El presidente Hugo Chávez recibe la tercera
expresión de apoyo castrense en una semana
Reasume el gobierno venezolano el control de la industria
petrolera
Líderes opositores dicen que cubanos ayudan a
restablecer PDVSA; La Habana los desmiente
Prevén la colaboración de técnicos
de México y otros países en la reactivación de la
empresa
GERARDO ARREOLA ENVIADO
Caracas, 21 de diciembre. Respaldado por nuevas
y claras manifestaciones de lealtad del alto mando militar, el presidente
Hugo Chávez supervisaba personalmente esta noche maniobras con las
que su gobierno retomaba el control de la estratégica industria
petrolera venezolana, semiparalizada por el paro de labores de tres semanas
que demanda la renuncia del mandatario y elecciones generales.
En una jornada cargada de tensión y de repunte
de rumores, Chávez recibió la tercera expresión castrense
de apoyo en una semana, mientras el paro de 21 días recibía
un tiro mortal con la movilización de los primeros buques tanques
que empezaban a descargar combustible.
El ministro de la Defensa, general de brigada (retirado)
José Luis Prieto, pidió hoy a particulares y funcionarios
públicos acatar un fallo judicial que ordena la reanudación
de labores en Petróleos de Venezuela (PDVSA), y anunció la
participación activa de las fuerzas armadas en esa tarea y en la
distribución de alimentos.
Vestido de civil, Prieto apareció en cadena nacional
de radio y televisión, en la que también informó de
la creación de un comando unificado entre el gobierno y las fuerzas
armadas para "garantizar los intereses vitales" de la industria petrolera.
Alegan intromisión extranjera
El movimiento opositor parecía haber quedado en
entredicho esta noche. Uno de sus principales dirigentes, el presidente
de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega,
dijo a la prensa: "El escenario cambia radicalmente en este momento frente
a la posición que asume el actual régimen. Todas las estrategias
cambian desde todo punto de vista".
Otro de los líderes, el presidente de la agrupación
empresarial Fedecámaras, Carlos Fernández, afirmó,
igual que lo había hecho Ortega, que personal cubano participaba
en las maniobras de reanimación de PDVSA. "Quienes tienen obligación
de mantener la soberanía nacional no pueden dejar pasar estas actuaciones,
no pueden permitir que se traicione a la patria y que se permita la intromisión
de gobiernos extranjeros.
"Hago un llamado, con todo respeto, pero con mucha fuerza,
a quienes tienen la obligación de velar por la soberanía
nacional, a que se hagan presentes y no permitan que a nosotros se nos
violenten nuestros derechos y la soberanía popular."
Después
de sus declaraciones, Ortega y Fernández escaparon a una inminente
detención por parte de la Dirección de Servicios de Inteligencia
Policial (DISIP, policía política), según un comunicado
de la opositora Coordinadora Democrática.
El presidente de PDVSA, Alí Rodríguez, anunció
por la noche que el buque Pilín León, que estaba fondeado
hace 18 días en el centro del Lago Maracaibo, fue puesto en marcha
por una tripulación venezolana y empezaba a descargar hacia el muelle
los 44 millones de litros de gasolina que tenía en sus depósitos.
La embajada de Cuba en Caracas desmintió en un
comunicado que personal de ese país estuviera participando en el
reinicio de labores en PDVSA.
La tripulación del Pilín León
se había insubordinado, en respaldo al paro antichavista, y fue
detenida. Otro barco petrolero, el Susana Duijm, que se encontraba
también inmovilizado desde hace 13 días frente al puerto
de La Guaira, había sido tomado bajo control militar y estaba prevista
su descarga para esta noche.
Rodríguez dijo que era inminente el control del
gobierno en los tanqueros Yavire, Bárbara Palacios, Guanoco
y Paria, igualmente detenidos por la adhesión de sus tripulantes
al paro. "Es un respiro de alivio", dijo el funcionario.
"Continuaremos sin mucho escándalo resolviendo
los problemas que ha generado esta gente, pidiéndoles que reflexionen,
se integren a sus labores y cesen ya esta actividad de sabotaje", añadió
en alusión a los paristas.
El Pilín León, cuya inmovilidad se
había convertido en un icono del paro, prendió máquinas
por la tarde, cruzó el puente Rafael Urdaneta y atracó en
la terminal y centro de distribución del muelle de Bajo Grande.
Chávez abordó la embarcación para supervisar el movimiento,
informó su oficina del Palacio de Miraflores.
Antes de la declaración del ministro de la Defensa,
el gobierno de Chávez había recibido esta semana el respaldo
de los generales Julio García Montoya, comandante general del Ejército,
y de Jorge García Carneiro, jefe de la Guarnición de Caracas.
La aparición de García Carneiro en la televisión
en la tarde del viernes, anunciando que estaba coordinando el trasiego
de gasolina a la capital, y por la noche, con el mismo mensaje, pero al
lado de activistas pro gubernamentales, fue uno de los momentos claves
de la crisis en curso en Venezuela, según fuentes consultadas por
La Jornada que están al corriente del caso.
El nombre de García Carneiro estuvo a punto de
ser utilizado en falso el viernes para dar la imagen de una fractura castrense
antichavista, dijeron las fuentes. Enterado de la situación, el
alto jefe militar rehusaba en principio salir en público a ratificar
su lealtad al mandatario, por considerar que la versión era irrelevante.
Estos hechos fueron los que arreciaron los rumores de
golpe de Estado en la víspera. El jefe militar de Caracas cambió
de parecer al confirmar informes del proceso que estaba en curso y decidió
hacer su declaración, siempre de acuerdo con las mismas fuentes.
Después de la aparición del ministro de
la Defensa este sábado, salió a escena un hombre clave de
la estructura militar venezolana, el general de División Raúl
Isaías Baduel, comandante de la cuarta división de infantería,
con sede en la ciudad de Maracay.
La resistencia de Baduel fue un resorte decisivo para
reponer a Chávez en el poder, tras el efímero golpe de Estado
de abril pasado.
Baduel hizo este sábado un llamado a la población
a que mantenga la "paciencia y la confianza" y evite las compras de pánico
y el almacenamiento desmedido de combustible. Pero en referencia al paro
opositor en el sector petrolero, expresó que el gobierno "tiene
que actuar enérgicamente y hacer ejercicio de la autoridad para
demandar a esas personas que respondan por el daño que han causado
al patrimonio de todos los venezolanos".
Demandan acatar fallo judicial
El ministro Prieto abrió su mensaje citando el
fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que el jueves pasado ordenó
provisionalmente a particulares y autoridades reactivar las labores en
PDVSA, sin perjuicio de pronunciarse más adelante sobre un juicio
de amparo en el caso.
La decisión judicial "es de obligatorio acatamiento
para todas las autoridades y los particulares vinculados con el restablecimiento
de la actividad económica e industrial" de la corporación,
puntualizó el ministro de la Defensa.
Miles de directivos y empleados de la principal empresa
venezolana decidieron desacatar la orden del TSJ y mantenerse en paro,
junto con el movimiento opositor.
Prieto dijo que su cartera, junto con las de Energía
y Minas y la de Infraestructura, que también encabeza un militar,
actuarán para facilitar la aplicación de la orden del máximo
tribunal venezolano, y precisó que quienes la desacaten se exponen
a sanciones previstas en la Ley de Amparo.
Comando unificado
Agregó que, por orden de Chávez, fue formado
un comando unificado para enfrentar la emergencia petrolera en el país,
integrado por él mismo como coordinador y otros dos ministros, el
general de División (retirado) Ismael Eliécer Hurtado Sucre
(Infraestructura) y Rafael Ramírez (Energía y Minas), además
del presidente de PDVSA, Alí Rodríguez; el jefe del Comando
Unificado de la Fuerza Armada Nacional, general de división del
ejército Nelson Benito Verde Graterol, y el comandante general de
la armada, vicealmirante Fernando Camejo Arenas.
Añadió que PDVSA "tiene un valor estratégico
que va más allá de cualquier circunstancia".
Las fuerzas armadas, abundó, incorporarán
"masivamente" sus recursos "humanos, materiales, financieros, intelectuales,
pero ante todo y sobre todo morales" para garantizar el abasto y la distribución
de alimentos.
Una fuente cercana a la dirección de PVDSA dijo
a La Jornada que la empresa prevé la colaboración
de técnicos de Brasil, Colombia, México y Uruguay para reactivar
los sistemas informáticos de la corporación y la puesta en
marcha de las refinerías.
En total podrían ser casi 200 especialistas que
respaldarán en esa forma la reanudación de labores en la
empresa, en la que "todos los sistemas están desprogramados", señaló
la fuente.
La movilización del gobierno y las fuerzas armadas,
que golpeó el corazón del paro antichavista, fue ásperamente
criticada por los líderes opositores.
El empresario Carlos Fernández dijo que Chávez
"apuesta al desgaste" del paro, y anunció que la oposición
realizará una movilización popular hacia el Palacio de Miraflores.
"Ninguna marcha al palacio de gobierno puede ser calificada de suicidio",
subrayó.
Ortega evitó manifestarse sobre la prevista movilización
hacia el palacio presidencial y dijo que esa acción "será
objeto de análisis y evaluación por parte de la Coordinadora
Democrática".
Fernández y Ortega hablaron a la prensa por la
tarde, poco antes de que, según la información de la coordinadora,
hubo un intento de detención contra ambos.