"Deplorable decisión", dice Washington; preocupación en Pekín y Moscú
Reanuda Corea del Norte su programa nuclear, en respuesta a sanción de EU
Aclara la Casa Blanca que no hay intención de invadir ni de iniciar un diálogo
AFP Y REUTERS
Tokio, viernes 13 de diciembre. La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) anunció este viernes que ha recibido una petición de Corea del Norte para retirar los precintos y las cámaras que integran el sistema de vigilancia de sus instalaciones nucleares.
En una carta dirigida a la autoridad de vigilancia nuclear de la Organización Naciones Unidas, Corea del Norte informa de su decisión de reactivar las instalaciones nucleares, paralizadas hasta ahora en virtud de un acuerdo de 1994 con Estados Unidos, según un comunicado difundido a última hora del jueves en Viena.
La medida, en respuesta a sanciones estadunidenses que privan a Pyongyang de carburante vital para su debilitada economía.
La decisión se anuncia tras la intercepción, por parte de dos barcos de guerra españoles a petición de las autoridades estadunidenses, de un cargamento de misiles norcoreanos comprados por Yemen. Washington liberó luego el cargamento, lo que provocó cierto enfado en la Armada española, así como críticas de analistas que destacan el trato diferente del gobierno de George W. Bush hacia Corea del Norte e Irak, aunque ambos están en el presunto "eje del mal".
Washington calificó de "deplorable" la decisión de Pyongyang, que también provocó "grave preocupación" en Corea del Sur, al igual que en Rusia, mientras China compartió su "inquietud" con Estados Unidos.
El gobierno de la República Democrática y Popular de Corea "no tiene más alternativa" que poner fin al acuerdo que detenía la producción de electricidad en dos reactores nucleares y que reactivará las instalaciones cuestionadas, señaló un comunicado de la cancillería.
Durante una crisis que estuvo a punto de provocar un conflicto, Estados Unidos acusó al programa de ocultar la fabricación de la bomba atómica mediante el plutonio producido. En 1994, Corea del Norte aceptó la congelación de sus centrales a cambio de la construcción de dos reactores no proliferantes de agua liviana, financiada por un consorcio occidental, y de suministro de carburante mientras las nuevas centrales eran terminadas.
El suministro de combustible a Corea del Norte fue interrumpido el mes pasado en represalia porque Pyongyang continuaba con su programa militar nuclear. Sin embargo, en su comunicado, Corea del Norte ofrece suspender nuevamente su programa nuclear si Estados Unidos hace concesiones.
Según analistas, el anuncio hecho por Pyongyang podría ser el último intento de forzar a Washington a sentarse a la mesa de negociaciones.
El vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, subrayó que Estados Unidos no tiene intención de "invadir" Corea del Norte, pero al mismo tiempo descartó toda apertura de un diálogo entre Washington y Pyongyang.