Oficialmente ya no existe, pues en la nomenclatura
figura como Ampliación Morelos
El gobierno quiere desaparecer Tepito, advierte especialista
El proceso comenzó tras los sismos de 1985 y
podría culminar con la construcción del corredor turístico
Catedral-Basílica, señala Agustín Hernández
Llama a coadyuvar en su rescate
LAURA GOMEZ FLORES
La construcción del corredor turístico-religioso
Catedral-Basílica será el detonante para que Tepito, como
barrio bravo, generador de cultura y sueños de riquezas,
desaparezca a mediano plazo, aunque oficialmente hoy ya no existe, por
el cambio de nomenclatura de la ciudad, donde aparece con el nombre de
Ampliación Morelos, señaló el director del Centro
de Estudios Tepiteños, Agustín Hernández.
Las bases están dadas: una pérdida de 60
por ciento de sus habitantes en los pasados ocho años, casi 24 diarios
en promedio; una incertidumbre creciente por los operativos contra
la piratería y un incremento en la venta de drogas, que ha provocado
el deterioro en la calidad de vida de los jóvenes al carecer de
perspectivas para incorporarse al mercado laboral.
Además,
el programa de renovación habitacional, impulsado después
de los sismos de 1985, con materiales precarios y un modelo de arquitectura
convencional, tendió a "tugurizar la vida cotidiana, a rasgar
los tejidos sociales de sus habitantes y a dislocar las comunidades barriales
en Tepito y en las colonias Doctores, Buenos Aires y Obrera, entre otras
que se han convertido en zonas de alta incidencia delictiva y marginación".
Dicha situación ha sido aprovechada por las autoridades
capitalinas para "desaparecer Tepito, considerado por muchos la máquina
de dinero y felicidad más chiquita del mundo, sacándolo de
la Guía Roji, cambiando su nombre por Ampliación Morelos,
y obligando a su gente a afiliarse a este nuevo domicilio".
El detonante, destacó, sería la construcción
del corredor Catedral-Basílica, que se desarrollaría en pares
viales a partir del próximo año e impulsaría la especulación
inmobiliaria: se estima que el valor de los inmuebles aumente hasta en
400 por ciento, lo cual haría que únicamente quien pueda
cubrir ese costo permanezca en el lugar, y el resto tendría que
emigrar a las delegaciones periféricas o al estado de México.
El especialista advierte que la concreción de esta
perspectiva sería contraria a la intención de las autoridades
de repoblar el primer cuadro de la ciudad. Precisa que en ocho años
la población de Tepito pasó de 120 mil a 50 mil habitantes,
y gran número de viviendas se han convertido en bodegas comerciales
o están abandonadas; al incrementarse la inseguridad, muchos capitalinos
ven al barrio "como una fábrica de delincuentes", sin considerar
su riqueza cultural.
"La batalla es compleja, pero la estamos librando. Ya
logramos que las 40 manzanas del polígono formado por Canal del
Norte, Eje Uno Norte, Paseo de la Reforma y Eje Uno Oriente se reconozcan
como barrio típico, lo cual nos permite mantener una altura uniforme
de las edificaciones, pero nos falta mucho para evitar su desaparición",
afirma Agustín Hernández.
El director del Centro de Estudios Tepiteños rechaza
que la zona tienda a colombianizarse, por los altos índices
de inseguridad prevalecientes, porque es un lugar de trabajo y gran dinamismo
comercial, por lo cual "las autoridades, en lugar de sacarlo del mapa,
deberían trabajar conjuntamente para rescatarlo".
Señaló que actualmente se elabora un estudio
sobre el barrio y su similitud con los existentes en Los Angeles y Nueva
York, con la participación de investigadores estadunidenses y mexicanos,
enfocándose al proceso de criminalización, como rehén
del narcotráfico, la presencia asiática, la calidad de vida
de sus habitantes, la especulación inmobiliaria y la piratería
como mercantilismo que saquea el patrimonio del lugar.
En contraste, se llevan a cabo una serie de exposiciones
sobre la riqueza del lugar y se elaboran, junto con académicos e
investigadores, recomendaciones para entregarse a las autoridades locales
y federales, a fin de que coadyuven en el rescate de Tepito y no en su
desaparición, expresó.