José Blanco
Año Ƒnuevo?
Ha terminado 2002. Año de vacas cada vez más entecas y famélicas para la mayor parte del mundo. Año en que Africa muere de sida y de hambre. Año en que el Atlántico Norte recibe una puñalada mortal de petróleo. Año de palestinos aplastados. Año de afganos masacrados y vueltos a la heroína. Año de matanza de chechenos. Año de niños argentinos muertos de hambre. Año en que el hedor de la corrupción de grandes conglomerados empresariales gringos abarcó al globo. Año de terror y terrorismo. Año en el que la sinrazón de la fuerza bruta del inefable Mr. Bush se ha convertido en el instrumento principal del gobierno del planeta.
ƑSerá 2003 un año nuevo? ƑAlgo de esa incompletísima lista de horrores será distinto?
ƑHabrá algo de nuevo en México?
En nuestro país habrá elecciones intermedias y en seis estados serán elegidos gobernadores. ƑAlguien espera algo nuevo de esas elecciones? Si el PRI recupera terreno en la Cámara de Diputados y en las gubernaturas de esos estados, Ƒocurrirá algo nuevo? Si es el PAN el que logra mayoría en la disputa cameral, Ƒocurrirá algo nuevo? ƑHabría algo nuevo en los rumbos que esperan al país el año que mañana nace?
ƑNuevos serán los discursos que nos van a asestar el PRI, el PAN y el PRD, los partidos dominantes, durante unas campañas que ya se antojan mortalmente vacías de ideas y contenidos?
El PRI acusará mil veces al PAN de no saber qué hacer con el gobierno. El PAN acusará mil veces al PRI de ratas y corruptos. El PRD compartirá esos juicios con el PRI y con el PAN, respectivamente, pero esos dos partidos acusarán al PRD de ser una pandilla de revoltosos, rijosos, ignorantes y primitivos. La abstención electoral promete llegar a las alturas.
No, el año que mañana nace no será nuevo. Será nuestro viejísimo conocido. Nadie parará a Bush en su siniestra gana vehemente, que ya lo ahoga, de soltar sus bombas a diestra y siniestra. En consecuencia, nadie frenará tampoco al terrorismo. El ingreso mundial que podría emplearse en combatir al sida y al hambre y en impulsar el desarrollo será gastado en bombas y más bombas, en aviones y más aviones, de 98 tipos diferentes. Eso hará Bush en nombre de Dios, de la patria, de la democracia y de la libertad. Un discurso apropiado para los casi 6 mil millones de no estadunidenses estúpidos que habitamos el planeta. Esa será la lógica predominante de 2003. Ya sabemos lo que ocurrirá con Palestina, Chechenia, Irán y Corea del Norte. Ya sabemos lo que le ocurrirá al continente africano. Ya sabemos: 40 por ciento de la población mundial continuará en la extrema pobreza, 18 por ciento no tendrá acceso al agua potable, 33 por ciento sufrirá malnutrición infantil, 20 por ciento no tendrá acceso a la inmunización (vacunas), 20 de cada 100 nacidos vivos no vivirán más de 5 años, la mitad de los niños que nacerán en el mundo morirán en el vientre materno por causa de abortos inducidos o de prácticas abortivas mal llamadas "anticonceptivas", 23 por ciento de la población del mundo continuará siendo analfabeta. Tal vez el batiscafo francés cierre las espantosas fracturas (šoh!, ironía de nombre) del Prestige.
Parte de ese infierno ocurrirá en México. Pero los partidos políticos no se sentarán frente a una mesa a enterarse de lo que ocurre y a buscar un rumbo y metas estratégicas de largo plazo en las que todos se comprometan. Por eso, sí corremos el riesgo de un desencanto profundo con la política y con los políticos: a causa de la pésima imagen que proyectan, y en razón de que no se ocupan de llegar a acuerdos en lo fundamental para crear un país con otro futuro. Sí corremos ese riesgo, debido también a la actitud pasiva del gobierno de Vicente Fox respecto a la economía: seguimos a la espera de que la locomotora del norte nos arrastre; no estamos dispuestos a tomar iniciativas de alcance significativo, a pesar del keynesianismo pragmático en el que se instaló el señor Bush desde el primer momento en que, a la brava, en el filo de la ilegalidad, se sentó en el salón oval, ese en el que se han tomado abominables decisiones, como las que ahí se tomarán en nuestro viejo conocido el año 2003.
Tras la caída del Muro de Berlín en 1989, y de la URSS en 1991, se abrió un interregno de posibilidades sobre un gobierno progresivamente concertado en espacios crecientes del planeta. La elección de Bush y el 11-S lo cerraron definitivamente y, en los hechos, todos esos sucesos formaron parte del camino para la asunción definitiva del gobierno del planeta por Washington. Un gobierno mundial antidemocrático, represivo y sin responsabilidades de ninguna índole sobre las sociedades que en los hechos gobierna. Qué hacer con esa dictadura planetaria; requerimos de una respuesta inteligente, informada y concertada por todos los partidos mexicanos; tendría que ser parte de sus acuerdos fundamentales.
De todos modos, felices fiestas de fin de año.