Señala fragilidad de las finanzas públicas, que dependen de los ingresos petroleros
La producción en México, "virtualmente estancada", advierte informe de la Cepal
AGENCIAS
Santiago, 18 de diciembre. La economía de México registró una expansión de 1.2 por ciento este año, pero ese resultado se tradujo en "virtual estancamiento de la producción, con repercusiones negativas en el ingreso por habitante", pues se conjugaron "la atonía de la demanda estadunidense, una política económica restrictiva y procíclica, y la lenta evolución del mercado interno", destacó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En su Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2002, la Cepal señala además que la economía de la región terminará el año con una contracción de 0.5 por ciento, debido al bajo dinamismo de los países de Sudamérica, especialmente Argentina, Uruguay y Venezuela.
"La evolución de la región ha estado marcada por un contexto económico internacional adverso, el deterioro de las condiciones financieras externas, menor dinamismo de Estados Unidos y la caída persistente de los términos de intercambio de las economías no petroleras", precisa el informe.
El balance de la Cepal destaca media década perdida para el producto interno bruto de Latinoamérica, la tasa más alta de desempleo desde que el organismo tiene registros, y un deterioro de los términos de intercambio peor al que implicó la crisis asiática.
El oscuro panorama, con un desempleo de 9.1 por ciento en el año y 7 millones más de pobres, se agravó, según la comisión, por las políticas monetarias y fiscales restrictivas que han debido aplicar la mayoría de los gobiernos de la región.
"Las devaluaciones de las monedas han generado presiones inflacionarias que han sido contenidas con esfuerzos de políticas monetarias, acentuando el ciclo económico en lugar de mejorarlo", dijo el secretario ejecutivo de la Cepal, José Antonio Ocampo.
En el capítulo que se refiere a México la comisión indicó que el consumo privado registró una evolución "modesta", sostenida a tasas menores que en los últimos años, así como la aplicación de esquemas de financiamiento no bancario.
El organismo detalló que "la adversa coyuntura internacional favoreció la volatilidad en los mercados cambiario y monetario, lo que contribuyó a la depreciación nominal del peso, después de prácticamente 18 meses de continua apreciación".
La Cepal precisó que el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, de 1.9 por ciento del producto interno bruto (PIB), se ubicó por debajo de la meta inicial, "debido al menor déficit del comercio de bienes y al aumento de las remesas del exterior".
El documento indicó que para 2003, en un entorno de lento crecimiento e insuficiente recaudación tributaria, el gobierno mexicano proyectó una expansión de 3 por ciento, una inflación también de 3 por ciento y déficit fiscal de 0.5 por ciento del PIB.
El balance de la Cepal añadió que las exportaciones mexicanas de petróleo se vieron favorecidas por el aumento de los precios, mientras las manufactureras se estancaron dada la escasa recuperación de la actividad de las maquiladoras, y las agropecuarias disminuyeron.
Las importaciones de bienes de consumo, por su parte, registraron un repunte de 6 por ciento, al acumular 172 mil 527 millones de dólares, con una fuerte dependencia de Estados Unidos, mercado al que se envió 89 por ciento de las ventas.
México importó bienes y servicios por 183 mil 854 millones de dólares, para arrojar un déficit comercial de 11 mil 327 millones de dólares.
El reporte de la Cepal indicó que las remesas del exterior rondaron los 9 mil millones de dólares, mientras la inversión extranjera directa en 2002 alcanzó 13 mil 500 millones, monto que corresponde a poco más de la mitad del registrado en 2001.
"El déficit fiscal ascendió a 0.7 por ciento del PIB, pero agregando el costo de los programas de saneamiento financiero se eleva a 2.9 por ciento, nivel que resultó igualmente inferior a 3.2 por ciento contemplado en el programa económico del año", acotó.
La Cepal agregó que en materia de reformas estructurales "prácticamente no hubo avances, debido al disenso entre el Ejecutivo y Legislativo". La propuesta de reforma fiscal integral del Ejecutivo se tradujo "en medidas que a la postre resultaron limitadas para fortalecer la recaudación y que, además, no encontraron un entorno económico favorable", aseveró.
"Así, prevaleció un entorno que denota fragilidad en las finanzas públicas, las que siguen dependiendo críticamente de los ingresos petroleros", advirtió la Cepal.