EL CAMPO ANTE EL TLCAN
Abarcará todos los temas pertinentes, consenso en la SG
Instalarán la comisión organizadora del diálogo
Se busca llegar a un acuerdo nacional para el campo
MATILDE PEREZ U. Y ALONSO URRUTIA
Luego de un mes y 25 días de tensiones, órdenes de aprehensión en contra de dirigentes agrarios y la realización de una marcha en la ciudad de México, en la que participaron decenas de miles de campesinos, el gobierno federal acordó con el movimiento El campo no aguanta más, el Congreso Agrario Permanente, El Barzón y la Confederación Nacional Campesina (CNC), la instalación de la comisión organizadora del diálogo por una política de Estado para lograr un acuerdo nacional para el campo.
El consenso alcanzado anoche en la Secretaría de Gobernación (SG) subraya que las conclusiones de las mesas de trabajo derivarán en dicho acuerdo, ''el cual será firmado por el presidente Vicente Fox, las organizaciones campesinas y otros participantes en el proceso''. Con ello se dio respuesta a una de las demandas centrales de las agrupaciones de productores, que exigían el carácter vinculatorio de las conclusiones.
Dicha comisión estará integrada por los secretarios de Gobernación, Santiago Creel Miranda; de Agricultura, Javier Usabiaga Arroyo, y de Economía, Fernando Canales Clariond, así como por representantes del Congreso Agrario Permanente (CAP), El Campo no aguanta más, El Barzón y la CNC. De igual forma, se invitará al Poder Legislativo y a los gobernadores de todos los estados.
La instalación de la comisión será -como se había previsto en la convocatoria gubernamental- este jueves 6 de febrero, aunque el acuerdo precisa que los trabajos de la mesa de diálogo y negociación se iniciarán el lunes 10. Sin embargo, los detalles logísticos del lugar de la inauguración y sedes de las mesas, así como los horarios, serán definidos este mediodía.
El gobierno federal y las organizaciones campesinas ratificaron su voluntad de llevar a cabo un diálogo ''sin prejuicios y para abarcar todos los temas pertinentes en la construcción de un mejor futuro para el campo''. En la reunión estuvieron presentes el secretario Creel y el subsecretario de Desarrollo Rural de la Secretaría de Agricultura, Antonio Ruiz García.
Sin embargo, los dirigentes de las organizaciones campesinas aclararon que esto no frena las movilizaciones ni los foros de información regionales programados. El nuevo escenario será presentado este mismo jueves a la Unión Nacional de Trabajadores y otras agrupaciones que les han externado su apoyo.
Para los dirigentes de El Barzón, los acuerdos logrados fueron apenas un pequeño avance; para el CAP, el inicio del destrabe del diálogo, pero todos -como lo expresó el representante de la CNC ante el CAP, Diódoro Carrasco- coincidieron en que lo importante es que se está apostando al éxito del proceso.
Alvaro López Ríos, secretario técnico del CAP y dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), dijo que será un ejercicio de diálogo sin condiciones, de cara a la sociedad, en el que no se excluye ningún tema, aunque quedó fuera el asunto de las órdenes de aprehensión en contra de por lo menos 300 dirigentes campesinos.
La ruta del consenso
A partir de la publicación, el pasado 26 de enero, de la convocatoria unilateral del gobierno para el diálogo por una política de Estado para el campo, las tres grandes agrupaciones replantearon sus condicionantes para participar en lo que habían formulado desde diciembre de 2002. Los diversos encuentros que sostuvieron con el secretario de Agricultura se rompieron intempestivamente, y a pesar de que enviaron diversas señales de diálogo, no hubo otro encuentro.
Cuando la problemática del campo estaba ya en el centro del debate nacional, la principal agrupación campesina priísta, la CNC, se involucró en la discusión y empezó a impulsar acuerdos con el conjunto de agrupaciones priístas y el gobierno. Una vez lanzada la convocatoria gubernamental, las críticas contra las formas y el fondo utilizadas sobrevinieron de todos los sectores, aunque con diversos matices, pues el Ejecutivo había dado marcha atrás en su compromiso de que las tres grandes agrupaciones fueran los convocantes al diálogo, junto con la Federación. También se eliminó el carácter vinculatorio de las conclusiones de las ocho mesas propuestas por las organizaciones campesinas -retomado en la convocatoria gubernamental- y la posibilidad de firmar el acuerdo nacional.
Las tensiones generadas por la descalificación a la convocatoria gubernamental provocó la necesidad del gobierno de legitimar su propuesta. El miércoles 29, por la noche, primero en una reunión con el secretario de Agricultura y después con los secretarios de Gobernación y de Economía, el gobierno federal buscó acercamientos con las organizaciones afines al PRI y les ofreció que las conclusiones de las mesas serían parte integral de la nueva política para el campo y la firma del acuerdo nacional.
Fuera de esa negociación quedaron las organizaciones más críticas a la política gubernamental para el agro: El campo no aguanta más, El Barzón y la UNTA. Tras la manifestación realizada el pasado viernes, desde Gobernación el Ejecutivo federal ''invitó a la reflexión'' a las organizaciones con las que faltaba el acuerdo. Desde esa noche, ya había planteamientos para evitar ser rebasados y deslegitimar la convocatoria gubernamental.
Incluso el CAP, desde el pasado lunes, mostró la salida al proponer una ''tregua'' y que el inicio de las mesas para dicho diálogo se llevara a cabo el 10 de febrero, y empezó a designar a los cuadros que elaboran ya las propuestas para las dos primeras mesas: Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), comercio interno y externo, así como el papel del campo en el proyecto de nación.
Ayer por la mañana, el CAP, la UNTA y El Barzón afirmaron que no acudirían a ningún diálogo formal con el Ejecutivo si no se invitaba a los legisladores y a los gobernadores a formar parte fundamental de la discusión. Insistieron en que no acudirían como convidados de piedra. ''Queremos ser convocantes, porque este país ya no resiste un nuevo fracaso de acuerdo; urge llegar a esa gran cumbre'', sostuvo el líder barzonista Alfonso Ramírez Cuéllar durante una conferencia de prensa conjunta.
José Narro, diputado del Partido del Trabajo e integrante de El Campo no aguanta más, aseguró que el Presidente mantenía secuestrado el diálogo por la terquedad de no reconsiderar la convocatoria unilateral. ''Estamos enfrentados a los gatilleros gubernamentales, pero han encontrado un movimiento unificado y congruente, que a pesar de tener diferencias actúa homogéneamente y no se va a dejar debilitar'', dijo.
Una vez más, todos los líderes presentes en la conferencia ratificaron que actuarían con congruencia y responsabilidad, y lo mismo exigieron al gobierno. Sin embargo, a esas horas ya se cabildeaba un encuentro con Creel, aunque al ser interrogados al respecto sólo dijeron: ''Los secretarios andan perdidos porque nos están buscando en donde no nos van a encontrar''. Horas después, todos los líderes acudieron a Bucareli para finiquitar el acuerdo que por el momento destraba la discusión sobre el campo.
Otra organización se suma a la lucha campesina...
El Movimiento Agrario Indígena Zapatista, con presencia en ocho estados y cerca de 30 mil integrantes, se sumó a El campo no aguanta más, y reivindicó la postura de revisar el TLCAN y dejar fuera de éste al maíz y al frijol, así como la construcción de un nuevo acuerdo nacional con las organizaciones campesinas, lo que implica una nueva política agropecuaria.