Su bebida es la marca comercial más conocida de Irlanda
Conmemoran 200 años de la muerte del genio cervecero Arthur Guinness
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Dublin, 23 de enero. Hace 200 años, Dublín se paralizó y miles de personas se volcaron a las calles empedradas de la ciudad para darle el último adiós a un genio cervecero.
El bicentenario de la muerte de Arthur Guinness que se conmemoró el jueves, fue una ocasión menos sombría que entonces, con los dublineses felices sólo en el momento de alzar una o dos botellas de cerveza para brindar en su recuerdo.
"Es un día muy feliz (aunque) teñido de tristeza. Yo considero a Arthur mi tío favorito", dijo John Mullins, de 59 años, quien trabajó en la cervecería Gate Dublin, de St. James, durante 40 años.
"Fue un hombre verdaderamente notable. Con un legajo de billetes de 100 libras esterlinas (161 dólares) construyó un imperio de estatura increíble, que se ha convertido en la marca comercial más conocida de Irlanda", dijo Mullins.
Diez millones de botellas con el distintivo de la cerveza oscura de malta, con su espuma chorreando, son servidas cada día en más de 150 países, desde Finlandia hasta China.
Cuando Arthur Guinness dio a conocer su primera cerveza, la bebida era casi desconocida en la zona rural de Irlanda, donde el whisky, la ginebra y el poteen (whisky irlandés destilado ilegalmente) eran las bebidas favoritas.
Asimismo, sus poderes curativos son legendarios: se sabe que las mujeres asiáticas bañan a sus bebés recién nacidos con cerveza Guinness, mientras que las autoridades de salubridad de Gran Bretaña daban en un tiempo, gratuitamente, cerveza de malta a las mujeres embarazadas.