Mediante un manifiesto convocan al Foro Civil
por la Palabra mañana en Madrid
Decenas de personalidades se adhieren a la propuesta
zapatista de paz para Euskadi
Se dicen preocupados por la imposición de una
lógica guerrera mundial "que está materializando un peligroso
recorte generalizado de la ciudadanía y las libertades"
DE LA REDACCION
Decenas de destacados intelectuales, académicos,
dirigentes y representantes políticos, periodistas y creadores españoles
y latinomaericanos expresaron hoy su apoyo a la propuesta de movilización
del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para
"dar una oportunidad a la palabra y construir, en abril próximo,
un encuentro para la conversación y el debate sobre el denominado
conflicto vasco".
El manifiesto, firmado entre otras personalidades por
Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique; el escritor
y periodista Manuel Vázquez Montalbán; el músico Manu
Chao, la periodista Pilar del Río; el director de Radio Francia
Internacional, Ramón Chao; el profesor y académico Marcos
Roitman, así como varios concejales y dirigentes de Izquierda Unida,
y académicos de la Universidad de Barcelona, expresa que se suman
a la propuesta del EZLN porque "trabajamos, de una manera u otra, con la
palabra", y hace un llamado a la sociedad civil del Estado español
para hacerla suya y participar en el Foro Civil por la Palabra, que se
celebrará el próximo 22 de diciembre a las 11 horas en el
Instituto Cardenal Cisneros de Madrid.
En rueda de prensa, los firmantes del manifiesto también
denunciaron "el silenciamiento y tergiversación del sentido de las
cartas del subcomandante insurgente Marcos por los medios de comunicación
del Estado español". Anunciaron que en el foro del 22 de diciembre
harán pública la tercera entrega de la Declaración
Permanente del Aguascalientes de Madrid, foro que surgió a principios
de diciembre pasado en la capital española.
Descalificación y apoyo
El
Manifiesto por la palabra se da a conocer un día después
de que el juez Baltasar Garzón rehuyó responder al comunicado
en el que el subcomandante Marcos lo emplaza a sostener un debate
público, tres días después de las declaraciones del
ministro del Interior del gobierno español, Angel Acebes, quien
calificó al líder zapatista de "personajillo enajenado",
y a casi una semana de que el partido independentista vasco Batasuna expresó
su apoyo a la propuesta de diálogo del EZLN, en un comunicado del
9 de diciembre, publicado en La Jornada.
Garzón pospuso su respuesta a Marcos "en
los puntos que considere oportunos, en el momento adecuado" y consideró
que no es suficiente con pedir una tregua "oportunista" al grupo armado
Euskadi Ta Askatasuna (ETA). El juez expresó, en el contexto de
una conferencia de prensa organizada por la Fundación Víctimas
del Terrorismo, que "aquí lo único que vale es condenar la
violencia, abandonarla (para permitir) el debate político, la discusión,
la dialéctica civilizada (y) que las víctimas dejen de serlo"
(La Jornada, 20 de diciembre de 2002, p. 7).
Hasta el momento, sólo el partido político
independentista vasco Batasuna (Unidad), al cual Garzón acusa de
ser parte del entramado de ETA, había respondido positivamente al
llamado de Marcos del pasado 9 de diciembre, en el cual también
propone a ETA declarar una tregua de 177 días, a partir del 24 de
diciembre, y le demanda que se dirija a vascos y españoles para
que se movilicen en la campaña "Una oportunidad a la palabra".
El manifiesto, en contraste con la posición del
juez Garzón, expresa que el EZLN señala "una vez más
su compromiso inequívico con el diálogo", así como
su deseo de contribuir a desbloquear "la cerrazón y la intransigencia
que impide la constitución de un marco político propicio
para la resolución del denominado conflicto vasco a través
de la palabra.
"La palabra y el diálogo son la clave y el valor
primero para la resolución de los conflictos y la consecución
de la paz, la libertad, y la democracia para todos y todas", subrayan en
otra parte del escrito.
"En estos tiempos que habitamos observamos con preocupación
la imposición de una lógica de guerra global y permanente
por parte de los poderosos del mundo entero. La imposición de esta
lógica está minando radicalmente cualquier posibilidad real
de ejercicio democrático de la disidencia y está materializando
un peligroso recorte generalizado de la ciudadanía y las libertades",
expresan en el manifiesto, que incluye también las firmas del filósofo
Javier Sádaba, de la Universidad Complutense; del músico
Pedro Guerra, del catedrático en Economía Ecológica
de la Universidad de Barcelona Joan Martínez Alier, del profesor
y militante de Izquierda Unida Jaime Pastor; de Amparo Sánchez,
integrante del grupo Amparanoia; del director de cine Pedro Pérez
Rosado, de la concejala del ayuntamiento de Madrid Inés Sabanés,
de los diputados de la Comunidad Autónoma de Madrid Angel Pérez
Martínez y Dolores Ruano y del representante en el Parlamento Europeo
Hans Modrow, entre muchos otros.
"Cara a cara"
Cabe
destacar que varios de los firmantes del manifiesto, como el periodista
y escritor Manuel Vázquez Montalbán, habían expresado
públicamente su desacuerdo con la carta original del subcomandante
Marcos publicada en La Jornada en la edición del 25 de
noviembre, en la cual el líder insurgente arremetió contra
Garzón, el presidente español José María Aznar,
el rey Juan Carlos y el ex mandatario Felipe González.
A esta carta le sucedió una airada respuesta del
juez Garzón, publicada en El Universal el pasado 6 de diciembre.
En ella el magistrado acusa a Marcos de ignorar el asesinato de
853 personas y de "parapetarse cobardemente" en su pasamontañas,
que lo convierte en un "ser extraño, exótico, un espectro
detrás de una máscara y de una ridícula pipa". Precisamente
en esa respuesta Garzón retó al dirigente zapatista a entablar
una discusión "cara a cara" sobre "aquellos debates que sirven para
construir un país y una democracia y defender los derechos de los
que menos tienen".
Ahora los firmantes del manifiesto piden a todas las personas
que han sido interpeladas por la propuesta del EZLN a que "la escuchen
y den una oportunidad a la palabra, usándola y cuidándola,
haciéndola pública, gritándola a los cinco vientos".
En clara referencia a las distintas partes involucradas
en el conflicto vasco, el Manifiesto destaca: "tomemos la palabra para
que otros y otras la tomen también, para que se multiplique y nos
multiplique; hagámosla nuestra para que ya nunca puedan quitárnosla,
para que sea ya para siempre el único arma".