Sin reforma eléctrica subirán las tarifas, advierte
Pierde el país 10 mil mdd al año por mal servicio eléctrico: CEESP
DAVID ZUÑIGA
Las fallas en el suministro de electricidad le cuestan al país 10 mil millones de dólares al año por daños a aparatos eléctricos y electrónicos, interrupción de procesos productivos y caídas de voltaje, aseguró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), el cual advirtió que de no aprobarse una reforma en el sector las tarifas aumentarán, se perderán inversiones extranjeras por 19 mil millones de dólares, dejarán de crearse unos 300 mil empleos al año, el potencial de crecimiento de la economía mexicana decrecerá 1.5 puntos porcentuales e incluso podría ponerse en riesgo la estabilidad macroeconómica.
En un análisis, el CEESP asegura que ''una parte importante'' de las plantas de electricidad del país no tienen suficiente gas para operar o están a punto de volverse obsoletas, lo que aumenta los costos de operación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y de Luz y Fuerza del Centro, además de que provoca ''severos'' problemas de contaminación ambiental.
Según el organismo privado, los usuarios residenciales de México pagan tarifas superiores al promedio mundial, en tanto la industria mexicana paga entre 25 y 40 por ciento más que las empresas de otros países, lo cual aumenta sus costos y le resta competitividad internacional.
El centro de estudios asegura que la reforma eléctrica planteada por el Ejecutivo aumentaría la capacidad y eficiencia de la CFE y de Luz y Fuerza, atraería inversiones privadas y permitiría comprar energía a productores privados, lo que se traduciría en una reducción de las tarifas. En cambio, sin reforma habrá un aumento gradual de tarifas en todos los segmentos.
Los economistas calculan que por falta de una reforma eléctrica México deja de recibir cada año inversiones por 5 mil millones de dólares en generación de electricidad y tareas relacionadas como generación de gas y las industrias química, hulera, textil, petroquímica, de fertilizantes, siderúrgica, del vidrio y la cerámica, fundidoras, minas, textiles, celulosa y papel, alimentos, bienes de capital y construcción.
Insistir en el rechazo a la reforma eléctrica, según el CEESP, provocará un desequilibrio en la balanza de pagos y dificultará el financiamiento del déficit comercial, que sigue en aumento debido a las importaciones de gas natural, derivados del petróleo, productos químicos y petroquímicos e incluso importaciones de electricidad.
Actualmente México gasta cada año 15 mil millones de dólares para importar energéticos y otros productos derivados del petróleo -más de lo que obtiene por exportaciones de crudo-, lo cual resulta "absurdo" si se considera que el país tiene potencial para generar un superávit anual de 10 mil millones de dólares.
El organismo empresarial sostiene que el sector energético debe abrirse a la inversión extranjera para que el gobierno destine más recursos a seguridad, combate a la pobreza, educación e infraestructura.
El rechazo a la reforma eléctrica, asegura, agravará la contaminación generada por la industria eléctrica, que cada año emite entre 140 y 160 millones de toneladas de residuos; asimismo, impedirá usar en forma eficiente 2 mil 300 millones de pies cúbicos de gas al año y 168 millones de barriles de petróleo. Además, este rechazo impide el desarrollo de fuentes de energía renovables y combustibles alternos.
Por último, el CEESP advierte que la oposición a la reforma eléctrica podría poner en riesgo la estabilidad macroeconómica de México, ya que incidirá sobre la calificación de la deuda nacional, la percepción del riesgo-país y en las tasas de interés.
