Intentar no ser utilizados por partidos políticos
Suscriben sindicatos de la UNT código de ética
de cara a los comicios de 2003
PATRICIA MUÑOZ RIOS
Para evitar la intromisión de partidos políticos
en los sindicatos independientes, evitar que sus dirigentes sean utilizados
o "cautivados" por las trampas de la disputa por el poder en los procesos
electorales de 2003 y que se vea resquebrajada la unidad interna de esas
organizaciones, o bien que se utilicen como "trampolín", las casi
300 organizaciones que integran la Unión Nacional de Trabajadores
(UNT) acordaron suscribir un código de ética para regular
sus relaciones con los institutos políticos.
El código establece que los sindicatos de la UNT
tendrán que gozar de libertad de afiliación partidista, no
aceptarán "línea de ningún partido político"
y se comprometen a rechazar la imposición de compromisos o directrices
de éstos. Además, las propuestas provenientes de las organizaciones
políticas deberán discutirse y analizarse, a fin de que la
mayoría de los trabajadores determinen rechazarlas o aceptarlas.
En un documento denominado Propuesta general y estrategia
para el próximo año, se señala que en 2003 el
país atravesará por un proceso electoral en el que la disputa
por el poder va a exacerbarse. Ante ello, el desafío que tienen
los sindicatos es minimizar los riesgos y evitar errores para no incurrir
en desvíos, claudicaciones por tentaciones de poder y por el "efímero
espejismo" del corto plazo.
Se plantea que es preciso tener normas éticas para
"evitar que la UNT quede cautivada en la trampa de la disputa por el poder
entre grupos de la elite que históricamente han utilizado algunos
dirigentes gremiales para mediatizar al movimiento sindical".
Llama a no sobrevalorar el proceso electoral, ya que hasta
el momento todo indica que la alternancia en el poder va de populismos
de izquierda a la derecha, y que es un recursos más para la perpetuación
de los esquemas y de las políticas del capital multinacional para
administrar las crisis y desgastar las movilizaciones populares.
Para los trabajadores, se subraya, el panorama inmediato
se presenta difícil y adverso, ya que además de que no existen
indicios firmes sobre una recuperación económica mundial
ni nacional, mucho menos hay políticas estructurales para atenuar
o revertir la concentración del ingreso y de la riqueza en el país.
"Es indiscutible que el adverso panorama económico
sería menos desastroso para los trabajadores mexicanos si en el
país contáramos con políticas y mecanismos estructurales
para la regulación de la desigualdad social, como mejores salarios
y políticas de alivio al desempleo y al subempleo, junto con una
economía más productiva". Sin embargo, se añade, en
la realidad el capital multinacional sigue imperando e impone los conceptos
y las grandes estrategias globales.
En el documento se hace una radiografía del sector
obrero y se puntualiza que el sindicalismo mexicano sigue siendo un movimiento
disperso, fragmentado y frágil ante el viejo control corporativo
que las oligarquías políticas de derecha o de izquierda han
utilizado históricamente en su beneficio. El sector ha sido incapaz
de superar el gremialismo, de vencer los complejos mecanismos de control
político que mediante el aparato gubernamental el gobierno ha utilizado
desde hace décadas, y que lo comprende con "corrupción de
dirigentes y de organizaciones, hasta la injerencia descarada y perniciosa
de los partidos políticos, de los patrones y del propio gobierno
en la vida sindical".
Los sindicatos de la UNT se comprometieron a establecer
un plan de acción para impulsar la reforma laboral integral; fomentar
las prácticas democráticas en todas las organizaciones afiliadas;
impulsar la democracia; fortalecer alianzas nacionales e internacionales
y precisar la política sectorial en relación con las modificaciones
del sistema de seguridad social, telecomunicaciones, desarrollo agropecuario
y presupuesto destinado al gasto social.