La ocupaban desde hace 20 años, mediante un convenio con el DDF
Regresan los López Portillo área invadida
Las negociaciones con la familia fueron tersas, señala la secretaria Claudia Sheinbaum
BERTHA TERESA RAMIREZ
Tras dos semanas de "tersas" negociaciones entre la familia López Portillo y el Gobierno del Distrito Federal (GDF), y un convenio que alcanzó la categoría de pacto de caballeros, Pilar Galindo López Portillo, hija de Margarita López Portillo, decidió restituir 900 metros cuadrados de zona natural protegida que ocupaba desde hace más de 20 años como ampliación de su residencia, ubicada en la colonia Lomas Altas, tercera sección de Chapultepec, donde construyó una cancha de tenis.
Jaime Cordero Basave, esposo de Galindo, sobrina del ex presidente de la República, José López Portillo, dijo que pudieron haber mantenido el predio por más tiempo, de acuerdo con un convenio que suscribieron con el Departamento del Distrito Federal.
Empero, "no tenemos la intención de pelearnos con nadie, es algo que a la mejor a la brava uno podía quedarse, a la mejor cinco años más, pero tarde o temprano uno no tiene argumentos, ni la fuerza, ni el poder político para hacerlo... El poder político antes sí se podía usar, ahora ya no tanto", apuntó.
"No hay resentimiento, los políticos -dijo- saben los riesgos que corren; además, entre políticos nunca se sabe, unas veces están arriba y otras abajo. Ya ven, a López Obrador le tocó perder en Tabasco, pero triunfó en el Distrito Federal y salió ganando. Yo creo que después del Presidente de la República el hombre más fuerte políticamente es López Obrador", comentó.
Sobre una pequeña pendiente ubicada al filo de una barranca, la mansión estilo "mexicano pesado" -según Cordero-, pero más parecida a un chalet suizo, cuenta con un solar de 700 metros cuadrados en el que se observan dos bancas de herrería similares a las instaladas en las plazuelas provincianas, pero con el escudo del Departamento del Distrito Federal; juegos infantiles, una alfombra de césped intensamente verde, cedros y pinares de variedades radiata y patula.
Al filo del mediodía, trabajadores de la Comisión de Recursos Naturales (Corena) y policías forestales entraron a la barranca que colinda con el predio de los López Portillo, midieron los terrenos y levantaron el pasto y el pavimento -donde lo había- para delimitar el predio recuperado con una malla ciclónica.
Mientras se iniciaban las labores, reporteros y fotógrafos buscaban inquietos detalles en el área ocupada. Fueron hasta un tejabán, de cuyas paredes pendían fotografías y un epigrama con el título Los siete magníficos, que un sirviente se apresuró a retirar antes de que los periodistas pudieran identificar a los personajes.
En una de las habitaciones de la residencia, con 82 años a cuestas y parapléjico, el ex presidente José López Portillo se limitó a preguntar qué pasaba. En la casa también se encontraba la señora Margarita López Portillo, quien -según Cordero Basave- no se percató de lo que acontecía.
La recuperación del predio fue tersa; la secretaria del Medio Ambiente, Claudia Sheinbaum Pardo, no dejó de reconocer "el trato de amabilidad" con que fueron recibidas las autoridades.
La familia López Portillo se acercó al gobierno local "para plantearnos que estaban en condiciones de regresar voluntariamente lo que le correspondía a la ciudad".