llegaron
-previa instrucción oficial- empleados de Agricultura, Desarrollo
Social y Reforma Agraria.
El acarreo quedó al descubierto a través
de los propios trabajadores de Sedeso y SRA, y se hizo evidente cuando
el Presidente se fue: la mayoría de los burócratas salieron
tras cumplir con su cometido de llenar el hueco dejado por los campesinos
y respaldar las posturas oficiales y cada uno de sus pronunciamientos.
Entre los priístas ligados a Madrazo estuvieron
Guadalupe Martínez, quien encabeza fracciones del CAP que pertenecen
al tricolor; el asambleísta Humberto Serrano, dirigente del
Consejo Agrarista Mexicano, y el diputado federal por Guerrero Nabor Ojeda,
''disidente'' de la CNC.
Ligados al madracismo estaban también el dirigente
de la Unión General de Obreros y Campesinos Mexicanos, José
Luis González, y Salomón Faz Sánchez, el viejo ex
dirigente de la Confederación Nacional de Pequeños Propietarios,
que se hizo famoso hace más de 26 años encabezando la bufalada
que se volcó al destape de José López Portillo.
Hoy, Faz Sánchez se presenta como líder
de la Unión de Productores de Algodón. Este lunes, antes
de que Fox tomara el micrófono, desde su asiento intentó
''robarle'' unos minutos, pero el mandatario amablemente le pidió
esperar a fijar su posición, una vez que empezaran en forma los
trabajos de la mesa. ''Sería una descortesía darte sólo
a ti la palabra", le dijo.
Así dieron inicio las mesas de negociación,
que se convirtieron en un monólogo gubernamental debido al cambio
de sede decidido por Usabiaga, aun cuando las organizaciones campesinas
habían anunciado su decisión de no asistir.
Con el conocimiento de que las agrupaciones ausentes no
aceptarán lo que en la mesa de este lunes se pudiera acordar, Usabiaga
fue el primero en hacer uso de la palabra para insistir en el llamado a
''los que no están'', dijo.
''Su instrucción, señor Presidente, ha sido
clara y precisa: que no se excluya a nadie, que todas las voces se escuchen...
por eso en estos momentos y frente a usted, quiero reiterar la invitación
amplia, abierta, para todos aquellos que, aun deseándolo, no están
aquí hoy, con nosotros... queremos que todas las organizaciones
que son representativas de nuestro campo participen de alguna manera'',
explicó.
Manifestó su temor de que, por los ausentes, el
acto pudiera provocar la impresión que desde el gobierno se pretende
''medir fuerzas o la competencia'', pues ''por el contrario, hemos hecho
esfuerzos muy grandes para eliminar cualquier obstáculo o elemento
que pueda entorpecer el desarrollo de este diálogo''.
Terminó: ''Con toda honestidad y transparencia,
siempre hemos dicho que no somos ni pretendemos ser los poseedores exclusivos
de la verdad, y que estamos dispuestos a corregir y a cambiar esquemas...''
La falta de interlocución real se dejaba sentir
en el discurso del secretario. El gesto adusto de los secretarios de Gobernación,
Santiago Creel; Hacienda, Francisco Gil; Desarrollo Social, Josefina Vázquez
Mota, y de la Reforma Agraria, María Teresa Herrera Tello, evidenciaba
que las cosas no estaban saliendo bien.
En el presídium, el único que sonreía
era Fox. Y más cuando tomó la palabra el gobernador de Aguascalientes,
quien de plano asumió el papel del duro contra las pretensiones
de llevar la discusión sobre los temas del campo hasta la revisión
del capítulo agropecuario del TLCAN.
El ejemplo está ''con los señores del norte.
Creo que mientras sigamos viendo el campo como un problema no va a salir
esto. ¡O es un reto o ahí le dejamos! ¡Podemos o no
podemos! Estamos, una vez más, queriendo echar sal a las heridas:
si dieron o no dieron (recursos en el pasado), pero ¡vamos viendo
el pasado para ver qué no debemos volver a hacer! ¿O nos
queremos quedar atrapados en él?'', manifestó González.
''Se habla de miles de millones que sí se daban
antes. ¿Qué se hicieron? He recorrido muchas comunidades
y me dicen que jamás los ayudaron. ¿Entonces, por qué
no llegaban (eso miles de millones) al campo?''
Así pues, dijo, lo que hoy se debe hacer es aprovechar
''la gran oportunidad'' de que no vuelvan a hacerse proyectos desde el
escritorio, y el ''momento importantísimo'' que se presenta en México
para que los campesinos y productores amplíen sus mercados y ''podamos
amarrar nuestras cadenas productivas''.
Y encontró un ejemplo: ''¡Los señores
del norte no están ricos por mensos! ¡Ellos hacen tratado
spara ganar dinero! Normalmente en los negocios el que tiene la lana
en la mano es el que siempre lleva la ventaja, y hoy nosotros tenemos la
oportunidad de buscar nuestros mercados, unidos por una gran necesidad
de salir adelante. ¡Lo podemos hacer!''
Para González, ''hoy ya no podemos volver a salir,
una vez más, a decir: '¡ayúdame!' No. Hoy yo hago esto
y a ti te toca esto. Hoy es el momento de la corresponsabilidad y de un
país que necesita sacar adelante este gran reto de la producción''.
Finalmente ironizó: ''Hablamos de que vamos a revisar
el TLC, pero ¡todavía no revisamos ni cómo andamos!
¿Todavía no hacemos ni las mesas! ¿Qué vamos
a proponer? ¿Cómo vamos a salir? Y queremos ir a decirles
(a los estadunidenes): '¡aquí bórrale!' ¡No!
¿Cómo vamos a hacer eso?''
Las expresiones de González parecieron una respuesta
a lo dicho por el senador priísta José Bonilla Robles, presidente
de la Comisión de Desarrollo Rural, quien previamente había
contrapunteado el discurso presidencial de los últimos días,
al subrayar que se empiezan a sentir ya los impactos del TLCAN, "pues paulatinamente
no hemos ido empobreciendo y hemos visto cómo las importaciones
de granos han venido creciendo hasta ubicarse actualmente en 40 por ciento"
del consumo nacional. "Estamos perdiendo y aniquilando el mercado interno",
añadió.
También informó que "frente a la apatía
y resistencia" oficial de analizar la posibilidad de revisar el tratado,
un grupo de senadores mexicanos viajó el pasado 5 de febrero a Washington,
donde se entrevistó con sus homólogos estadunidenses "y logramos
sensibilizarlos" de la conveniencia de reabrir la discusión del
acuerdo comercial, en su capítulo agrario.
"Regresamos satisfechos, porque ahora no hay lugar a duda
de que las autoridades pretexten que nuestros homólogos no tienen
disposición, porque hemos comprobado que sí la tienen", dijo.
En tanto, en su mensaje, Vicente Fox insistió en
su propuesta de construir una nueva política para el campo, sobre
la base de distinguir cuatro niveles en el sector rural mexicano: primero,
el de "los productores de vanguardia, altamente exitosos, exportadores
eficientes, productivos y competitivos... generan divisas y han logrado
conquistar mercados muy exigentes, como el de Estados Unidos".
Luego está el nivel de los productores medios,
"compuesto por miles, millones de propietarios rurales, de ejidatarios
organizados que producen para el mercado nacional con tecnología
sencilla... a ellos hay que apoyarlos con programas de capitalización
y para que mejoren su comercialización".
En el esquema foxista viene enseguida el sector del campo
de subsistencia, compuesto por "millones" que prácticamente producen
para el autoconsumo, "y a ellos habrá que orientar fundamentalmente
los programas de desarrollo rural".
Y hay un cuarto segmento, las comunidades rurales e indígenas
más "rezagadas y excluidas", a las que habrá que llevar infraestructura
de agua, electrificación, educación media y superior, centros
de salud, vivienda, alimentación y nutrición.
Escenario diseñado para ocultar el desencuentro con 24 organizaciones ausentes
Lamentos y desahogos marcaron el inicio del diálogo sobre el campo
Al amanecer, 50 autobuses llevaron al Censodep a los campesinos invitados por Sagarpa
ANGELICA ENCISO Y MATILDE PEREZ U.
El diálogo Por una política de Estado para el campo se inició con un escenario construido para ocultar el desencuentro con las 24 organizaciones convocantes de El campo no aguanta más, el Congreso Agrario Permanente, El Barzón y la Confederación Nacional Campesina, que en los últimos dos meses colocaron el tema del agro en el debate nacional. El foro terminó por convertirse en un muro de lamentaciones y en un desahogo de quienes no han encontrado respuesta a añejos problemas.
Al amanecer llegaron cincuenta autobuses al Centro Social y Deportivo (Censodep) José López Portillo, con los campesinos ''invitados'' por las delegaciones de la Secretaría de Agricultura; horas después arribaron los agroempresarios del Consejo Nacional Agropecuario y otros que por iniciativa propia decidieron participar para hacer patente su angustia, desesperanza y exigencia al gobierno: ''No dejen solos a los campesinos''.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) hizo despliegue de recursos. En los pasillos de la entrada del Censodep colocó cerca de 40 computadoras, mesas de atención con personal de las subsecretarías y organismos desconcentrados; directores y subdirectores fungieron como relatores de las cinco submesas; los delegados se convirtieron en los guías de los campesinos, y a la sala de prensa llevaron a los ponentes de ''casos exitosos'' de la agricultura. Hubo quienes allí dijeron que su organización tenía más de una década de existencia y presencia en por lo menos 20 estados.
Presencia femenina
Las más abiertas fueron las integrantes de la Red de Mujeres Rurales, construida por las ex cenecistas Marina Blanco y Rosaura Rodríguez. ''Tenemos dos años de existencia, durante los cuales hemos creado presencia en 22 estados.''
De los cerca de mil 500 campesinos asistentes, sólo ese grupo de mujeres se identificó con una manta que desplegó en el acto inaugural; el resto portó un gafete con su nombre y estado natal, inclusive los dos ex dirigentes de la Confederación Nacional Campesina, Hugo Andrés Araujo y Héctor Hugo Olivares Ventura, y los observadores de El campo no aguanta más, El Barzón y el CAP; estos últimos se retiraron al concluir la inauguración.
Con escasos aplausos y con el reclamo de Gustavo Guerrero, quien pidió ''más apoyos para la Comarca Lagunera, señor Presidente'', comenzó la mesa Papel del campo en el proyecto de nación, que inauguró el presidente Vicente Fox, flanqueado por los secretarios de Agricultura, Javier Usabiaga Arroyo, y de Gobernación, Santiago Creel Miranda. Y aunque no estuvieron en el presídium, también asistieron el dirigente nacional del PAN, Luis Felipe Bravo Mena, y el coordinador de esa fracción parlamentaria en el Senado, Diego Fernández de Cevallos.
La presencia de los panistas y de Creel Miranda fue interpretada por colaboradores cercanos de Usabiaga Arroyo como la muestra de que no hay una disputa interna en el gabinete, y que hay una acción conjunta para que las organizaciones que se inconformaron -primero por la convocatoria gubernamental unilateral del 26 de enero y después por no realizar las ocho mesas en una sede única- se incorporen al diálogo.
De las once organizaciones del CAP, cuyas decisiones se toman por consenso, asistieron las priístas Consejo Nacional de Sociedades y Unidades de Campesinos y Colonos (Consucc), Alianza Campesina del Noroeste (Alcano), Unión General Obrera Campesina de México (UGOCM), Confederación Agrarista de México (CAM), e incluso la CNC, aunque sus militantes dijeron que lo hacían ''a título personal'' o como productores de cítricos, granos o copra, entre otros productos.
Sin embargo, Juan Leyva Mendívil, dirigente de Alcano, aseguró que no hubo consenso en el CAP para no asistir a la mesa uno, y que su participación no significaba fracturar la unidad de ese organismo, ''ni tampoco somos esquiroles''.
Guadalupe Martínez, secretaria general de Consucc, hizo suyo el ''hoy, hoy'' foxista y al igual que el gabinete convocó a las organizaciones campesinas ausentes a ''actuar y pensar con responsabilidad porque este es el momento histórico para que los mexicanos dejen de ser pobres''. Los que no hablaron y se retiraron al mismo tiempo que Fox fueron los dirigentes de UGOCM y CAM.
Tanto en el acto de inauguración como en el inicio de la mesa -que se dividió en cinco submesas- fue constante el cuestionamiento a las agrupaciones ausentes. Distintas voces aludieron a ese vacío; el líder nacional del PAN dijo no encontrar ''argumento válido alguno para que no hayan venido a este diálogo al que se convocó con gran entusiasmo y además con la aceptación inicial de ellos. Viene el que quiere y el que no, se segmenta unilateralmente''.
Entre los ponentes también apareció ese señalamiento. Ivone Solís, de la Asociación Nacional Agrícola Campesina, de Querétaro, reclamó: ''Esos dirigentes campesinos que han manipulado durante los gobiernos priístas, ahora no están presentes. Sólo lo hacen en tiempos de campaña; los que bloquean el diálogo ni campesinos son'', y robándose la identidad de una de las agrupaciones espetó: ''El campo no aguanta más a esos dirigentes''.
Hoy, ''lamentablemente hay ausencias notables en este evento de reflexión. Todas estas ausencias son indispensables (sic) para poder avanzar y lograr el acuerdo nacional. Espero que haya un rencuentro y que el gobierno actúe de manera incluyente y sensata para que todos los dirigentes de las organizaciones estén sentados; de lo contrario, todos perderemos'', lamentó el gobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal, quien al igual que el mandatario panista de Aguascalientes, Felipe González, y el priísta de Hidalgo, Manuel Angel Núñez Soto, fueron oradores en el encuentro.
El ex dirigente cenecista y actual presidente de la Comisión de Agricultura del Consejo Político del PRI, Hugo Andrés Araujo, manifestó su preocupación por la ausencia de las 24 organizaciones y consideró que esta primera mesa del diálogo deberá repetirse, porque lo que ''hoy inició es sólo una aproximación; además, la suma de ponencias no construye posiciones; la mecánica de recepción es buena, pero no debe quedarse sólo en la presentación de preocupaciones y exigencias, hay que llegar a una negociación con todos y más vale que eso lo entiendan las instituciones''.
A lo largo del día se presentaron 412 ponencias; en la mayoría se reflejó el abandono del campo a pesar de que, según los productores, ''estamos en zonas productivas''. Problemas fitosanitarios, desmantalamiento de la infraestructura que se creó desde los 60 hasta la mitad de los 80, sobrexplotación de los mantos acuíferos, falta de paquetes productivos, mercados fraccionados, falta de información, entre una infinita cadena de ''faltantes'', hasta llegar a las ''desventajas comparativas'' generadas con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), fueron puestos en la mesa.
''Esto es un desahogo, pero no la solución'', dijeron algunos participantes.