El dinero recabado se destinará a pavimentación y suelo mejorado de las calles, según el cabildo

Cobrará Mexicali impuesto ecológico a plantas de energía estadunidenses

Grave amenaza ambiental, termoeléctricas y gasoductos que se levantan en la frontera: Greenpeace

JORGE ALBERTO CORNEJO CORRESPONSAL

Tijuana, BC, 14 de diciembre. El cabildo de Mexicali aprobó cobrar un impuesto ecológico a las plantas generadoras de energía eléctrica estadunidenses próximas a entrar en operación en esa ciudad, y que son La Rosita y Termoeléctrica de Mexicali, de las compañías Intergen y Sempra, respectivamente, además de las que en el futuro se construyan.

El regidor panista y coordinador de la Comisión de Seguridad Pública, Tránsito y Transporte, Emmanuel Mendoza Gómez, explicó que los recursos recabados serán destinados a la pavimentación y suelo mejorado de las calles, pero no precisó el monto que se cobrará.

Señaló que serán sujetas de gravamen las plantas que soliciten la expedición de autorizaciones de uso de suelo y dictámenes en materia ambiental. De acuerdo con el cabildo, la emisión o impacto al ambiente que tendrán las empresas, de alguna manera se puede compensar con la reducción de otros contaminantes, como el polvo, por lo que el impuesto que se cobre se destinará a obras de pavimentación.

El permiso a estas empresas no puede negarse, porque cumplen con la normatividad, dijo.

Compañías estadunidenses construyen actualmente en ese municipio dos plantas termoeléctricas generadoras de energía eléctrica, que contemplan una inversión en conjunto de mil 100 millones de dólares, en ambos casos en coparticipación con inversionistas nacionales.

La empresa Intergen construye la termoeléctrica La Rosita, a unos 12 kilómetros al oeste del núcleo urbano de Mexicali, en la que se invertirá un total de 750 millones de dólares.

En su primera fase de operaciones (abril próximo) La Rosita comenzará a producir 750 megavatios, y en la segunda etapa aumentará la generación a mil megavatios.

Dicha planta trabajará con turbinas alimentadas con gas natural, que a su vez será suministrado por el más grande gasoducto construido entre México y Estados Unidos, el denominado Gasoducto Bajanorte, actualmente en su etapa final de construcción.

De acuerdo con Intergen, para la construcción de la planta se requirió generar mil empleos, aunque la expectativa es contar sólo con 40 trabajos permanentes en la planta.

Directivos de la empresa consideran que del monto total de la inversión, unos 200 millones de dólares representarán derrama económica para el municipio de Mexicali en la fase de construcción.

Las calderas operarán con agua reciclada, para lo cual la empresa invirtió 20 millones de dólares en infraestructura para tratar aguas negras.

El segundo de los proyectos, propiedad de la empresa Sempra Energy, se denomina Termoeléctrica de Mexicali y requirió inversión de 350 millones de dólares. Dicha planta se localiza a 18 kilómetros al oeste del municipio de Mexicali.

La capacidad total de producción de la planta de Sempra es de 600 megavatios, mediante un proceso similar al de la planta de Intergen, con un sistema de dos turbinas de gas.

La termoeléctrica de Mexicali quedará lista en julio del próximo año y para su construcción se requirió de la contratación de mil 400 personas, aunque únicamente dará trabajo permanente a 45.

Adicionalmente a la inversión, los ejecutivos de Sempra consideran invertir un millón de dólares anuales para la compra de agua a la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Mexicali.

Sin embargo, el grupo ambientalista Greenpeace aseguró, en un reporte recién emitido en California, Estados Unidos, que el desarrollo de ambas plantas eléctricas y gasoductos en ciudades fronterizas mexicanas constituye una amenaza al sistema ecológico de la región.

Elaborado por el grupo ambientalista, el documento sostiene que la empresa Sempra Energy, cuyas oficinas centrales se encuentran en San Diego, aprovecha la debilidad de las leyes mexicanas para emprender proyectos que terminarán por contaminar el aire de las comunidades fronterizas y contribuirán a la devastación de los mantos acuíferos existentes en la zona.

El reporte afirma, además, que Sempra Energy utiliza el territorio mexicano para exportar fuentes de energía altamente contaminantes, que convertirán a la región fronteriza en una zona de alto riesgo.