Grupo de derechos humanos denuncia existencia de "acuerdos secretos"
Acusan a militares de negociar en los 90 siembra de drogas en Guerrero
La presencia de grupos guerrilleros terminó con estas alianzas, según activistas
JESUS SAAVEDRA LEZAMA CORRESPONSAL
Chilpancingo, Gro., 17 de enero. El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan dio a conocer que hasta 1990 elementos del Ejército Mexicano sostuvieron "acuerdos secretos" con comunidades indígenas de Acatepec, Metlatónoc y Malinaltepec para permitirles la siembra de enervantes a cambio de "sobornos".
Abel Barrera Hernández, director de Tlachinollan, sostuvo que hay testimonios de indígenas que piden el anonimato en los que revelan la relación de encubrimiento con elementos del Ejército Mexicano que les permitieron la siembra y cosecha de amapola y mariguana en esta región considerada de alta marginación y pobreza.
"El Ejército Mexicano no ha dado resultados concretos en la lucha contra el narcotráfico y se ha coludido con este negocio, hasta 1990 hay denuncias de acuerdos secretos con narcotraficantes para permitirles la siembra de enervantes", según el grupo de defensa de los derechos humanos.
Barrera Hernández indicó que luego de la irrupción de grupos guerrilleros en enero de 1994, esta relación ilícita del Ejército con grupos de narcotraficantes fue suspendida, "irónicamente les vendieron armas y recibieron -los militares- prebendas, para que después realizaran una guerra de contrainsurgencia contra sus ex aliados".
Recordó que en 1994 un pelotón de militares irrumpió en Alpoyecanzingo, municipio de Acatepec, donde realizaron un operativo contra el narcotráfico, "la detención y acoso a las comunidades indígenas a las que antes se les permitía la siembra de enervantes, se polarizó y estos acuerdos secretos se rompieron".
En ese sentido, explicó el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, es que se han intensificado los operativos del Ejército Mexicano en la zona; "hay campamentos militares en Zapotitlán, Acatepec, Metlatónoc y Malinaltepec, reforzados con helicópteros de la Procuraduría General de la República, debido a que en este mes los sembradores de enervantes rallan la amapola para obtener la goma".
Sin embargo, indicó que estos operativos "ilegales" afectan a los indígenas de la región, "hay detenciones arbitrarias a niños, mujeres y hombres a quienes se les acusa de cometer delitos contra la salud, sin que ellos sepan en qué se les implica debido a que estas personas sólo hablan su dialecto indígena y en muchas ocasiones se detienen a inocentes. Esta tarea asignada al Ejército está fuera de la ley".
Abel Barrera explicó que en la región de la Montaña no se tiene identificado que opere "un cártel del narcotráfico; más bien son grupos pequeños de productores de enervantes que cosechan en pequeñas cañadas y barrancas. Sin duda esta actividad afecta directamente a la población en general, por la persecución militar".